► «El optimista tiene siempre un proyecto; el pesimista, una excusa».
— ANÓNIMO
► «El pesimista se queja del viento; el optimista espera que cambie; el realista ajusta las velas».
— WILLIAM ARTHUR WARD (1812-1882). Escritor y teólogo inglés.
► «El pesimismo conduce a la debilidad; el optimismo al poder».
— WILLIAM JAMES (1842-1910). Psicólogo y filósofo estadounidense.
► «Es preciso elevarse con las alas del entusiasmo. Si se razona, no se volará jamás».
— ANATOLE FRANCE (1844-1924). Escritor, crítico literario. Premio Nóbel de literatura (1921).
► «Es mejor viajar lleno de esperanzas que llegar; la felicidad está en la salida y no en la meta».
— ROBERT L. STEVENSON (1850-1894). Novelista, poeta y ensayista escocés.
► «Un optimista ve una oportunidad en toda calamidad, un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad».
— WINSTON CHURCHILL (1874-1965). Político británico.
► «A la pregunta de si soy optimista o pesimista, yo respondo que mi conocimiento es pesimista, pero mi voluntad y mi esperanza son optimistas».
— ALBERT SCHWEITZER (1875-1965) Filósofo, médico y escritor alemán.
► «… y si no tienes “felicida” de sabio no tienes “na”,…».
— CELIA CRUZ (1925-2003). Cantante cubana, apodada como “La reina de la salsa”
► «Memoria selectiva para recordar lo bueno, prudencia lógica para no arruinar el presente, y optimismo desafiante para encarar el futuro».
— ISABEL ALLENDE (1942-?) Escritora chilena. Académica Estadounidense de Artes y Letras.
► «Si piensas que no vas a vencer, ya estás vencido».
— PEDRO MIGUEL GONZÁLEZ URBANEJA
☻ EL OPTIMISMO INTELIGENTE. UNA FORMA DE VIVIR
►«La felicidad no depende de la realidad, sino de la interpretación de la realidad que uno hace. España tiene una historia grande, con muchas cosas de las que puede estar orgullosa y una unidad conquistada con esfuerzo de años y generaciones. Donde otros ven sombras y malos presagios, yo veo oportunidades y retos por cumplir»
● Enrique Rojas. Catedrático de Psiquiatría.
Apostar por el optimismo (ABC Opinión, 30/10/2020)
Cada mañana te levantas sabiendo que lo largo del día tomas muchas decisiones.
Siempre acabas preguntándote si has hecho o has elegido bien.
Hay una decisión que tomamos mucho antes de empezar el día. Una decisión que de manera inconsciente marcará el devenir del resto de nuestro día. Una decisión aparentemente sin pregunta. Y es que hay cosas que son tan importantes que no podemos dejárselas al inconsciente:
¿Te enfrentas a la vida de manera Optimista?
El OPTIMISMO es una palabra muy maltratada hoy en día, a la que no dejan de aparecerle monstruos que la afean. Por eso no hablaremos de OPTIMISMO, sino de OPTIMISMO Inteligente.
El OPTIMISMO Inteligente no es una forma de ver la vida de color de rosa, no es un OPTIMISMO ilusorio, tampoco es una actitud de ver el lado bueno de las cosas por la simple necesidad de olvidar el lado amargo.
Sobre todo el OPTIMISMO no es una manera pasiva de aceptar la realidad, venga lo que venga. Lo que un Optimista hace es mirar al mundo, esté como esté, pero con la confianza y convicción de que ese mundo, esa realidad, puede mejorar.
El OPTIMISMO Inteligente es una actitud, por tanto un Optimista jamás niega la realidad; todo lo contrario, acepta esa realidad, pero elige el OPTIMISMO como actitud para enfrentarse a ella. De esta manera, como cree y confía en que las cosas pueden mejorar, consciente e inconscientemente, elige comportamientos destinados a que, efectivamente, las cosas mejoren.
Esa es una de las claves del OPTIMISMO Inteligente, que es una actitud de acción. Eso significa que debes huir de la terrible enfermedad que nos impide convertirnos en Optimistas: la “esquezofrenia”: “es que no me da tiempo”; “es que no tengo ganas”; “es que con lo tarde que es”; “es que,…”; “es que,…”. El “es que,..” es parálisis pura, el mayor freno a la acción y por tanto al OPTIMISMO.
Muévete, no te quedes quieto. Tienes Que cambiar los “es que…” por los “tengo que…”, en vez de “es que no me da tiempo”, “tengo que hacerlo mañana”. No permitas que tus palabras encadenen tus acciones. Para ser un verdadero Optimista tienes que hacer.
Si te das cuenta el camino es sencillo: “cree que las cosas pueden mejorar”. Eso te llevará a confiar en que las cosas pueden mejorar. De esta manera desarrollarás comportamientos para mejorar las cosas y así generarás oportunidades de que las cosas mejoren.
Por eso el OPTIMISMO no sólo es una actitud para enfrentar la realidad en el presente sino también para asegurar mayor Felicidad en el futuro. El OPTIMISMO es invertir en Felicidad.
El OPTIMISMO es una actitud de acción y también de cambio.
El OPTIMISMO Inteligente es, además, una obligación ética. En el momento que niegas el OPTIMISMO niegas la posibilidad de que las cosas puedan mejorar, frenando las acciones enfocadas a ello. Pero no sólo eso, sino que si asumes que las cosas no puedan mejorar, le estarás negando la posibilidad a otros, de mejorar una situación que posiblemente sea peor que la tuya. No se trata de compararte con otros, sino de no negarte y por tanto no negarle al mundo la posibilidad de mejorar. Así que recuerda que para llegar a la cima de la pirámide y conseguir tan preciado OPTIMISMO, los tres pilares sobre los que debes construirla serán: actitud de acción, actitud de cambio y obligación ética. Y no sólo eso, el OPTIMISMO en una actitud tremendamente contagiosa, así que contagia y déjate contagiar por los Optimistas que ya se mueven por el mundo.
No olvides que el OPTIMISMO no es una cualidad, sino una posición para enfrentar la vida, una posición que puedes aprender, que puedes ensayar, mejorar, y por tanto una actitud que eliges tú. No dejes que nadie decida por ti, como te enfrentas a ese paseo, a esa discusión. Tú y sólo tú, tienes el derecho a decidir con qué actitud quieres levantarte. Al fin y al cabo, la vida puedes jugarla a ganar o a no perder; tú decides. ¿Te sumas al bando Optimista?