Llenos de orgullo y satisfacción, nos situamos en el centro de un ritual a nivel del mondo todo.
En estas fechas tan señaladas por todo tipo de reacciones emocionales que a nadie dejan indiferente, nos animamos a meter el dedito en el asunto con unas palabras que tratarán de reconciliar a los histéricos de la celebración navideña con los odiadores compulsivos de todo lo que suene a fiesta establecida.
Lo cierto es que, al margen de los orígenes de estas fiestas, que es asunto peliagudo por el enfrentamiento entre los que prefieren celebrar el solsticio de origen celta con los que defienden a capa y espada que Jesús nació en estas fechas para coincidir con Sir Isaac Newton hay mucha energía peticionaria en el ambiente, y perfectamente se puede utilizar para nuestros fines.
La cosa es que nos puede dar igual el origen del ritual, si lo aprovechamos para darle energía propia y que sirva a nuestros fines.
Hay por ahí quien defiende que los rituales tienen que ser estudiados y copiados de otros que saben más que nosotros.
Sin embargo, comprobado mil veces, al ritual la das la fuerza tú y funciona de maravilla si tu idea, tu palabra y tu emoción al respecto están bien alineadas.
El Rito siempre es el mismo: Abundancia del tipo que sea. Emocional, económica, familiar, etc…
Lo que cambia es el Ritual. Y perfectamente puede uno aprovechar estas fechas (tan señaladas) para mandar su orden al Orden Infinito, y aprovechar la energía circulante (que es mucha) para potenciar ese deseo al máximo.
¿Y cómo se hace un ritual?
Como te dé la gana. Hay rituales creados que han demostrado ser poderosos, pero no dejan de ser ajenos, y poco personales. Ahí ya decide cada uno.
También puedes crearlo tú, y con la suficiente intención y posterior respeto a la palabra dada en el proceso (para pedir, también hay que hacer ofrenda) todo saldrá de maravilla.
Así que podemos tranquilamente dejar de celebrar el hipotético nacimiento de un nene de hace dos mil años, y comenzar a entender que el centro de uno es uno, y que todo parte de ahí, para realizar un ritual personalizado en favor de los proyectos de…
..Uno mismo! ¿O es que no había quedado suficientemente claro?
¡Felices Rituales!
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