Aunque en este articulo vamos explorar el cabaret actual a través de la compañía catalana La Bambola Cabaret, sí hay dos imágenes que probablemente aparecerán en nuestras mentes al referirnos a este género serían la del Moulin Rouge de Paris y la de Liza Minnelli dando vida a la vedette Sally Bowles en la película Cabaret (1972) dirigida por Bob Fosse.
El Moulin Rouge en Paris es quizá el cabaret más icónico, y aunque no fue el primero en abrir sus puertas, fue Le Chat Nori en 1981, en el comenzaron a hacerse populares las bailarinas de cancán, los espectáculos extravagantes inspirados en el circo y los concierto bailes.
La película Cabaret sin embargo nos presenta un cabaret distinto, aunque influenciado por el parisino, en el Berlín de principios de los años 30, todavía dentro del inestable periodo político y social de la República de Wiemar. En la película, Lizza Minnelli y Joel Grey, principalmente, interpretaban diferentes números de corta duración con carácter social o contenido sexual, combinando música, baile o escenas teatrales.
El cabaret en España vivió una época dorada en los años 50 y 60, y luego fue perdiendo auge, convirtiéndose en un género denostado. Ahora, ha vuelto a resurgir, aunque el tema de la desnudez continúa siendo tabú en ocasiones. Una de las personas impulsora de este renacimiento del cabaret en nuestro país fue el director de cine Bigas Luna, quién durante el rodaje de su primera película Tatuaje (1976) investigó mucho sobre el cabaret que se daba en el Paralelo de Barcelona. Estos conocimientos serían la semilla de lo que años más tarde puso en marcha denominándose Cabaret Ibérico. Un cabaret que ofrecía shows rápidos de 2 ó 3 min de duración, entre los que tenía cabida la copla española, había un maestro de ceremonias que solía ser un comediante y en la velada se incluían desnudos integrales, tanto de hombres como de mujeres. La Bambola Cabaret se inspira en las enseñanzas de Bigas Luna, pues su directora, Estela Mijares, trabajó con él durante 5 años, aunque también le han dado su propio toque.
«Hacemos cabaret de revista español. Tenemos números de comedia, de revista, de stripteases, música en directo con saxo, guitarra y piano, además de copla. Nuestro maestro de ceremonias es el director del Comedy Club de Barcelona e incluimos un número de claquette de los años 50». Nos cuenta Estela, a quien Bigas Luna bautizó como Mei.
Una de las figuras principales del cabaret es la de su artista femenina principal, lo que se conoce como vedette. En La Bambola Cabaret este rol es ocupado por Mei, quien se dedica al striptease artístico y al cabaret. A lo largo de la historia del cabaret muchas han sido las vedettes que han ocupado su primera escena y han hecho del erotismo y la sensualidad el poder y la libertad, rompiendo así con las estructuras establecidas. Rosita Amores fue a mediados de los años 60, burlando la censura franquista, pionera en España del cabaret erótico. Christa Leem fue una artista de cabaret que en los años 70 hizo del modo de quitarse la ropa un arte diferencial, convirtiéndose en un icono de la libertad, en El Molino de Barcelona. En 1977 protagonizó el primer striptease televisivo de la historia del país en el programa del circuito catalán de TVE Mirador. A finales de los 70 también apareció en películas como La ciutat cremada, Las alegres chicas de El Molino o Perros Callejeros. Christa Leem ha dado nombre al premio que otorga el grupo Uno de los nuestros a personas con trayectoria progresiva y de libertad.
Una de las artistas internacionales más icónicas del cabaret fue la actriz y cantante alemana Marlene Dietrich quien, tras su paso por el cabaret berlinés en los años 20, saltó a la fama tras protagonizar en la película El ángel azul (1930) a una seductora cantante de cabaret. A raíz de este éxito Marlene Dietrich protagonizó en Hollywood películas como Marruecos, junto a Gary Cooper, aunque también protagonizó títulos como Capricho imperial o El expreso de Shangai. Antes de marcharse a Estados Unidos, el partido nazi le ofreció ser la imagen del Tercer Reich, pero se negó, y no solo terminó nacionalizándose estadounidense, sino que además creó un programa de apoyo y entretenimiento para las tropas norteamericanas. Pero si algo la caracterizó fue su androginia. Vestía trajes de hombre, usaba sombreros de copa, fumaba largos cigarros… una de sus imágenes más icónicas.
Fuentes:
[…] https://plazabierta.com/marlene-dietrich-bigas-luna-y-la-bambola-cabaret/ […]