A pesar de considerarme una mujer informada y moderna, todavía tengo los pies juntillos y los talones hincados en el mundo máquina; aún cuando han sido extensas mis lecturas sobre los fenómenos cuánticos, pasar al mundo holístico y al papel de la conciencia en una realidad no objetiva, y que no existe independientemente de la conciencia del observador, otrosí, donde la conciencia está íntimamente relacionada con la naturaleza de la realidad… es hacer un salto científico olímpico de la certeza a la incertidumbre, de lo absoluto a lo relativo, de lo separado a lo unido. Y ya se sabe, entre los pies sale lo que no se piensa ni se entiende.
Si fuera cierto que la conciencia humana afecta a la realidad, no podría ser de manera cualitativa, porque no con solo pensar podemos convertir un árbol en una mesa. Pero sí existe una interrelación fundamental entre la conciencia (mi yo / auto-conocimiento) y el mundo: la que evita que existan de manera independiente.
¿Está la conciencia por encima de la materia? ¿Cómo se forma la autoconciencia, la empatía, la capacidad de desarrollo social, y por ende la cultura? Parece ser que la naturaleza del electromagnetismo le da a cada acción (electro) una memoria correspondiente (magnética), y así el ser humano se vuelve “consciente de la conciencia”. Un instante antes del Big Bang (sonido) fue la Luz (la conciencia como radiación). Toda la materia es entonces Luz (e = mc2) todo el tiempo (e = hf).
La conciencia objetiva interactúa con los cerebros subjetivos para producir mentes individuales llenas de ondas: Ømega, en el llamado sueño lúcido, estado que sigue al estado de onda cerebral Delta, la del sueño profundo; Beta es la de la conciencia normal; Alfa, la de la mentalidad meditativa y Theta la del observador que sueña (cuando estamos “en la luna”).
Estoy empezando a pensar que el viejo paradigma mecanicista de la materia es un vehículo para impedirme dar el salto cuántico que me permita la ascensión a la conciencia.
Os presento a Raúl Arrabales, científico cognitivo, con un fuerte enfoque en Psicología, Inteligencia Artificial y Neurociencia, pero también interesado en Filosofía de la Mente, Lingüística y Antropología. Es un informático que trabaja en robótica, big data, ciencia de datos, análisis, aprendizaje automático, aprendizaje profundo, computación cognitiva y conciencia de la máquina:
http://www.conscious-robots.com/
En física cuántica son posibles muchas cosas, como que las partículas puedan ser al mismo tiempo materia u onda, o sea, materia y no-materia. La idea de que la materia es la sustancia fundamental de la realidad deriva de los muchos fenómenos invisibles que aún tenemos que detectar y comprender. Al ser nuestras percepciones visuales incompletas, se produce un sesgo conceptual tenaz que interfiere con la formulación de un modelo más amplio, profundo y preciso, que aborde preguntas como: qué es la conciencia y cómo se relaciona con la realidad.
“Lo más impresionante de la física es que muchas veces parece magia. Pero a diferencia de ésta, sigue unas reglas muy claras, el método científico. Y con él podemos demostrar que los electrones pueden atravesar barreras, las partículas pueden comunicarse instantáneamente a distancia, las cosas pueden estar en varios sitios a la vez y… pues claro, también saben hacer el truco más conocido del mundo de la magia: el del sombrero y el conejo. Esto lo hace el universo continuamente en todo el espacio. El vacío es el sombrero y el conejo son todas las partículas conocidas: electrones, positrones, muones, kaones… todas. Es decir, el sombrero del universo tiene un doble fondo de donde saca continuamente partículas de la nada. ¿Pero cómo puede ser esto posible, tener algo de la nada? ¿Y la conservación de energía?”. TheBigVanTheory
Todo es energía, los pensamientos también. El espacio que consideramos como el único Universo, con una sola realidad, contiene muchas realidades paralelas, a las que a menudo se hace referencia como las dimensiones o planos de la realidad.
¿Estoy creando mi realidad? ¿Es el universo una construcción mental?
Yo soy un constructo llamado persona y estoy dentro de un constructo llamado universo / mundo. Soy el vehículo o la apertura que utiliza la conciencia fuente para mirar y experimentar uno de los muchos entornos que ha creado. Me encamino, mientras me invade la turbulencia cuántica, hacia una realidad no-mecánica, inmaterial, mental y espiritual.
Algunos científicos presuponen que la conciencia humana es el resultado de un proceso colateral de crecimiento de la entropía en el cerebro: https://actualidad.rt.com/actualidad/261112-encuentran-fuente-conciencia-cerebro-humano
Para terminar, si todo esto nos parece muy marciano, siempre podemos volver la vista hacia Hildegarda de Bingen, que en su “Liber vitae meritorum” decía: “¡Hombre, hazte humano!”.
http://www.hildegardiana.es/5pdf/libro_meritos_de_la_vida.pdf