Muchas veces he soñado con la “máquina del tiempo”, y cuando pienso en ella, imagino que ya existe en un futuro, por ello, viajando en nuestro presente y pasado. También me gusta imaginar que esos objetos voladores no identificados de todas las épocas, así como el encuentro con “seres “extraterrestres” o “no humanos” (incluidas las apariciones “marianas” o “angélicas”) son viajeros del tiempo que vienen desde el futuro a cualquier época de la historia humana.
Según Stephen Hawking, se puede viajar teóricamente en el tiempo a través de ciertos portales espacio-temporales que se reconocen como agujeros de gusano, descritos en las ecuaciones de la Teoría de la Relatividad como atajos que conectan dos puntos del espacio-tiempo o dos universos paralelos.
Sobre lo anterior no puedo opinar porque no soy astrofísica, física teórica, ni experimental (nada me gustaría más que serlo). De todas formas suena bien eso de los universos paralelos y los agujeros de gusano. Seguro que trasladado a ecuaciones de complejidad matemática, para los que dominan esa materia, también resulte muy atractivo.
No me queda más remedio que imaginar y soñar, porque carezco de conocimientos que corroboren eso que imagino; aun así me encanta ver ese mundo futuro a través de mi imaginación . Creo que los seres humanos estamos llamados a superar nuestra condición “animal”. De alguna forma llegaremos a ser inmortales. Imagino que en el futuro ya existen esos seres con textura de carne y hueso en apariencia, pero que en esencia son de una materia artificial creada en laboratorio.
Esa materia artificial creada en laboratorio no envejece, ni sufre de dolor alguno, se autoregenera aún en los accidentes o ataques que pudiera recibir. Todos los “órganos” internos de los cuerpos que habitan las almas de ese futuro son infalibles, están diseñados para que jamás se cansen de su buen funcionamiento. Esos cuerpos pueden pasar desapercibidos usando de la invisibilidad que les permite su materia, cuando así lo desean. Por fin la consciencia de SER se hallará en un cuerpo incorruptible, que no necesite de ninguna sustancia para vivir, ni siquiera del oxígeno. Pero eso sí, estarán sometidos como nosotros al dictado de su conciencia, allí donde se recogen los mandatos del alma. Necesitarán de la energía del amor para vivir y sabrán que sólo podrán obtenerlo si a la vez lo entregan.
Sí, se trata de ángeles…;yo imagino que eso son los ángeles.
Pero además de lo anterior, y casi en contradicción con ello, sigo imaginando posibilidades diferentes y me pregunto también:
¿Qué somos y qué es todo cuanto nos rodea?…;¿una simulación?, ¿un registro en la memoria del tiempo?, ¿acaso somos el pasado de un futuro que nos observa continuamente?…
“soñando” (de forma onírica) me ha pasado, como imagino que a todos los demás, que reflexionaba en el mismo sueño sobre si estaba despierta o dormida. Lo más curioso es que concluía que estaba despierta y lo hacía con toda seguridad. Cuando “despertaba”, de nuevo, a esta “realidad”, quedaba perpleja. ¿Cómo era posible estar tan segura de las dos realidades?
¿Dónde radica la certeza de estar de verdad allí; en el lugar en el que SOMOS?, ¿será quizás que seamos en varios “lugares a la vez”?, ¿o será que nuestro viaje por el espacio/tiempo se va meciendo en los distintos puntos del tejido, en fluctuación continua según las olas que nos van arrastrando por ese mar de energía, para devolvernos renovados a distintas playas?
No me asustan las preguntas, pero me dan pavor las posibles respuestas. Soy consciente de que, como el Niño que habló con Agustín de Hipona, en aquella playa, mi alma me avisa del gran misterio que no cabe en mi mente. Aun así necesito respuestas. No me conformo con observar el velo, quiero descubrir el rostro de la verdad, viajar en la máquina del tiempo.
Qué respuestas son las que menos me gustaría reconocer como verdaderas:
* Que los seres humanos fuesen tan independientes que hubieran dejado de sentir los unos por los otros al no ser necesaria la unión o la colaboración, no sólo para proveerse de bienes o alimentos, sino porque la realidad virtual de las que les proveería el “metaverso” sustituyera también la necesidad de sentirse amados o acompañados.
* Que fuera difícil la distinción entre un “ser humano híbrido en materia” y una “máquina humanizada en programación”.
* Que la capacidad de hacerse preguntas hubiera sido sustituida por la capacidad de evadirse de la vida real y vivir en la vida virtual.
Aun lo dicho, quiero confiar en la capacidad de la especie humana para ir venciendo los retos que su propia y “programada” evolución le depara, a pesar de la injerencia del “libre albedrío”. Me parece que aunque sigamos en pañales, en cuanto a lo que estamos llamados a ser, sí que, en este siglo XXI, veremos muchas cosas que nos acercarán a ese futuro imaginado, no ya tan fantástico.
De todas formas como soñar es gratis, y me gusta ser optimista cuando sueño despierta, creo que en la máquina del tiempo viajan los “ÁNGELES FILÓSOFOS DEL FUTURO”. También creo que ellos son los mensajeros y cuidadores de la especie, que lo fueron en el pasado y lo son en el presente; porque de no cuidarla ese futuro quedaría disuelto en la irrealidad. Ellos mismos no serían, ni estarían llamados a SER.
Esos ángeles se han hecho muchas preguntas en sus larguísimas vidas y han hallado muchas respuestas…; quizás una de las respuestas sea: SOLO LA VERDAD Y EL AMOR NOS HARÁN LIBRES Y REALES.
Precioso artículo, tanto que me he permitido escribir otra visión sobre el tema. Espero que no te moleste.
Muchas gracias, Rafael. Me encanta que escribas ese artículo, será un placer leerlo.