Si en un país puede resultar grotesca la política ese es España, y si una Comunidad Autónoma puede ser el fiel reflejo del “mamoneo” político esa es la Comunidad Valenciana, el lugar donde mayor ha sido la redada de políticos de toda la historia, cuyos tentáculos han alcanzado a un buen número de empresarios, funcionarios y hasta a algún miembro de sangre azul, además del abuso de poder sobre los avergonzados ciudadanos por estar rodeados de tanto ave de rapiña.
Entre un Tancredo y una Bufona de Corte hoy anda la cosa. Entre un presidente del gobierno en funciones cuyos cortocircuitos cerebrales cada vez le llevan a decir más incoherencias y estupideces, y una ex alcaldesa minot con la lengua muy larga y la cara muy dura, hoy nos hemos encontrado los pacientes ciudadanos al ver las noticias; no dando crédito al apoyo de aquel a quien ha malgastado los fondos públicos en opulentas cenas, viajes de placer y choches de lujo, o a quien ha consentido el blanqueo del dinero en las donaciones a su campaña electoral y coqueteado con altos empresarios en actuaciones de dudosa legalidad, de ahí su miedo al caso Nóos.
Claro que, el hecho que Rajoy apoye y defienda a quien es la viva representación de la putrefacción en el PP como Rita Barberá no nos cae de sorpresa a nadie,si recordamos aquellas palabras que deberían haber propiciado su dimisión de “aguanta Luis, aguanta”. Los cual no sólo demuestran su necedad, sino su incompetencia para limpiar el partido del que también es presidente.
¿Cómo puede elogiar una actitud que no es más que el deber que nos incumbe a todos los ciudadanos de apoyar a la justicia?, o es que, ¿acaso, en los asuntos en los que pueda estar implicada esta mujer de la impresentable figura hay mucho que tapar?.
Su comparecencia esta mañana ante los medios utilizando la famosa técnica del ventilador para salpicar a todo bicho viviente, y lo de bicho nunca mejor dicho, porque quienes hayan podido tener relación con ella no merecen otro calificativo, debido a que allí donde han picado han inoculado el virus de la corrupción tan extendido entre los que actúan bajo la sombra no de una gaviota sino de lo que parece más un cuervo cargado de la ponzoña de quienes han convertido la política en un campo de trileros.
Este es el panorama que nos ha dejado quien nada más sabe que ladrar para proteger la puertas de un infierno donde el mismo belcebú no tiene cabida.