“La mayor miseria en la adversidad es haber sido alguna vez feliz.”
― Boecio, El consuelo de la filosofía
Tengo la sensación de estar viviendo en los últimos días de un periodo histórico. Y creo que esta sensación está mas que justificada, porque vivimos en los últimos dias de occidente. Aunque no comulgo plenamente con el pensamiento de Spengler, debo decir que acertaba de lleno cuando vaticinaba en su obra La Decadencia de Occidente (1923) que la civilización occidental se halla en su etapa final. La visión de Spengler era anti modernista, conservadora y tan influida por el romanticismo y el idealismo del siglo XIX que era en su conjunto una visión terriblemente pesimista. Y sin embargo, tenemos muy poco de lo que sentirnos optimistas en occidente en la actualidad.
El paradigma Anglo Americano que llevó las riendas del progreso y consolidación de occidente en los siglos XIX y XX está llegando a su fin. Reino Unido es un pais irreconocible que ha vendidó todos sus recursos, incluido su propia agua, al capital extranjero en un alarde inigualable de capitalismo neo liberal autodestructivo. Reino Unido es un pais que se comporta todavía como si fuera un imperio y que ya no posee ni una ínfima parte de la relevancia que tuvo en el panorama internacional en épocas pasadas. Estados Unidos no parece haber sobrevivido al desastre Trump y la alternativa es solo marginalmente mejor.
La democracia esta en crisis y sufre dos ataques simultaneos: por un lado, gran parte de la población de occidente parece estar cada vez mas desilusionada con la democracia- y esto no es sólo en paises que han salido recientemente de dictaduras comunistas como Polonia y Hungria, sino paises con largas tradiciones democraticas como USA y Francia.
El siguiente ataque que esta recibiendo la democracia occidental es externo y proviene de países como China y Rusia que estan utilizando toda clase de metodos carentes de escrupulos para poner en entredicho nuestra democracia y sistema de valores. Pero no voy a ser un cínico: esto es lo que hemos hecho en occidente a la inversa durante décadas y décadas. El poder es así, y Maquiavelo ya nos decia aquello de que “Muchos te verán por lo que aparentas ser, pocos por lo que realmente eres”. El problema es que en medio de una crisis ecológica que ya esta teniendo consecuencias catastróficas, el capitalismo que no es más que la producción ilimitada de productos a partir de recursos limitados ya no es un sistema viable y nadie parece haber podido encontrar aun la alternativa.
Por otra parte, los insidiosos excesos del marxismo cultural provenientes de la izquierda chocan de bruces contra una derecha cada vez más ultra y cada vez más reaccionaria. El resultado final es un impasse ideologico, una especie de limbo de ideas donde no hay movimiento, solo estancamiento. Y este estancamiento se muestra no sólo en lo social y en lo político sino en lo económico afectando todas y cada una de las facetas de la civilización occidental. Mientras que el desarrollo, reputacion e importancia de organizaciones transnacionales como la Organización mundial de la Salud, Naciones Unidas y la Unión Europea se ven melladas seriamente por este estancamiento ideológico y estas teorías conspiratorias y maquinaciones urdidas en Moscu y Beijin, occidente reduce cada vez más su influencia geopolítica y su avance hacia un mundo con menos fronteras y mayor cooperación. Y la cooperacion es la única manera en la que podremos combatir el desastre climático aunque, claro, mucha gente todavía cree que el cambio climático es una farsa.
Los nacionalismos retornan con fuerza y desafian unidades nacionales y de manera indirecta las posibilidades de incrementar la cooperacion internacional. La derecha y la izquierda no parecen tener ya razón de ser y sin embargo cada vez existe mayor desigualdad social y economica en EEUU y Europa donde la clase media ha sido reemplazada por una clase trabajadora que se autodenomina
clase media sin serlo. Y por si todo esto fuera poco, volvemos a encontrarnos bajo la sombra cataclísmica de la Guerra fría y además en medio de una crisis económica brutal. Hay guerra de nuevo en Europa.
Para Oswald Spengler, la cultura occidental es un ser vivo, orgánico y se halla en su senectud. Y me temo que esto sea totalmente cierto. Todo fluye. Nada es.
Otras potencias ya han tomado el relevo y se espera que para el 2030, China será la primera economia mundial por encima de EEUU.
Pero no debemos desesperar ni perder la fe, es importante creer en algo. Yo creo que me tomaré otra copa.
Salud!