¿Por qué hay tantas personas valiosas de las que no se habla y se oculta incluso su existencia? ¿Teme alguien que su buen ejemplo cunda? Hablemos hoy de Melchor Rodríguez, nacido en Sevilla en 1893, fue novillero pero trabajó como mecánico de coches, también como calderero y ebanista. Militante de CNT-FAI, García Oliver –ministro de Justicia con Largo Caballero- le nombró Delegado General de Prisiones de Madrid, fue en diciembre de 1936. Se distinguió por su energía en impedir linchamientos en las cárceles y las ‘sacas’ de presos a manos de comités de milicianos. Melchor entendía que se pudiera morir por unas ideas, pero nunca que se matara por ellas. Tenía entonces 43 años de edad y, a causa de su militancia libertaria, había pasado ya treinta veces por la cárcel.
En momentos de máxima tensión se encaró con quienes iban, incontenibles, a cometer una carnicería humana en la prisión de Alcalá de Henares: “¿Tú quieres matar fascistas, no es verdad? ¿No queréis todos matar fascistas? ¡Pues entonces id al frente, que está muy cerca! ¡Yo voy con vosotros! ¿Ah, eso no os agrada? ¡Pues aquí no entráis mientras me quede un soplo de vida!”. Ante la objeción de si sabía lo que harían ‘ellos’ si fuera al revés, Melchor replicaba: “¿Qué sociedad vamos a construir después de la victoria si somos igual de asesinos que ellos?” y argumentaba que “la revolución no es matar hombres indefensos”, “no tenemos ningún derecho a matarles”, “la justicia es lo que nos diferencia de esos salvajes fascistas. Sin ella, estamos perdidos”. “¿Es que acaso estos presos son responsables de los bombardeos?”.
Entre los miles de personas que Melchor salvó del asesinato estuvieron Ricardo Zamora, el doctor Gómez Ulla, Muñoz Grandes, Martín Artajo, Fernández Cuesta, los hermanos Luca de Tena. Nuestro anarcosindicalista fue bautizado por los franquistas que le salvaron la vida como el ángel rojo. Lo cual no impidió que volviera a la cárcel durante el franquismo. De todo esto se puede aprender mucho más en el excelente documental ‘Melchor Rodríguez, el ángel rojo’ de Alfonso Domingo, documentalista y escritor que se caracteriza por su rigor, su buen hacer y su humanismo quijotesco. ME