‘El humilde por pobre’, esto significa Motolinía en lengua americana. Así era denominado Fray Toribio de Benavente, un franciscano zamorano que llegó a México en 1524, donde vivió 45 años. No se conoce su fecha de nacimiento, pero sí que oscila entre 1482 y 1491. Al comenzar el año de 1555 y con el fin de desmentir a Las Casas, a quien había conocido quince años antes, envió una carta al emperador Carlos V.
Os voy a hablar de esto, porque hay muchas cosas consabidas que están muy mal sabidas… Se hace preciso desaprender.
Los frailes despertaron la conciencia de que los españoles no eran dioses y que, por tanto, debían ser tratados como hombres. Motolinía estaba contra la separación étnica y la esclavitud del indio a manos de españoles, pero afirmaba que: “no tiene razón el de las Casas de decir lo que dice y escribe y emprime”, pues “no es todo cierto ni muy averiguado”. “Él –afirmaba Motolinía del padre Las Casas- no procuró de saber sino lo malo y no lo bueno, ni tuvo sosiego en esta Nueva España ni deprendió la lengua de los indios ni se humilló ni aplicó a les enseñar”. Y prosigue: “Dice que siempre y cada día están tiranizando los indios, asimismo dice que todos los tributos de indios son y han sido llevados injusta y tiránicamente”, “también dice estas palabras, que se siguen a la letra: ‘todos los conquistadores han sido robadores, raptores y los más calificados en mal y crueldad que nunca jamás fueron, como es a todo el mundo manifiesto’. Todos los conquistadores, dice, sin sacar ninguno”. Así, “lo que cometieron diez, por qué lo ha de atribuir a mil y disfamar a cuantos acá han estado y están”.