Desde hace algunos años, Jorge escribe en su no-diario las cosas y acciones que se ha propuesto hacer en el día, pero que finalmente no ha realizado. Es un minucioso compendio de frustraciones en la que una frase se repite por encima de todas jornada tras jornada:
«…de nuevo, no he tenido valor para hacerlo. »
Jorge vive con su madre, María del Carmen, y ella escribe un diario al más puro estilo, narrando sus experiencias de las últimas cuatro décadas. Una frase se repite durante los últimos meses:
«Jorge sigue sin tener valor para hacerlo, tiene que decidirse, y pronto.»Como todos los jueves, Jorge prepara la comida de los jueves; lentejas y boquerones fritos. Pone la mesa y después, lleva a su madre en brazos desde el dormitorio hasta el comedor, sentándola delicadamente sobre una silla previamente ablandada con un par de cojines.-Cada vez haces mejor las lentejas, hijo.-Gracias, madre. Hoy las he puesto un poco más de zanahoria y he añadido un chorrito de vinagre mientras cocían. Así tienen un toque como…
-¡A antiguo!
-Eso, madre a antiguo, para que recuerde los buenos tiempos. ¿Se acuerda cuando padre nos decía«Unas buenas lentejas no las hace cualquier mindundi; que son los platos sencillos los de sabor más inalcanzable»?
-Cómo voy a olvidarlo, Jorge…anda, trae los boquerones…A María del Carmen le ha cambiado el semblante risueño que se había pintado en los labios.
Boquerones fritos.
-Cada vez haces mejor los boquerones, hijo.
– Gracias, madre. Hoy los he frito con harina de maíz. Así tienen un toque como…-¡A antiguo!
-Eso, madre a antiguo, para que recuerde los buenos tiempos. ¿Se acuerda cuando padre nos decía
«unos buenos boquerones fritos no los hace cualquier mindundi; que son los platos sencillos los de sabor más inalcanzable»?
-No, no puedo olvidarlo, Jorge…Hijo, ¿Cuándo vas a decidirte, por fin?Jorge mira a la ventana y responde:
-Ya está hecho madre, ya está hecho. Voy a subir un poco la televisión, que acaba de empezar el telediario:“Hola, muy buenas tardes. Abrimos este telediario con una noticia de última hora: al parecer, hace escasamente unos minutos y según fuentes muy próximas a la policía nacional, ha detonado un potente artefacto explosivo en el céntrico barrio madrileño de Chamartín, concretamente a la altura del número seis de la calle de Juan Ramón Jiménez. Se trata de un lugar con multitud de oficinas y restaurantes, por lo que, y según las primeras noticias que nos llegan del lugar de los hechos, el número de víctimas y heridos de consideración es muy elevado. Nuestra compañera Elena Bañobre se encuentra muy cerca del lugar de los hechos, a escasos doscientos metros del lugar de la detonación, junto al perímetro de seguridad que ha establecido la policía para….”– Bueno, niño ¿Y qué tenemos de postre?-Pues, como todos los jueves, Flan, flan de huevo. Hoy no me ha dado tiempo a hacerlo. Es comprado…– No importa, cielo. Hoy tenías cosas que hacer, no pasa nada; que tu madre ha comido de todo en su vida. No voy a llorar porque hoy no coma flan casero.Jorge sonríe.-Estoy orgullosa, muy orgullosa de ti, hijo.-Gracias, madre ¿te llevo al dormitorio?-No, hoy no. Quiero estar un poco más aquí, contigo. Ponen una del Oeste en La Dos “Centauros del desierto ¿la vemos Juntos?– Claro, Madre, claro. Espera que te acomodo en el sillón.– Ese es mi hijo ¡El mejor entre los mejores!Afuera, un hilo musical de ambulancias con el ojo fuera de la órbita, levanta las aceras que moran cerca del filo del mundo.“Algún día se convertirá en un agradable lugar para vivir. Puede que hagan falta nuestros huesos como abono para que eso ocurra” Ethan. “Centauros del desierto”.
Todo un diálogo que Hitchcock te obligaría a guionizar con lo que falta, para una de sus películas.
Genial.
No a cualquier mindundi se le da bien hacer lo más sencillo, lo más simple, lo más básico; porque precisamente el don nadie, inepto e incompetente el que es incapaz lograr la sencillez y simpleza de hacer lograr la felicidad de los demás.