Desde tiempos inmemoriables existe algo que me acabo de inventar llamado “El Ciclo del Listo”.
El Ciclo es muy simple: Eres tonto porque no sabes algo. Aprendes, te sientes listo, te pasas de listo, vuelves a ser tonto, y vuelta al punto cero.
¡Es muy divertido!
Y es imprescindible, porque el humano en su infinita arrogancia siempre quiere saber más, aunque no siempre sepa usar ese conocimiento.
Y es que una cosa es el conocimiento, y otra la sabiduría. Esta última comienza a hacer su aparición cuando, de tantas vueltas dadas en ese ciclo adquieres algo llamado Humildad.
Y la humildad, en contra de lo que nos han hecho creer, no consiste en ser pobre y aguantar humillaciones. Consiste en entender que por mucho que aprendas, siempre será más lo que no sepas.
Entendiendo esto, comienzas a ser sabio. Pero es mejor no repetírselo muchas veces, o comenzaremos el ciclo de nuevo.
La sabiduría pues, consiste en hacer buen uso de lo aprendido. Y para eso es necesario revisarse, y entender que cuando alcanzamos una meta interior más allá del ego, este último hará lo posible por avanzar hasta tu posición, dado que no ha conseguido detenerte en la anterior, y tomarla para si.
Y de ahí el “pasarse de listo”. Esto sucede cuando el ego ha conquistado tu plaza, anestesiando previamente tu disfrute del logro, y convirtiéndolo en autocomplacencia.-
Así que ahí está la herramienta. Cuando la celebración de tu logro se empiece a convertir en autocomplacencia, y detectes que la usas para justificar tus acciones ante otros, no te quepa duda. El ego ha tomado tu posición.
En ese momento calma, silencio, revisión… Y así rompemos el ciclo del Listo y lo transformamos en un continuo crecimiento personal, con leves paradas a revisar.
¡Que disfrutéis de la vida!