Seguro que muchos que inicien la lectura de este artículo lo hagan pensando en una receta de cocina especial para estas fiestas navideñas, pues no es así, porque el plato que propongo es tan simple a la vez que exquisito, por lo menos a mi desde muy pequeño me ha encantado y tengo constancia que a otros muchos también que, al margen de pequeños detalles, es algo que todo el mundo sabe hacer y que lleva muy poco tiempo a la vez de lo barato que resulta, me refiero a huevos con patatas fritas, donde el huevo pueda estar más o menos hecho, incluso revuelto, con puntilla y sin ellas… y las patatas doraditas, cortadas en tacos alargados, sin churruscarse.
Esos mismos que han iniciado la lectura y que todavía hayan aguantado a llegar aquí, a veces, me pregunto si así será en otros de mis escritos, más que todo por lo poco que se lee en los últimos tiempos al margen de lo que se publica en facebook, twiter, pinteres, instagram, y demás redes sociales afines o desafines a sus usuarios, se preguntaran qué hacen con el capón, el tostón, el cordero, la merluza, el rape, los langostinos, las cigalas, incluso para algunos más acaudalados, con la langosta. Pues yo diría que se la metan quienes la venden por donde les quepa, y no niego que a mi me gusta comer y, a base de bien, pero no por ello a costa de hacer más cuesta arriba la cuesta de enero o, incluso como algunos hacen, arrastrando un préstamo a lo largo del año.
Quiero que me disculpe mi carnicero y pescadero, incluso el frutero que también ha subido el precio de la fruta y verdura, y que según me ha dicho todavía subirá más en los próximos días, dando por seguro que la carne y la pesca lo harán a más del doble, porque al decir que se metan sus productos por donde les quepa no es por animadversión contra ellos, sino contra el mercado en general o debería decir contra el sistema capitalista de la oferta y la demanda que hacen que estas fechas se convierta en un dispendio para las familias, incluso para las que les cuesta habitualmente llegar a final de mes, porque todos nos sentimos en la necesidad de festejar como lo hace el vecino y si se puede mejor que él, la navidad. Que incongruencia, si tenemos en cuenta que el nacimiento que se festeja fue de alguien que prometió la entrada en el reino de los cielos a los pobres y que vivió según las escrituras de forma sencilla.
La actitud es tirar la casa por la ventana, al margen del cristianismo, de ser creyente o no, es una costumbre que, por supuesto, allá cada uno con su bolsillo, con su entidad bancaria, con su estómago y con sus ganas de fiesta y, sobre todo con su disposición a que le estafen en estos días, al fin y al cabo es una vez al año; aunque yo me pregunto ¿quién no come de vez en cuando esos manjares?que en estas fechas vemos como inevitables y necesarios en nuestras mesas adornadas con el mejor mantel, la mejor cristalería, cuberteria y vajilla completa.
Lo dicho, no pretendo amargar las fiestas a nadie, al menos yo no lo haré porque como he dicho me encantan las patatas con huevos fritos y, eso será lo que cene, al margen de una copa de vino, un poco de turrón y el cava, aunque festejando el solsticio de invierno como inicio de una época luminosa, que me gusta más, es mi forma de darme gusto, evitar que me estafen y no contribuir al alza de precios con mi demanda.
Feliz solsticio de invierno.
Bueno, bonito y barato. Qué más pedir.
Coincido contigo, Feliciano, en la bondad y exquisitez de ese par de huevos fritos con patatas fritas (como las de la fotografía) que es un manjar y de los grandes, por no decir de los mejores. Por poner un poco de sabor de la tierra, añadir unas lasquitas de jamón ibérico (de la Dehesa Extremeña), aunque también pueden valer: de Jabugo Trevélez, Guijuelo, Los Pedroches, Teruel,… no en exceso, pero sí un poquito, como contrapunto.
No creo que sea un reflejo condicionado, como aquel de perro de Paulov, pero me he puesto a salivar cuando has citado el manjar… y más aún con la contemplación de la infografía…
Que no tenemos remedio. Era mi comida infantil preferida y aún lo sigue siendo…
Un abrazo, Feliciano, que se cumplan tus deseos para estas fiestas y a seguir bien o mejor, si se puede,en el año próximo.