Suena mi móvil, me avisa de la llegada de un whatsapp, lo leo y dice: “estoy en shock, me ha dicho mi abogada que ingreso en prisión”.
Este es el mensaje que recibi ayer de Noemí Otero, la mujer maltratada durante más de 15 años por su expareja, y que, harta de aguantar palizas pinchó a éste con un pequeño utensilio, siendo condenada a cuatro años de prisión.
Desde este medio hemos intentado ponernos en contacto con ella y la respuesta ha sido que no podía hablar debido a su fuerte estado de ansiedad. Lo entendemos y respetamos su silencio, pero, desde que nos preocupamos por este tema hace poco más de una semana relatando los hechos que la han llevado a dicha condena, no hemos podido dejar de pensar en ella, en su sufrimiento, en la injusticia de la condena que, en su mayor parte se debe a que su defensa por falta de medios económicos fue encomendada a abogados de oficio que, ni siquiera propusieron la práctica de las pruebas necesarias para demostrar su inocencia.
Esto es lo que suele pasar muchas veces cuando la garantía de la defensa en juicio y asistencia jurídica se encomienda a abogados del turno de oficio que, por una pequeña retribución por parte del Ministerio de Justicia le encomiendan por, poco más de 100 euros, encomiendan a abogados que están en el turno de oficio, y cuya inexperiencia en muchos casos y, en otros, por la falta de motivación económica, no se preocupan más allá que despechar la defensa encomendada de manera superficial. Esta es la garantía que el sistema judicial otorga a los pobres, cumplir con el expediente y poco más.
Cuando la defensa es retomada por Sonia, una abogada que de manera vocacional se dedica a la defensa de mujeres que han corrido o siguen corriendo la misma suerte que Noemí, pero ya es tarde. La sentencia ya está dictada y, aún a pesar, de solicitar la revisión del caso la respuesta es que ya es tarde por el tiempo transcurrido. Sólo queda la concesión de un indulto que se ha solicitado pero que no llega. ¿Será porque el gobierno nada más tiene tiempo para la defensa de los casos de corrupción que tienen dentro de su partido?, ¿Será porque pasan de los maltratos que muchas mujeres sufren en este país a manos de sus parejas, limitándose solamente a campañas de concienciación?. En definitiva, el indulto no llega y Noemí ingresa de manera inminente en prisión.
“La sentencia ya está dictada y, aún a pesar, de solicitar la revisión del caso la respuesta es que ya es tarde por el tiempo transcurrido. Sólo queda la concesión de un indulto que se ha solicitado pero que no llega.”
Condenada a prisión, como si no fuera suficiente el calvario que desde muy jovencita ha sufrido. Una doble condena, maltratos y prisión. Y la justicia no llega. Solamente el apoyo emocional de sus amigas, la lucha de su abogada porque se haga justicia. Los medios se han olvidado de ella, quizá acudan a la entrada de la cárcel el día de su ingreso buscando la carnaza que aumente su nivel de audiencia y luego si te he visto no me acuerdo, porque ya deja de ser noticia.
Ta vez los amigos de su agresor que, continuamente se han estado burlando de esta mujer en foros de redes sociales, incluso amenazándola, motivo por el cual ha puesto varias denuncias sin ser resueltas; se froten las manos, se alegren de su ingreso en prisión, incluso, tal vez hagan una pequeña fiesta para celebrarlo, porque la crueldad de determinados hombres de medio pelo, peor que animales salvajes, no tiene límites.
¿Dónde están esas asociaciones de defensa de mujeres maltratadas?, ahora deberían salir a la palestra y luchar por ella, con ahínco Sin embargo, el silencio es absoluto.
¿Dónde está esa sociedad que debería estar apoyando a este mujer en una manifestación multitudinaria?. Claro, Noemí no es mediática, o porque tal vez por defenderse de un enajenado en propia defensa ya no es tan inocente, a saber lo que hay detrás, pensarán muchos, como muchos también son los que meten la cabeza bajo el ala para denunciar maltratos que conocen. No es mi problema, ¿verdad?.
El caso, es que Noemí ingresa en prisión… Será que para la para la justicia o para el gobierno no es suficiente la condena que ya ha cumplido soportando paliza tras paliza. Será que a esta sociedad solamente le gusta hacer ruido cuando puede sacar algún provecho personal de ello, pero no cuando el problema no les afecta directamente, olvidándose que, realmente no es así, que estamos ante una lacra social cuya tolerancia por los demás debe ser cero.
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