En el fondo del mar,
donde encuentran su camino los ahogados.
Sorbo a sorbo,
leyendo el libro del mundo,
tragando ya sin sueños aquel sueño de la vida.
Con las luces del mundo apagadas,
en tortura sigilosa,
las puertas se han cerrado y ya no volverán a abrirse
porque yo sé quien viene a abrir puertas que ya no existen.
Es hora de partir,
como la flecha al blanco vamos hacia la muerte ahorcados,
sin memoria de nosotros, casi apagados.
Con una mano mía en mi mano,
a la espera,
leyendo el libro del mundo
atisbo el fondo del mar,
allí,
donde encuentran su camino los ahogados.
Estupendo poema. Felicitaciones
Estoy de acuerdo
Un poema muy bonito !