Buena pregunta. Busco información sobre los pros y los contras de hacerlo o no hacerlo: argumentos de los científicos, de los no científicos y de quienes han pasado por la experiencia de la vacunación. La opinión de todos ellos dará cierta luz en este túnel por el que todos estamos pasando.
Tras una pequeña búsqueda encontré algo que sin duda nos puede ayudar. Una página web llamada “historia de las vacunas”; en ella, plantean 20 preguntas acerca de este tema, como: ¿Por qué hay tantas?, ¿Por qué no son eficaces el 100%?, ¿Cómo funcionan?, ¿Se realizan suficientes pruebas?. Y la que más me ha llamado la atención ha sido: ¿contienen las vacunas tejidos de fetos abortados? Las respuestas son bastante claras.
Terminé con ésta web y encontré otra bastante parecida llamada “la salud de los niños”, pero centrada en la temática de los bebés. Las direcciones web están al final.
El siguiente vídeo, de apenas dos minutos, muestra qué es una vacuna y porqué no puede hacer daño. También explica conceptos como “inmunidad de grupo” y por qué algunas personas que no pueden vacunarse necesitan que el resto sí lo haga.
En este otro vídeo se plantea la pregunta de si las vacunas son buenas o malas. Es completo ya que cuenta su historia, quién fue la persona que descubrió la primera, cómo lo hizo, cómo funcionan y el número de personas a las que ha salvado.
Pero lo más interesante, y quizá pocas personas sepan, es cómo comenzó el movimiento “antivacunas”. Expone cómo cierto doctor, a través de un informe falso, trató de desprestigiar una vacuna para beneficiar a la que él quería comercializar. Esto fue como prender fuego en verano, no hubo forma de pararlo. Para algunas personas las vacunas no sólo no curan enfermedades sino que las provocan.
Tras visionar estos videos parece que ha quedado todo claro. Lo que plantea está bien argumentado y se entiende con claridad, pero la verdad es que quien está detrás es la compañía que lo patrocina… Al menos tenemos datos acerca de personas, fechas, descubrimientos etc. de los que podremos tirar para buscar más información si la necesitamos.
Sigamos buscando más información sobre este tema. El psicólogo Albergó Soler, nos introduce en la mente de los “antivacunas”, dando un repaso a la historia de las vacunas, para exponer después la forma de pensar de los colectivos que rechazan este tipo de medicinas.
Llama la atención, quizá lo más de este vídeo, la manera de mostrar cómo unos pocos son capaces de influenciar a muchos y de cómo inoculan ideas tóxicas dentro de la sociedad, a través de Internet de una manera sencilla y sin ningún tipo de responsabilidad. Como la idea de los supuestos daños físicos que producen, o las cuestiones religiosas que provienen de textos sagrados, o incluso de nuevas religiones que van surgiendo. No nos podemos olvidar de ciertas corrientes naturalistas que confían en que, como la propia naturaleza es sabia, los protegerá.
También los hay que no quieren ser inyectados. ¿Por qué tengo que vacunarme si no lo quiero? Es mi cuerpo, mi responsabilidad y mi salud la que está en juego. Pero el psicólogo ve positivo el hecho de que por ley las personas tengan que hacerlo, para salvarse ellas y salvar a los demás. Si fuera así, y aquí está una idea envenenada, sus derechos se verán mermados.
Esto me recuerda a cierto país asiático que no es Japón: sé bueno, haz lo que yo diga y el camino se te allanará. Pocas piedras encontrarás si sabes evitarlas.
Creo que es hora de pararse a reflexionar acerca de la información que tenemos y ver qué ideas nos aclara. Una de ellas es que las vacunas no son peligrosas de por sí, salvan muchas vidas, nos libran de importantes secuelas y que, ante ciertas enfermedades de fácil contagio, la sociedad debe ser protegida en su conjunto.
Documentos TV es un veterano programa de investigación. En este reportaje indican que en Estados Unidos a un bebe se le administra la primera vacuna nada más nacer, pero lo curioso es que recibirá treinta y cinco inoculaciones en sus próximos seis años de vida para inmunizarlo de catorce enfermedades diferentes.
La otra opción, la de no vacunar también es válida pero, ¿qué ocurre cuando hay un brote de una enfermedad?: problemas. Cuánto más grande más daños genera. Uno de los expertos en medicina advierte de que la población tiende a volverse confiada después de años sin tener contacto con ciertas enfermedades, y es ahí donde radica el verdadero problema, que no deja de ser el no sopesar el verdadero peligro y el daño que ciertas enfermedades pueden producir.
El doctor “Beneficio ” es el nombre que le han puesto a un médico que descubrió una vacuna. La idea de que se busca el beneficio por encima de la salud es muy poderosa, ya que la industria farmacéutica es de las más potentes del mundo. Sin embargo, una vez que se ven las secuelas de algunas de las enfermedades más comunes, uno se plantea si debe arriesgarse a que sus hijos se queden con algún tipo de secuela.
¿Cuán fácil es eximir a los niños de sus vacunas? Solo hay que mirar a Oregon
El resto del reportaje explica muy bien ideas como que a través de estudios realizados entre más de medio millón de niños daneses, de los que se conocían todos sus datos, se demostró que la vacuna “triple vírica” no causaba autismo ni ningún tipo de enfermedad. De la misma manera, que algunos compuestos que llevan algunas vacunas, como el mercurio, son tan reducidos que no son dañinos. Lo mismo pasa con otras vacunas muy polémicas.
Por el otro lado están los miles de padres que has visto que tras vacunar a sus hijos éstos sufrían de unas regresiones que no eran normales. Sus hijos enfermaron. He de reconocer que si me pasara a mí desde luego que creería que la culpa la tienen las vacunas, en esto no voy a mentir. Así que no me extraña que algunos padres cuyos hijos han sufrido enfermedades graves tras vacunarse, crean que la culpa la haya tenido la misma.
Aparte de todo esto, hay una picaresca escondida, y es que han conseguido, a través de sus reivindicaciones, fondos para el estudio del autismo y otras enfermedades.
No olvidemos también, que Internet es de libre acceso, puede publicar cualquiera, y se ha llenado de una pseudociencia que capta muy bien el miedo y la falta de conocimiento de la población. Por desgracia, muchos desesperados por buscar respuestas están dispuestos a agarrarse más a una idea soñadora que a una científica. De aquí la gran importancia de depurar la información que vemos y escuchamos.
Ahora, después de informarnos, al menos por encima, sobre lo que es una vacuna, como funciona y los beneficios que posee, estamos en condiciones de decidir si esperamos a la cola de la vacunación o no. De si merece la pena arriesgarnos a pasar la Covid-19 o nos arriesgados a sufrir en Cuidados Intensivos, pero pasarle el virus a alguna persona débil que seguro que lo va a pasar mal, si consigue salvarse, hay que pensárselo más.
Para más información:
Las 20 preguntas más importantes sobre la vacunación
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