Andar con paños calientes, es una expresión popular que nos asoma al ámbito de la ineficacia, a los problemas para los que se toman medidas que no resuelven nada, por mor de urgencia, de incapacidad del responsable de las medidas o, simplemente, utilizando otra expresión popular, en este caso de origen taurino, por la conveniencia de dar una larga cambiada, un capotazo.
Sin duda, visto desde este momento, aunque ya anunciado en su momento, hay pocas medidas tan ineficaces, tan inútilmente dispendiosas para las arcas públicas, tan arbitrarias, como la medida de los veinte céntimos para aliviar la subida de los combustibles y capotazo para paliar,( paños calientes = remedio paliativo e ineficaz, según la RAE), la urgencia de una huelga de transportes que resultaba impopular e insostenible para el gobierno.
A día de hoy, los veinte céntimos ya los han remontado las petroleras, o sea, que se los embolsan, mientras el gobierno dilapida esos impuestos sin rubor, porque le garantizan una devolución mayor. Es lo bueno de las subvenciones, que se pagan con los impuestos recaudados y no salen de los impuestos a recaudar. Primero te lo cobro, luego te lo quito, y con lo que te quito aumento lo siguiente que te cobro. Un negocio redondo para la administración, y para las petroleras.
Pero esta denuncia, este primer artículo de nuestro Canal Consumo, no pretende, hoy, en este momento, meterse en harinas políticas, y la reflexión anterior solo tiene la intención de poner en antecedentes al lector sobre un tema candente, sobre un uso fraudulento, por algunas empresas, de la subvención de los combustibles.
¿Reposta usted en las gasolineras de los Centros Comerciales Carrefour? ¿Tiene usted una tarjeta de fidelización por la que le ofrecen un 8% de descuento en el combustible? ¿Ha observado en su ticket, en su factura, desde que ha entrado el vigor el descuento de veinte céntimos por litro de combustible, como se aplican los descuentos? Si a las dos primeras preguntas su respuesta ha sido positiva, y en la tercera ni ha reparado, le voy a adelantar una noticia, Carrefour se lleva embolsando, desde el treinta y uno de marzo, con plena consciencia, 1,60 céntimos de los veinte que el gobierno le devuelve a ellos por su consumo, o sea, un 8%.
Si quiere hacerse una idea del negocio, multiplique 1,60céntimos, por los litros despachados diariamente en cada una de sus gasolineras, por el número de gasolineras y por el número de días transcurridos desde la entrada en vigor del decreto. Un dineral que Carrefour se olvida de incluir, se ahorra, en los importes de fidelización que ofrece cuando repostamos. Tal vez publicidad engañosa, tal vez descuido comercial. Tal vez.
Concepto | Ticket | Debería ser |
Litros repostados | 51,60 | 51,60 |
Precio por litro | 1,919 | 1,919 |
Importe a pagar | 99,02 | 99,02 |
Subvención | 10,32 | 10,32 |
Total con subvención | 88,70 | 88,70 |
8% tarjeta Carrefour | 7,10 | 7,92 |
Ha perdido usted | 0,82 |
En román paladino, le ofrece un 8% sobre el precio del combustible, pero ese 8% lo aplica sobre el precio subvencionado del combustible.
Con el ticket en la mano me fui a la caja y mostré mi disconformidad con la aplicación del descuento, e inmediatamente llamaron a la responsable de la gasolinera, que, cuando le expliqué que la aplicación de las cantidades estaba, según mi parecer, equivocada, ni siquiera se interesó por cuál era mi queja, directamente reconoció que se debía a un error informático, pero que estaría subsanado al día siguiente, y que me devolvían, de hecho me devolvieron, la diferencia en efectivo. También, y es justo hacerlo constar, a día de hoy, siete de mayo, cuando escribo este artículo, en el que he ido a hacer un repostaje para verificar si se había corregido el error, la aplicación de todos los importes en el ticket era correcta, así como lo era la cartelería de precios y aplicaciones.
Claro, evidentemente, mi siguiente cuestión fue por qué no había ningún cartel, ningún aviso visible, que advirtiera del error, para subsanar el fallo y que todo el mundo recibiera el importe qué, en ese momento, las cajas con cola, estaban aplicando indebidamente ¿Cómo pensaban devolver todo lo que ya llevaban cobrando durante veintiséis días? No hubo respuesta, eso ya estaba fuera de su responsabilidad y no podía contestarme.
Y eso no es todo.
Ya puesto sobre la pista, pedía una garrafa de un aditivo para vehículos diesel, que también está sujeto a la subvención de los veinte céntimos, pero, cosa extraña, no había. No había en la gasolinera, en la tienda, y sin hacer referencia a la subvención, había todo el que se quisiera.
No sé, no está a mi alcance saber, si Carrefour le está pasando al gobierno la subvención por los litros de aditivos vendidos sin aplicar la subvención a los clientes, pero, si fuera así, el importe de la incorrección puede ascender considerablemente. También esto se ha corregido y hay un cartel en la estantería correspondiente advirtiendo del descuento de veinte céntimos sobre los aditivos al combustible, al pasar por caja, por lo que, tal como especifica el decreto, figuram el precio total sobre el que se aplica el descuento.
Y llegados aquí, corregidos los errores, hemos de suponer que lo fueron, cometidos en la aplicación, solo queda que Carrefour, demostrando su buena fe y su compromiso con sus clientes, abone a estos las cantidades aplicadas incorrectamente.
Habrá quien piense que es un imposible. No, no loes. Es más, informáticamente es sumamente sencillo. Por si no se les ocurre, como analista de aplicaciones que soy, les voy a dar la solución. El error se cometió en la aplicación del descuento del 8% que tiene todos aquellos clientes que poseen alguna de las tarjetas de fidelización de Carrefour y/o que paguen con la Visa Carrefour. De todas estas tarjetas tienen una base de datos con la filiación de su asociado. Todos los productos tienen una identificación por sección, o línea de producto. De todas las tarjetas se hace una liquidación periódica mediante la emisión de un “Chequeahorro”, que recoge la suma de todas las cantidades acumuladas por descuentos de compras con las tarjetas.
La solución es sencilla. Cojan todas las operaciones sujetas a subvención realizadas con tarjeta de fidelización entre el día de entrada en vigor del decreto, 1 de abril del 2022, y la fecha en la que se corrigieron los errores de aplicación, entre el 26 de abril y el 7 de mayo del 2022, calculen la diferencia mal aplicada y en el próximo “Chequeahorro” de esos clientes incorporen la cantidad calculada, especificando claramente el concepto y el importe.
Cualquier programador con dos dedos de luces, si su programa está mínimamente bien diseñado, no tardará más de tres días en codificar el programa de cálculo, sé de lo que hablo, pongamos otros tres días para modificar el programa de salida, el de caja no habría que tocarlo, y demos a la burocracia diez días para tomar la decisión y dar la orden. En un par de semanas la solución debería de estar funcionando, Carrefour descansada después de hacer las cosas correctamente, y yo alabando desde esta tribuna su voluntad y compromiso con sus clientes. Ánimo.