La ballena es un cóndor que navega
sobre cumbres de islas subterráneas.
Sueña el perezoso en convertirse en tortuga
y el pájaro en ser ola.
Todos tiramos piedras al mar.
Todos caminamos con cadencias
que nos arrastran a los caminos.
En fin, que somos menos libres de lo que vemos.
El escorpión no puede dejar de picar a la rana,
pero el determinismo me toca los cojones
y Chopenjaguer era un mandao
Siempre queremos espacios de libertad, para no usarlos
Siempre queremos muchos museos, para no visitarlos
Estamos condenados a miles de años de sumisión.
Luego nos preguntaremos el porqué, pero solo luego.
Arde dentro, pero nadie se fija
Solo unos pocos
Solo unas pocas
Solo ellos luchan.
Los demás se unirán luego, pero solo luego.
Los peces saben dan pinceladas,
pero a ese mar le importa una mierda.
Qué fácil es tener piedad.
Qué fácil es dar limosna.
Qué fácil es ser humano.
Los pezones de las montañas
se alisan con los vientos y los años
Todo el mundo grita:
¡Alguien tenía que hacer algo!
¡Esto es una barbaridad!
Pero solo alguien.
Los salmones mueren, las sardinas también.
Hay días que pienso y otros que como yogures.
Los delfines son mentirosos,
pero solo los arenques lo saben.
Ponen sonrisa falsa como buenos londinenses que son.
Las ballenas con memoria vieja gritan socorro,
y ha salido un producto nuevo para fregar los suelos.
Por Sudamérica las profundidades marinas esta llenas de héroes,
Alfonsina desde Mar de Plata los cuida,
saltando de mar en mar con su ejército de sirenas
y esclavos negros africanos ahogados
Frida karo, dibuja flores para los mares y mujeres,
y Tina Modotti me rompe el corazón cada dia.
La negra Sosa canta profundo las fallas oceánicas.
Y creo que alguien manda algún “pensiero”
Para los muertos en el mare monstrum
Negros o blancos.
En las playas de Somalia hay cosas o gente flotando.
También en Grecia, en Turquía, en España…
Sueñan las olas en no tener que dejar recuerdos muertos en las playas
Sueñan los ahogantes en saber volar.