Hay mucha gente perdida en esto del uso de las Redes Sociales (RRSS), convirtiendo sus actuaciones en estos medios desde un hazmerreír para el resto de usuarios hasta poner en riesgo su integridad física y moral con publicaciones sobre su vida íntima o personal que cuelgan en canales de mayor transmisión de datos del planeta como Facebook, twiter o instragram, entre otros; no sólo porque se hacen vulnerables ante los demás, sino también porque, y aquí entramos en el campo de la moral por no existir una tipificación de este tipo de conductas en el Derecho Penal, como es la acción repetida de muhos padres de familia de colgar fotos de sus hijos menores de edad, sin tener la prudencia de limitar quienes los que pueden tener acceso a las mismas.
También entran en el ámbito de lo moral el contenido de muchas publicaciones, cuyo único argumento es el ataque a través del insulto, la intolerancia y la violencia verbal, en general; sin argumentaciones, incluso utilizando información no veraz o sacada de contexto para argumentar sus falacias convirtiéndolas en ad hominem, al globalizar conductas y ataques de forma irreflexiva en relación a unas determinadas ideas o personas, simplemente por no comulgar con ellas.
Me enojo cuando la más importante Red Social, como Facebook, únicamente controla determinadas conductas que ponen en peligro su actividad comercial a través de la difusión de publicidad, obtención de “likes” y otras similares, calificando de Spam, una publicación difundida en los grupos a los que se pertenece y relacionada con ellos, no con intereses mercantiles de ningún tipo , sino simplemente de poner en circulación pensamientos, ideas u opiniones y; sin embargo no controlan conductas como las indicadas, incluyendo también aquellas que atentan contra el honor, la intimidad personal y familiar, y la propia imagen, que pueden llegar a calificarse de calumniosas e injuriosas la mayoría de las veces y, por lo tanto, penadas por la Ley.
Claro, que lo perfecto sería que nadie nos tenga que venir a controlar nuestras acciones porque se nos presupone lo suficientemente maduros y responsables, y aquí también entra la responsabilidad por el uso adecuado de las RRSS por nuestros hijos menores de edad; quienes la mayoría de las veces campan a sus anchas, accediendo incluso a información para adultos o a páginas, que deberían estar cerradas por ilegales por traficar de manera encubierta con todo tipo de mercancía.
Pero, ¿cómo exigir responsabilidad a personas a personas que carecen de dos dedos de frente?… ¿a personas inmaduras, fanáticas, descerebrados?. Aquí jugamos un papel muy importante todos los usuarios de las RRSS, al menos de los que queremos un internet limpio, veraz y responsable; un papel que consiste en denunciar cualquier tipo de conductas que puedan ser constitutiva de delito a las autoridades competentes, como son las fuerzas del orden público o ante el juzgado de guardia y, por supuesto, ante el administrador de la propia red social, bloquear y denunciar ante el citado administrador cualquier información que no sea veraz, siempre que pueda probarse dicha falta de veracidad; no dar pábulo a posiciones radicales de confrontación; así como de cualquier tipo de conducta que al prudente juicio del usuario pueda ser inmoral o ilegal. En definitiva, completar la falta de responsabilidad o evitar el mal intencionado uso de las RRSS en consecución de objetivos espurios.
“¿cómo exigir responsabilidad a personas a personas que carecen de dos dedos de frente?… ¿a personas inmaduras, fanáticas, descerebrados?. Aquí jugamos un papel muy importante todos los usuarios de las RRSS, al menos de los que queremos un internet limpio, veraz y responsable;”
Si no limpiamos las RRSS corremos el riesgo de que se convierta en una gran cloaca de información, en vez de en una herramienta útil para las personas o en un espacio limpio para la información y de convivencia pacífica entre las personas.
Somos conscientes que estamos ante una labor muy difícil porqué, como en la vida misma, indeseables que se pegan a la mierda los hay por todos los lados, pero no imposible; al menos sabrán que están siendo observados.
Por último, también resulta aconsejable que la RRSS sean usadas adecuadamente, limitando el acceso a la información más sensible a las personas que realmente se tiene confianza y no de manera pública, dejando a salvo las imágenes de niños. Hay cientos de tutoriales que pueden encontrarse en google, lugar donde también podemos buscar la ortografía correcta de las palabras cuando dudemos de ella, demostremos que somos cultos al hablar y al escribir, se trata, simplemente del respeto a nuestro idioma. Hay palabras que duelen verse escritas de manera inadecuada, o sustituyendo, que también destruyendo, mediante el uso abreviaturas, signos y emoticonos, sentimientos que antes transmitíamos mediante la palabra, y que, a veces por su carácter minimalista, es imposible de traducir.
Convirtámonos en guardianes de las RRSS, en guardianes virtuales, compartiendo nuestros posts con el hashtag #guardianvirtual, como garantía que lo que contamos es veraz y esta limpio o no adulterado, que somos personas respetuosas y que buscamos simplemente una convivencia pacífica, compartir nuestro tiempo u ocio con otras personas en cualquier parte del mundo.
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