Creo que todos estaremos de acuerdo que, según el cariz que ha tomado la política en este país en los últimos tiempos donde los corruptos parece que salen de debajo de las piedras, las promesas o juramentos que los distintos cargos hacen de guardar lealtad al rey, cumplir y hacer cumplir la constitución como norma fundamental del Estado, se han convertido en otra farsa más de las muchas que tenemos que soportar los ciudadanos.
Pero, la pregunta que se hace obligada en este momento, no puede ser otra que ¿no puede castigarse a aquellos servidores y representantes del pueblo por incumplimiento de tales promesas o juramentos?. No. Porque no existe ningún tipo penal que castigue este tipo de conducta, salvo que concluya en la comisión de algún otro tipo de delito tipificado penalmente como es la prevaricación, malversación de fondos, fraude fiscal, evasión de capitales y otras conductas a las que nos tienen acostumbrados este tipo de fauna política sin decencia y los partidos que los cobijan; en algunos casos a modo de organizaciones criminales que participan, ocultan y, hasta podríamos decir, actúan como cómplices o cooperadores necesarios, y que, aunque las evidencias nos muestran tales actitudes, en respeto a la presunción de inocencia que ellos mismos incumplen cuando se trata de juzgar al contrincante pasándosela por el arco del triunfo, nos obliga a hablar de ellas como presuntas hasta que un Tribunal las confirme como en el caso del Partido Popular, bajo cuyo paraguas se han convertido excesos por sus cargos políticos, algunos condenados y otros que, actualmente están siendo investigados.
Entonces, ante este tipo de comportamientos que los políticos tratan de minimizar bajo el argumento de que son casos aislados, ¿qué postura debemos adoptar los ciudadanos ante quienes incumplen lo que podríamos denominar por su analogía como juramento “hipocrático”, en cuanto que sólo puede atribuírsele un contenido de carácter ético?. Evidentemente, sólo caben dos opciones, la primera la del pataleo que nos lleva a muchas y muchos a manifestarnos en contra de tales alimañas políticas, y la más decisiva y más importante no votarlos para impedir que renueven esos juramentos que no sirven absolutamente para nada.
Indudablemente, estamos ante un corrillo de zorros en cuyo centro, el rey, no tiene ninguna atribución ejecutiva, salvo la del promulgar las leyes, aún las que a posteriori se han declarado inconstitucionales o en contra de alguna directiva comunitaria, y la protocolaria de recibir cada cierto tiempo a un presidente del gobierno inútil para informarle de las cuestiones de Estado, y la de reunirse con los lideres de los diferentes partidos antes de formarse gobierno por el más votado tras las elecciones generales; pero que, bien podría censurar la descomposición de un sistema por quienes se han convertido en desleales a la jefatura del estado que representa. Conducta permisiva que hace que algunos dudemos de la eficacia de esta institución a la que sólo vemos inaugurar exposiciones, dar la mano a embajadores o disfrutar de sus excelentes vacaciones de verano e invierno a todo lujo.
“Indudablemente, estamos ante un corrillo de zorros en cuyo centro, el rey, no tiene ninguna atribución ejecutiva (…); pero que, bien podría censurar la descomposición de un sistema por quienes se han convertido en desleales a la jefatura del estado que representa“
Estamos pues, ante un circo político, ante un engranaje donde el dicho de “entre todos la mataron y ella sólo se murió” refleja la pantomima de este sistema que los ciudadanos nos tenemos que tragar sino queremos que nos amordacen con leyes represivas por ellos aprobadas y refrendadas con el único objeto de que nadie pueda usar la libertad de expresión como cortapisa a sus ignominiosas conductas.
Seguiremos con el cuento del lobo que, disfrazado con piel de cordero se come a las ovejas, mientras el pastor sale corriendo para no tener que enfrentarse a tan fiero animal, aunque ello ponga en tela de juicio su valentía y su propia dignidad. Pero, esto es España y no podemos pedir otra cosa, porque sólo hemos aprendido a tirarnos piedras en vez de unir nuestras fuerzas para conseguir algo mejor.
Muy bien el escrito exceptuando algunos detalles de vital importancia. La dichosa diferenciación de género. Retorcer el idioma por intereses personales; los redactores, nos quieren dar a entender que ya no somos personas, ahora somos “muchas y muchos”. Queda clara la anteposición de los términos y su debida separación. En una país donde los partidos políticos !TODOS SIN EXCEPCIÓN! incluso Podemos ¿sí?, junto con los sindicatos y los medios de comunicación son órganos de Estado, donde los poderes no están separados y el sistema electoral es un foco de traición, nada; repito nada se puede esperar excepto la corrupción por sistema y la legitimación por parte de 28 millones de “BORREGOS”. Claro que no debemos votar y si podemos, lo que no Podemos es elegir personas y si votas debes elegir listas de partidos, que son UNA OPOSICIÓN inexistente y colmada de ambiciones de poder. Por lo tanto y resumiendo, hasta que no haya un pedido de libertad constituyente bajo un acto de libertad política colectiva, lo demás será eso, INDIGNACIÓN ideal para ser manipulada por los adulamasas profesionales.
Esto daría para un buen Artículo.
Si un solo político propone esto en España solo por honor, será el próximo presidente por una sencilla razón, si teniendio la posibilidad de ser presidente y solo por moralidad, pone el cargo a disposición del pueblo, qué más el pueblo que elegir al que lo liberó de la tiranía de partidos monárquicos.
1.- Solicitar la inmediata disolución de las cortes.
2.- Elegir dentro de las personas más cualificadas del país un equipo de gobierno que sea neutral y que no pertenezca a ningún partido político.
3.- Mientras este se conforma, que se vaya preparando España para un Referéndum para que los españoles elijamos la forma de Estado de las que hay para ser administrados y gobernados ( Monarquía parlamentaria, Monarquía constitucional, República parlamentaria o la de don Antonio García Trevijano: (República Constitucional).
4.- Cambiar el sistema electoral D’hont por el uninominal de distrito a doble vuelta sistema (presidencialista).
5.- Salida inmediata de todos los partidos políticos sindicatos y medios de comunicación del Estado.
6.- separación inmediata del poder legislativo y Ejecutivo siendo elegidos estos, en elecciones en tiempo y forma diferentes.
6.- separación inmediata del órgano Judicial, siendo este elegido desde la raíz por todos aquellos relacionados !solo! Con el mundo judicial.
7.- Preparación de la antigua constitución para su derogacion inmediata, desapareciendo: el Tribunal Constitucional, el Fiscal General del Estado, El Tribunal de cuentas y El Defensor del Pueblo, todos ellos órganos de corrupción por ser nombrados por los políticos.
8.- Fuera las Autonosuyas (Fran Cervera) Autonomías, puros reductos del caciquismo con un gasto anual de 37 mil millones de Euros.
9.- Elaboración de una nueva constitución hecha en proyectos de ley desde los distritos por medio de los diputados de distrito, sometidos estos al mandato imperativo y al consiguiente carácter revocatorio, si no cumplen y no luchan por el programa que proponen !fuera! Que pase el suplente.
10.- Parar de facto todos los tratados con países terceros, dando un periodo de un año y medio para que bajo la supervisión de ese gobierno neutral se lleve acabó un periodo libertad constituyente. Una vez que sea elaborada la constitución se llevará a plebiscito para ser refrendada. Esto es política formal, luego la social llegará por defecto.
Los Dos comentarios me an dejado sin respuesta.
Estoy completamente de acuerdo.
Pero hablando no hacemos nada, los comentarios del pueblo se los pasan por el puente.Somos borregos!!!