Mejor mañana
cuando el pasado sea hoy,
y el futuro ya no exista.
Cuando el reflejo de tu imagen
fulmine la velocidad de la luz
y los espejos refracten
el vapor de una silueta vacía.
Cuando el espacio
ya no ocupe lugar
y sólo me dejes la piel rozada de los talones
mientras te alejas,
con el cansino traqueteo del tren
que doblega el vigor de tus músculos.
Dejándome,
en un páramo abandonado
del jardín de nuestra infancia.
Y el martillo del presente
A mi cuñado… un gran hombre…. un hermano.