La Justicia es una las virtudes que más me llaman la atención, junto con la Templanza, la entereza y la prudencia.
¿Cuál es —o debería ser— la conexión entre justicia y derecho o Ley?
Desde Platón, toda la teoría se ha enfrentado al problema de si la justicia es parte del derecho o es simplemente un juicio moral sobre el derecho. Casi todas concluyen que la justicia es solo un juicio sobre la ley y no es parte de la ley.
Personalmente, me inclino hacia la idea de que la justicia es un componente inherente de la ley, porque tengo la esperanza de que sea legalmente inadmisible omitir las consideraciones de “justicia” de la interpretación y aplicación de la ley. Considero que la “justicia” está integrada en el hecho mismo de afectar el comportamiento humano a través de la ley y así sería, aunque solo existiera el derecho consuetudinario (los usos y las costumbres).
Si un tribunal debe interpretar la ley o unos Reglamentos a la luz de un contexto de justicia, entonces seguramente debe interpretar las decisiones anteriores de la misma manera.
Porque el factor más importante en toda la ecuación legal es la composición del tribunal, constituido por jueces humanos no robotizados. Estos jueces están llamados a decidir casos y controversias: aplicar “la ley” a los conflictos humanos. Entonces “la ley” incluye consideraciones de justicia. Más precisamente, el sistema legal es un sistema de aplicación de la justicia a los conflictos humanos.
Un tribunal tampoco puede simplemente aplicar “justicia” sin ley, porque la ley — la panoplia completa de reglas, estatutos y precedentes — es parte de los hechos de la situación de las partes.
Dado que la ley es parte de los hechos de cualquier caso, los jueces deben decidir los casos de acuerdo con la justicia. La ley es un hecho tan relevante como cualquier otro hecho material en la determinación de lo que es justo según las circunstancias.
¿Debemos divorciar el derecho- las normas, de la virtud de la justicia? Kant dijo que “la Constitución perfecta funcionaría incluso entre una nación de demonios, siempre que fueran demonios inteligentes”. Pero los castigos “correctos” no llevan a las personas a comportarse bien, aunque sean una guía para tomar decisiones moralmente buenas por nuestra conciencia, por nuestro sentido interno de justicia.
JUSTICIA Y LEY, DIFERENCIA. Jesús y Shakespeare
En mi opinión la justicia es el objetivo de la legalidad, cosa que no mucha gente parece tener en cuenta, , sobre todo en el cuerpo legislativo. Hay una reflexión que he oído muchas veces que siempre he tenido en cuenta: si Moisés recibió 10 leyes y nadie todavía ha conseguido cumplirlas todas, ¿de que sirve tener miles de leyes que en muchos casos se contradicen?¿a quién sirven, al administrador o al administrado? Por ahí atrás, en algún momento, publiqué una reflexión sobre este mismo tema.
Lo objetivo y lo subjetivo conforman una de las dualidades constitutivas básicas de la filosofía.
¿Prima la garantía subjetiva del individuo frente al poder público que actúa mediante el Derecho?; ¿o es precisamente la realización de los derechos fundamentales el criterio orientador de la acción de los poderes públicos? La respuesta a estas preguntas cambian con el tiempo. Es una evolución en la que juega un papel esencial la dicotomía objetivo/subjetivo, y que ha conducido a la actual complementariedad de ambos aspectos. Ahora bien, las implicaciones de cada una de las dos facetas es ya para nota…