► «Todo pintor pinta la cosmogonía de sí mismo: Rafael pintó la cosmogonía del Renacimiento y Dalí pinta la era atómica y la era freudiana».
— DALÍ en una entrevista en los años 50 del siglo XX.
► «Pinté una cruz hipercúbica en la que el cuerpo de Cristo se convierte metafísicamente en el noveno cubo, siguiendo los preceptos del discurso sobre la forma cúbica de Juan Herrera, constructor de El Escorial, inspirado en Ramón Llull».
► «La ley moral ha de tener un origen divino, ya que antes de las tablas de Moisés ya estaba contenida en las espirales genéticas».
► «La pintura es una parte infinitamente diminuta de mi personalidad».
► «Una pintura es una fotografía hecha a mano».
► «Declaro la independencia de la imaginación y el derecho del hombre a su propia locura».
► «La existencia de la realidad es la cosa más misteriosa, más sublime y más surrealista que se dé».
► «Picasso es pintor, Yo también; Picasso es español, Yo también; Picasso es comunista, Yo tampoco».
— SALVADOR DALÍ.
► «DALÍ es el último pintor renacentista que queda en el mundo».
— PABLO PICASSO.
► «Confieso que fue el gran artista Salvador DALÍ el hombre que me hizo entender a Leonardo da Vinci».
— MATILA C. GHYKA (1881-1965). Polímata rumano (escritor, novelista, ingeniero, matemático, historiador, militar, abogado, diplomático, político,…) autor de famosos textos de geometría aplicada al arte, de gran influencia sobre DALÍ.
La Matemática ha jugado un papel esencial y permanente en el lenguaje artístico, la originalidad y la genialidad de SALVADOR DALÍ (1904-1989), al alimentar su inspiración y creatividad. Y ello en múltiples vertientes. Por una parte, y en cuanto a lo más inmediato y palmario que se percibe en muchas obras del pintor, la aplicación de la Matemática útil con técnicas geométricas que presiden cálculos, armonías, proporciones y simetrías como fundamento estético de la belleza.
En segundo lugar, la intervención de la propia temática geométrica: las formas geométricas, los mosaicos y los cuerpos platónicos (los poliedros regulares), la “Divina Proporción” en forma de secciones áureas (triángulos áureos, rectángulos áureos, pentagramas místicos pitagóricos, espirales áureas, …), la “Geometría Proyectiva” en relación con la Perspectiva, las transformaciones continuas (doblar, encoger, estirar, retorcer, …, sin romper ni separar) de la “Topología” que se concibe como Geometría cualitativa y no cuantitativa, las “transformaciones anamórficas”, las semejanzas, las simetrías dinámicas de H.Weil, la “Geometría Diferencial” (que permite construir un “atlas” mediante cartas locales, es decir, representaciones del espacio que muestran simultáneamente diferentes puntos de vista de una misma escena), la “Geometría Descriptiva”, las “Geometrías no euclidianas”, la cuarta dimensión, incluso los fractales,…
En tercer lugar, más allá de la Geometría práctica y visual, sobre DALÍ influyen de forma decisiva los “Saberes matemáticos”, esto es los aspectos filosóficos de las Matemáticas, que tanto incidieron también sobre el Arte del Renacimiento, y que, en buena forma, más allá de la estética, conforman la excepcional carga simbólica de sus composiciones y en general, el Arte de DALÍ como una forma de conocimiento, es decir, como pensamiento. En este sentido, se nota, por ejemplo y en particular, la influencia de el “Timeo” de Platón, de “La Divina Proporción” de Luca Pacioli y de los artistas y teóricos del Arte renacentista (Piero Della Francesca, Leonardo da Vinci, Brunelleschi, L.B.Alberti, Barbaro, Palladio, Durero, …). Picasso decía que “DALÍ era el último pintor renacentista”.
En cuarto lugar, tras su contacto directo con Sigmund Freud y su obra, en los años 30 del pasado siglo XX, DALÍ se propuso utilizar las Matemáticas como contrapunto de la realidad frente a lo onírico, e integrarlas dentro de su originalísimo proceso creativo, en lo que denominó el “método paranoico-crítico”. Así la Matemática se convertía en un elemento de “equilibrio y proporción” entre “sueño y realidad” En palabras de DALÍ, cuando se le preguntó en qué consistía su “método paranoico-crítico”, el artista respondió:
►«En el método no hay nada de ensoñación sino topología trascendental».
Así pues, el lenguaje matemático, como metalenguaje universal que es, ha sido para DALÍ un magnífico instrumento de comunicación tanto de ideas como de sentimientos.
Como fiel heredero de los artistas geómetras del Renacimiento, sobre todo de Piero Della Francesca, la perspectiva, como representación en el plano del espacio tridimensional, es en DALÍ una cuestión fundamentalmente matemática y como tal perfecta, íntegra, rigurosa y fiel al equilibrio y la proporción, con un papel clave en el impacto visual de lo tridimensional y la profundidad.
DALÍ estuvo siempre al día de los descubrimientos científicos de su época, a través de la literatura científica de libros y revistas y del contacto personal con la élite científica coetánea. Incluso cuestiones de la alta Matemática son objeto de gran interés para el artista y tienen su reflejo inmediato en su actividad artística. De su relación personal con Einstein nace su interés por la cuarta dimensión. También de sus vínculos con René Thom surge, en el último DALÍ, una influencia de la “Teoría de catástrofes”, hasta el punto de que compone en su honor, en 1983, “El rapto topológico de Europa. Homenaje a René Thom”, que combina historia, mitología, ciencia y matemática, y en 1985 escribe:
► «No es posible encontrar una noción más estética que la reciente “Teoría de catástrofes” de René Thom, que se aplica tanto a la geometría del ombligo parabólico como a la deriva de los continentes».
Con gran entusiasmo DALÍ se había interesado en los años 30 del pasado siglo XX por las investigaciones del aristócrata y matemático rumano Matila C. Ghyka acerca de las propiedades de la “Divina Proporción” (su omnipresencia en el mundo orgánico y mineral y la estética vinculada a la “Proporción Áurea” de aplicación en todas las artes) y también de la geometría poliédrica. Todas estas cuestiones son tratadas de forma culturalista en las famosas obras de Ghyca, “Estética de las proporciones en la Naturaleza y en las Artes” (Poseidón, Barcelona, 1983) y “El Número de Oro” (Poseidón, Barcelona, 1992). DALÍ mantuvo intensas conversaciones en Estados Unidos con Ghyca, a la sazón afincado en la Universidad de San Clemente, y ello dejará una huella inmarcesible en el Arte del genio daliniano, que se afecta de forma definitiva de las relaciones entre ciencia, matemática, mística y religión.
Muy conocido es el óleo “Leda atómica” (1947-1949), que basado en la geometría del pentagrama místico pitagórico (obtenido al trazar las diagonales del pentágono regular) es fruto de sus investigaciones a propósito de su lectura de la obra de Luca Pacioli “La Divina Proporción”.
En DALÍ como en otros muchos otros artistas, la Geometría proporciona importantes fundamentos y argumentos en las reflexiones teóricas previas a la obra de arte. En particular la “Divina Proporción” y los sólidos platónicos, además de las implicaciones estéticas acreditadas por su presencia en algunos de sus cuadros, asumen una función de orden cosmológico, científico, geométrico, místico, teológico y simbólico.
En la aplicación constante, palmaria o subrepticia, de la Matemática a su pintura, DALÍ sintetiza siglos de tradición geométrica y simbólica, pitagórica y platónica.