La palabra sigue siendo esa herramienta indispensable que nos ayuda día tras día a conformar y construir nuestra realidad. Por ello, antes de iniciar este apasionante viaje por el mundo ciborg, creo indispensable definir y asentar bien el significado de algunos términos. Cada uno de ellos, aquí delimitados, deben ayudarnos a reflexionar sobre nuestra forma de interactuar de forma activa y altiva con las nuevas tecnologías.
Digamos que es sentarse en un tranquilo bosque por el que estamos pasando, después de estar haciendo footing durante toda una mañana. Un bosque tranquilo, cerca de un riachuelo con agua fresca, que nos invita a sentarnos y a reponer fuerzas mediante la reflexión, para tomar una decisión sobre qué camino tomar para seguir corriendo.
Palabras como dependencia, simbiosis, necesidad, deseo y actitud, solemos usarlas en ocasiones con demasiada alegría sin pararnos a pensar en su significado real. Lo peor de hacer un uso no adecuado de las palabras que utilizamos no es lo que los demás no nos entiendan que queremos decirles, sino que no lo entendamos nosotros mismos o, lo que es aún peor, lo entendamos erróneamente.
¿Para qué queremos las nuevas tecnologías?. ¿Qué esperamos de ellas?. ¿Dependemos de ello?. ¿Nos relacionamos bien, de manera correcta con esas tecnologías que nos permiten gestionar mi negocio desde un portátil, controlando la calidad del trabajo de mis empleados?
Son preguntas que va siendo hora de responder, pero, sobre todo hay una fundamental, la piedra filosofal de este futuro que ya está aquí. Las nuevas tecnologías pueden y deben contribuir a que seamos más felices, sentirnos más completos.
Como dice mi buen y admirado Rafael Martínez-Cortiña, (TELOS 2018) las respuestas a esas preguntas deberán enfocarse en torno a los objetivos que nos planteemos alcanzar con nuestra relación con ellas. Es decir, depende del tipo de futuro que nos planteemos: Utópico y deseable o bien distópico y alcanzable muy fácilmente por cierto. En este sentido, si lo que ambicionamos el segundo tipo de futuro, nos encontraremos con que las máquinas no sólo hacen nuestro trabajo sino que además suplen carencias y necesidades que hasta ahora hacían los semejantes con los que nos relacionábamos. Y es que siempre será más cómodo interactuar con la máquina, independientemente del nivel de inteligencia artificial puesto a nuestro servicio, que hacerlo con otra persona que exige de nosotros una parte de nuestras emociones, de nuestra atención y de nuestro sistema cognitivo generador de expectativas. Lo fácil no es siempre lo mejor, sino lo más cómodo.
“nos encontraremos con que las máquinas no sólo hacen nuestro trabajo sino que además suplen carencias y necesidades que hasta ahora hacían los semejantes con los que nos relacionábamos”
Vayamos pues con esas definiciones, antes de seguir más allá del camino a través del bosque que nos rodea.
EL BISTURÍ DE LA PALABRA
Uno de los pioneros de la neuropsicología soviética de hace bastantes años, Alexander Romanovich Luria, escribió en su Introducción Evolucionista a la Psicología (Luria, 1977) que la palabra hizo al hombre. Luego la jerarquía política de aquel tiempo cambiaría esa expresión por otra, políticamente más correcta, el trabajo hizo al hombre.
En cualquier caso la palabra se nos presenta como la auténtica arquitecta de la inteligencia humana. Gracias a ella, somos capaces, no sólo de comunicarnos de forma muy compleja, sino de categorizar la realidad de una forma o de otra. Esa realidad que como bien se apunta en la programación neurolingúistica no existe como tal, sino que la construimos momento a momento, (Dilts B. Robert, Epstein A. Todd, Aprendizaje dinámico en PNL 1995). No debemos pasar por alto que en todo proceso cognitivo el ser humano no solo es capaz de ver, sino también lo es de percibir. Ello conlleva la asociación directa de todo aquello que vé con todos sus recuerdos, sensaciones, imágenes y pensamientos con todos y cada uno de sus momentos vivenciales, adquiriendo con ella una percepción única en cada momento, siendo específica y distinta para cada persona.
DEFINICIONES
DEPENDENCIA:No es casual la elección primera de esta palabra. Podemos y debemos entender por tal la supeditación de una persona o situación a una entidad superior. Dicho en otras palabras, es aquella relación de origen o conexión supeditada a la subordinación de un poder percibido como superior. Lo que describe una situación de una persona que no está en condiciones de valerse por si misma y que ha de supeditarse bien a otra o a una situación.
Obviamente, no es esta la clase de relación más deseable que podemos mantener en muchos aspectos de nuestra vida cotidiana. Es decir, el ser humano no se puede poner al servicio de ningún tipo de sistema, sea político, social o económico, ni por supuesto tecnológico, teniendo las capacidades para no tener este tipo de relación.
Las relaciones de dependencia parten del hecho que la persona no puede valerse por sí misma, o bien lo percibe de esta manera, porque ya no tiene o nunca ha tenido las capacidades necesarias para ello.
Lamentablemente, no es un secreto que un uso inadecuado de las nuevas tecnologías pueden desarrollar relaciones de dependenciade quien las usa. No obstante, también es cierto que estas personas con este tipo de relación tecnológica, son proclives a padecer deficiencias afectivas, emocionales y cognitivas.
En varias investigaciones se pone de manifiesto sin embargo, que cuando la persona en cuestión presenta estas deficiencias y además muestra una baja autoestima, sentimiento de aislamiento social y ansiedad si mantiene interacciones positivas de tipo virtual, dichas carencias tienden a desaparecer o minimizarse:
http://www.lavanguardia.com/vida/20160414/401105508727/entrevista-david-bueno-cerebroflexia.html
SIMBIOSIS: Este término bien pudiera situarse como antagónico del anterior. En términos biológicos se considera la simbiosis a aquella asociación íntima o muy cercana de organismos de especies diferentes para beneficiarse recíprocamente en su desarrollo vital.
Extrapolando este significado al viaje en el que estamos, es lógico decir que la simbiosis entre las nuevas tecnologías incluidas dentro de un proceso de digitalización y la persona que las usa se enmarca dentro de entidades de un mismo nivel colaborativo. Así, si añadimos la inteligencia artificial que desarrollarán y harán más factible ese uso tendrán la capacidad de ir aprendido de su usuario a nivel personal y específico y este mismo usuario debe estar en disposición no solo de aprender de sus nuevas tecnologías, sino también de enseñar a las mismas. De este modo, lo que es un uso deja pasa a otro forma de extensión del propio ser humano, (yo mental) la interrelación personal máquina persona. En donde, en un desarrollo más profundo la comunicación deja pasa a la conexión. Es decir, la simbiosis plena persona-máquina, en donde cada uno de estos actores construye su realidad en función del otro cuando ambos interactúan, (conexión simbiótica)
“En donde, en un desarrollo más profundo la comunicación deja pasa a la conexión. Es decir, la simbiosis plena persona-máquina, en donde cada uno de estos actores construye su realidad en función del otro cuando ambos interactúan, (conexión simbiótica)”
Esta conexión simbiótica es lo que garantizaría ese “futuro utópico” del economista Martínez-Cortiña (telos, 2017), huyendo del distópico basado en la mera dependencia. En este sentido, hemos de tener precaución con integrar esas nuevas tecnologías en nuestras vidas de una manera simbiótica y no dependiente ya que, como dice la ciberantropóloga Amber Case (Case…. ) esta tecnología es susceptible de crear dependencia cuando en realidad no es su objetivo.
TECNO-EMOCIÓN: Es un concepto muy novedoso ya introducido por La doctora en economía Mar Souto de la Universidad Rovira y Virgil en el programa de radio Querer vivir de la que es directora en la zona de Madrid.
Vayamos por partes. Entendemos como emoción un estado afectivo que experimentamos ante el ambiente y que se acompaña de cambios fisiológicos y endocrinos de origen genéticamente establecidos.
En este mismo sentido, debemos entender la tecno-emoción como a aquel estado afectivo que viene dado como consecuencia del uso de las nuevas tecnologías. Admitir esto, es admitir que la cibertecnología produce y modifican las emociones del usuario
NECESIDAD: Se define como aquella sensación de carencia propia de los seres humanos que se encuentra directamente vinculada al deseo de satisfacerla.
Las necesidades están delimitadas a situaciones o elementos imprescindibles para nuestra supervivencia como seres humanos. Son elementos sin los cuales nuestra existencia se vería tan seriamente comprometida que podría extinguirse. Maslow ya las definió en su tiempo jerarquizándolas desde las más básicas a las más complejas (Maslow A, Una teoría sobre la motivación humana de 1943) .
Según Maslow (Maslow A., 1943) en su teoría psicológica sobre la motivación humana, especifica que se va teniendo acceso a la satisfacción de las necesidades superiores en la medida en que se van satisfaciendo las necesidades inferiores
DESEO: Para el autor Philip Kotler (Kotler,2016) los deseos nacen al dirigir nuestras necesidades hacia objetos concretos que podrían satisfacer la misma
Según Philip Kotler, las necesidades se convierten en deseos cuando se dirigen a objetos específicos que podrían satisfacerlos [3]. Por ejemplo, la necesidad de alimento puede llevar a una persona a desear una hamburguesa o una pizza, la necesidad de vivienda puede impulsar a la persona a desear un apartamento…
ACTITUD: Para finalizar, el último término al que haremos referencia antes de iniciar nuestro camino es la palabra ACTITUD, sin duda muy bien situada en nuestra realidad cotidiana. Según la RAE, la actitud es el estado del ánimo que se expresa de una cierta manera. Dicho de otra manera, es la capacidad de los seres humanos de enfrentarse al mundo y sus circunstancias.
Tener una actitud positiva indica deseos de construir soluciones, de crear alternativas coherentes contigo mismos y con tus expectativas. Es la actitud positiva la que hace que movilicemos nuestros recursos mentales y ser felices y hacer que los que nos rodean también lo sean.
LA ECONOMIA DE MERCADO.
El sistema global, como todos sabemos, está basado en la economía de libre mercado, independientemente del modelo ideológico que esté detrás, el capitalismo salvaje se adapta a cualquier entorno político y cultural. Su efecto camaleónico es lo que garantiza su supervivencia como sistema económico. Esto crea en las naciones del mundo profundas desigualdades estructurales de tipo social. Desigualdades que ponen en peligro la satisfacción misma de las necesidades básicas humanas. Esto provoca una relación de dependencia entre el ciudadano y el estado.
Cómo hemos dicho para estos contextos, eso no nada positivo, por consiguiente no facilita nada las cosas para un estado con sus ciudadanos felices.
Hasta ahí las consecuencias de las políticas económicas y fiscales asociales a esos modelos empresariales tradicionales. Pues bien, las nuevas tecnologías que están presentes ya y las que quedan por venir, ofrecen la posibilidad de crear modelos económicos de gestión y plataformas de negocio que sí posibilitan que el tipo de relación con el usuario sea:
Una relación simbiótica no dependiente.
Una relación basada no solo en la satisfacción de necesidades básicas, sino en aquellas más elevadas.
Una relación que vaya hacia la satisfacción de unos deseos que nos hagan ser empáticos
Una relación que desarrolle y haga posible una actitud positiva ante las circunstancias que nos rodean.
Una relación que produzca un conjunto de tecno emociones que no compitan ni sustituya a las del mundo real, sino que las complementen de manera simbiótica. El hecho que un like en nuestra última publicación en facebooock, sea capaz de provocar la misma cantidad de serotonina que un abrazo, no significa que lo primero debe hacernos olvidar que también necesitamos lo segundo. Olvidar esto nos lleva a la dependencia de las máquinas, no olvidarlo nos lleva a completarnos más como nuevos seres humanos (ciborgs).
Para que esto sea real, porque cierto ya lo es, hemos de tener presente varias condiciones básicas que desarrollaremos en los siguientes puntos.
LA TECNO-ECONOMIA.
En un mundo en donde el dinero desaparecerá de forma física y nos comunicaremos mejor y de forma más eficiente, hemos de plantearnos qué modelo económico queremos. Por ejemplo, uno centrado en la tecnología con la cual podremos gestionar el tráfico de información de nuestra empresa? La inteligencia artificial será capaz, a través de la digitalización, hacer análisis estadísticos (lo que se conoce como big data), y decirnos el tipo la experiencia que nuestro cliente tendrá del producto que nos ha comprado o del servicio prestado por nuestra empresa.
La fidelización del cliente se presenta pues como un factor clave a tener muy en cuenta. En ese mismo sentido, nuestra reputación digital, tanto como clientes como dirigentes empresariales serán muy importantes de cara a generar contenidos atractivos en nuestras redes sociales. Redes donde no solo la cantidad, sino la calidad de la misma contribuirá de manera determinante a esa reputación digital.
Una sociedad inteligente sólo es posible si sus dirigentes son lo bastante astutos como para construir un nuevo modelo de contribución de seguridad social y otro modelo fiscal, y no sólo reformarlos. Y por supuesto, sostenibles.
Ya no es tiempo de reformar viejos sistemas económicos, sino de crear otros nuevos. Dichos sistemas deberán tener tres pilares fundamentales:
1. La sostenibilidad que propugna la economía basada en recursos (EBR) que defiende Alfonso Estébanez. (Estébanez Capilla A, 2017)
2. El bienestar de la teoría del bien común defendida por Christian Felber. (Felber C.,2015)
3. La justicia social de la economía colaborativa (Martínez-Cortiña)
EL ESLABON ENCONTRADO
Desde un punto de vista paleontológico, puede parecer una herejía decir que el nuevo hombre que se ha desarrollado es un ciborg en proceso de fabricación y desarrollo. Si nos basamos en la definición de ciborg de los años 60 (Clein y Klines, 1960) nos encontramos con esta definición del término “como la integración en máquinas en los astronautas, en trajes o cuerpo para mejorar sus posibilidades de supervivencia en medios extraterrestres” (opus cit, Clein-Klines, 1960). Si echamos un vistazo a las nuevas tecnologías nos encontramos con que tenemos teléfonos móviles no solo como exoesqueletos (Martínez-Cortiña, Telos 2017), sino que además es ya realidad los implantes de terminales de móviles en la oreja. Dicho en otras palabras, ¿SOMOS CIBORGS? O como diría Luis Miguel Samperio “somos personas expandidas”. Afirmar lo segundo considero es ir a términos muy generalistas que no definen exactamente lo que somos, sino lo que conseguimos con lo que somos, que es bien distinto. Con ser ciborgs obtenemos una expansión, o dicho por la ciberantropóloga Amber Case ·”obtenemos una prolongación de mi yo mental con el uso de esas nuevas tecnologías” (Telos 2017), pero no soy lo queobtengo. La causa no es lo mismo que el resultado que provoco.
Dicho esto, ¿estamos ante una nueva evolución del ser humano? (Case, 2013). De homosapiens a homo ciber? (del griego Kyber, con significado de timón, control). De ser así ¿hacia dónde avanzamos, hacia la dependencia y esclavitud de nuestra propia evolución o hacia una integración simbiótica con la misma?. La respuesta a esta cuestión hemos de irla construyendo con lo que hemos de entrar en un período de reflexión. Lo cual parece obvio.
BIBLIOGRAFIA
Bueno D.(2016). Las nuevas tecnologías están cambiando el cerebro humano. Recuperado http://www.lavanguardia.com/vida/20160414/401105508727/entrevista-david-bueno-cerebroflexia.html
Case A. (2017).En el futuro el bien más escaso, será la atención. Recuperado de:
Case A.(2013) Todos podemos ser super-humanos. Recuperado de:
Todos podemos ser superhumanos, según la antropología de “cyborgs”
Dilts B. R, Epstein T.A. (1995). Aprendizaje dinámico en PNL 1995. Ediciones Urano
Estébanez Capilla. (2017) La revolución educado. Scribo Editorial.
Felber C.(2015). La teoría del bien común. Deusto S.A. Ediciones.
Martínez-Cortiña R. El transhumanismo es un alter sistema. Telos 2018
Maslow A. (1943). At theory of human motivation. Martino Publishing. U.S.A.
Kotler P (1999). El Marketing según Kotler. Paidós
Romanovich Luria A. (1977). Introducción evolucionista a la psicología. Pirámide Ediciones.