La depresión es un trastorno del estado de ánimo que se caracteriza por una sensación persistente de tristeza, desesperanza y falta de interés en las actividades cotidianas. Según la psicología clínica, existen varios tipos de depresión:
- Trastorno depresivo mayor: Aparece por única vez o de manera recurrente y altera el funcionamiento de la persona.
- Trastorno distímico o depresivo persistente: Es menos grave pero dura más tiempo y afecta el ánimo y la energía de la persona.
- Trastorno bipolar: Alterna episodios depresivos con episodios de euforia o irritabilidad.
- Depresión reactiva o neurótica: Se relaciona con eventos traumáticos o estresantes.
- Depresión endógena: Tiene un origen más biológico o genético.
- Depresión orgánica: Se asocia con enfermedades o alteraciones físicas.
- Depresión psicótica: Incluye síntomas de pérdida de contacto con la realidad.
La etiología de la depresión es compleja y multifactorial, y puede involucrar factores genéticos, biológicos y psicosociales. Algunas teorías sugieren que la depresión puede estar relacionada con una respuesta inflamatoria crónica de bajo grado, que activa la inmunidad celular y una respuesta antiinflamatoria compensatoria, caracterizada por procesos inmuno-reguladores negativos. También se ha demostrado que el estrés psicosocial y el trauma pueden contribuir al desarrollo de la depresión. Además, se ha encontrado evidencia de alteraciones a nivel de neurotransmisores, citoquinas y hormonas, así como modificaciones en los sistemas nervioso, inmunológico y endocrino. La depresión también puede estar asociada con enfermedades o alteraciones físicas.
Según una encuesta realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en 2020, más de 2,1 millones de personas en España sufren algún cuadro depresivo, lo que representa el 5,25% de la población mayor de 15 años. De todas ellas, 230.000 personas padecen una depresión grave. La prevalencia de la depresión en mujeres duplica a la de hombres (7,1% frente a 3,5%), y en los cuadros de depresión grave la diferencia es aún mayor: por cada caso grave en hombres hay 3,5 en mujeres.
EL SUICIDIO
La relación entre pensamientos autolíticos, depresión y suicidio es compleja y multifactorial. Los pensamientos autolíticos, también conocidos como ideación suicida, son comunes en personas con depresión y pueden ser un indicador de un mayor riesgo de suicidio. Sin embargo, no todas las personas con depresión experimentan pensamientos autolíticos, y no todas las personas que experimentan pensamientos autolíticos tienen depresión.
La relación entre pensamientos autolíticos y suicidio es más directa. Los pensamientos autolíticos pueden ser un indicador de un mayor riesgo de suicidio, pero no todas las personas que experimentan pensamientos autolíticos intentan suicidarse. Es importante destacar que el suicidio es un problema de salud pública grave y que cada caso es único. Si usted o alguien que conoce está experimentando pensamientos autolíticos o tiene un historial de intentos de suicidio, es importante buscar ayuda
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2020 se produjeron 3.941 defunciones por suicidio en España, lo que representa un 7,3% más que en 2019 1. En 2021, según los datos publicados por el INE, han fallecido por suicidio 4.003 personas en España, una media de 11 personas al día; un 75% de ellas varones y un 25% mujeres. Así, 2021 se convierte en el año con más suicidios registrados en la historia de España desde que se tienen datos (año 1906).
En cuanto a la distribución por edad, el 40,8% de las personas que murieron por esta causa en 2020 tenían entre 40 y 59 años, siendo el grupo de edad más afectado, seguido de los mayores de entre 60 y 79 años (el 26,9%) y los jóvenes de 20 a 39 años (el 16,8%).
Existen varios tipos de terapias para la depresión, cada una con sus propias fortalezas y debilidades. Algunas de las terapias más efectivas y empleadas son:
- Terapia de Aceptación y Compromiso: Se basa en aceptar las emociones negativas y comprometerse con acciones que aporten valor a la vida.
- Terapia Cognitivo Conductual: Se enfoca en modificar los pensamientos y comportamientos que generan y mantienen la depresión.
- Terapia Interpersonal: Se centra en mejorar las relaciones sociales y resolver los conflictos que afectan al estado de ánimo.
- Terapia EMDR: Se utiliza para procesar los traumas y experiencias negativas que pueden estar detrás de la depresión.
- Terapia Cognitiva de Atención Plena: Se trata de entrenar la atención y la conciencia para reducir el estrés y el sufrimiento.
Existen varios tratamientos médicos para la depresión, entre ellos:
- Antidepresivos de nueva generación: Incluyen inhibidores de la recaptación de norepinefrina-dopamina, moduladores de la serotonina y antagonistas de los receptores NMDA. Estos medicamentos actúan sobre los neurotransmisores del cerebro para mejorar el estado de ánimo y reducir los síntomas de la depresión.
- Terapia electroconvulsiva (TEC): Es un tratamiento que implica la aplicación de corriente eléctrica al cerebro para inducir una convulsión controlada. Se utiliza en casos graves de depresión que no han respondido a otros tratamientos.(Muy discutible)
- Estimulación magnética transcraneal (EMT): Es un tratamiento no invasivo que utiliza campos magnéticos para estimular áreas específicas del cerebro. Se ha demostrado que es efectivo en el tratamiento de la depresión resistente al tratamiento.
- Psicoterapia: Incluye terapias como la terapia cognitivo-conductual, la terapia interpersonal y la terapia de aceptación y compromiso. Estas terapias se centran en modificar los patrones de pensamiento y comportamiento que contribuyen a la depresión.
Existen algunas estrategias que pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar depresión:
- Mantener una dieta saludable: Una dieta equilibrada y rica en nutrientes es importante para la salud mental y física.
- Hacer ejercicio regularmente: El ejercicio físico puede ayudar a reducir los síntomas de la depresión y mejorar el estado de ánimo.
2.1. Dormir lo suficiente: La falta de sueño puede afectar negativamente el estado de ánimo y aumentar el riesgo de depresión.
- Reducir el estrés: El estrés crónico puede contribuir al desarrollo de la depresión. Es importante encontrar formas saludables de manejar el estrés, como la meditación o el yoga.
- Mantener relaciones sociales saludables: Las relaciones sociales pueden proporcionar apoyo emocional y reducir el riesgo de depresión.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Guía de ayuda para pacientes y familiares. AFRONTAR LA DEPRESIÓN. Dr. Francisco Ferre Navarrete. FUNDACIÓN JUAN JOSÉ LÓPEZ-IBOR. FUNDACIÓN ARPEGIO Guía de Práctica Clínica sobre el Manejo de la Depresión Mayor en el Adulto. Publicado en 2017 .
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