Abel Azcona dijo hace tiempo : “La soledad enseña más que cualquier compañía” y “El tacto tiene memoria” y aunque duela y queramos evitarlo, estas frases son más ciertas de lo que creemos y van ligadas la una con la otra, pero es algo que se aprende con los años. Al estar un tiempo solo aprendes a verte tal como eres, aprendes a ser tu mismo y a ver que habita en tu piel y que quiere contarte ésta, que daños, que logros, que frustraciones, que aprendizajes hay allí, que palabras se han quedado en ellas (dichas ,no dichas o que te han dicho ), al tocarla todos ellos se activan, y por eso se dice que el tacto tiene memoria. Y a través de esta memoria poder ver, que por muy duro que haya sido, que hay motivos para seguir, y que llegarán nuevas historias que guardar en ella, y que junto a las que ya estaban tejarán una red de sentimientos que poco a poco nos irán marcando quién somos realmente.