Pues sí, a mí también me parece que a veces las historias son increíbles, pero dada la magia de las fechas que se avecinan, y mi absoluta fe en la persona que me lo ha relatado, voy a contaros una historia que ha llegado a mis oídos. Tal como me la contaron os la cuento.
En un remoto lugar, inaccesible para la mayoría de nosotros, los humanos mortales, se reunieron, como todos los años, unos días antes de Navidad, todos los villanos que odian la alegría. Reunión que, entre otras cosas, sirve para diseñar las estrategias encaminadas a amargarnos las fiestas.
Presidía, como hace ya algunos años, y gracias a la fama mediática que ha adquirido, el famoso Grinch, pero por allí estaban: Mister Scrooge, Oogie Boogie, Krampus, La Bruja Avería, Gru, los Hermanos Dalton, y tantos personajes que a lo largo de la historia han hecho de la villanía, de la falta de felicidad de los seres humanos, su objetivo principal, y que ponen especial ahínco en las fechas navideñas, sin olvidar toda la cohorte de brujas, diablos, ogros y hadas, y también personas aparentemente normales, que de todo lo malo hay en ese lugar, enemigos de fiestas y alegrías.
Pues el caso es que, también todos los años, se estudian candidaturas de villanos que quieren incorporarse a la hermandad, y su adscripción se somete a votación, no sin antes haber nombrado a un miembro que defienda las aptitudes de los candidatos, mientras otro intenta echar por tierra la intención de adscripción de los pretendientes, descubriendo bondades ocultas, buenos actos hechos a hurtadillas, o virtudes que intentan disimular, incluso una leve debilidad ante un villancico, o un niño, aseguran el rechazo de la asamblea.
Aunque la mayoría de los candidatos son seres anónimos, personas a las que molesta la luz, la alegría, la música, y cualquier cosa que tenga que ver con la felicidad ajena en general, y con el jolgorio navideño en particular, cada diez años se abre una sesión extraordinaria en la que se vota la aceptación de candidatos que se proponen a sí mismos, convencidos de sus méritos y valía.
Este año, que correspondía en ciclo con los diez mencionados, entre el elenco de candidatos autopropuestos, había una amplia representación de políticos de prestigio nacional, de todas las nacionalidades, e internacional, destacando entre estos Putin, Trump, Netanyahu, Bolsonaro, Boris Jhonson, Daniel Ortega, Kim Jong Un, Nicolás Maduro, Alí Jamenei y toda la cúpula de Hamás, de los hutíes, del Estado Islámico e Hizbulá, que han tenido una gran actividad, y protagonismo, en estos últimos tiempos.
La asamblea se reunió a puerta cerrada, recibiendo a los candidatos uno a uno, y debatiendo sobre cada uno de ellos por separado, tal como marcan sus reglamentos, porque una cosa es ser malo, y otra no cumplir con las reglas. Ya lo dice el lema de la hermandad: “Et male instituta”.
Finalmente, y tras una sesión agotadora, la hermandad de “Malos Sin Recato”, que con este nombre se han inscrito en los registros pertinentes, emitió un comunicado, que transcribo:
“Tras arduas deliberaciones sobre los candidatos que se han propuesto a sí mismos como nuevos miembros de nuestra hermandad, hemos conseguido que todas las votaciones finales tuvieran como resultado la unanimidad, lo que refrenda la identidad de intenciones de todos nuestros miembros, lograr una sociedad triste, apocada, acomplejada, sin esperanza, todo ello logrado desde una posición ética que nos permite trabajar en pos de un objetivo asumido, que nos motiva para amargarle la vida a toda la humanidad, logrando que sea la propia convicción de la tristeza el vehículo de perfección de esa sociedad, y, proponiendo como modelo a lograr, el valle de lágrimas tan invocado por la cultura judeo-cristiana.
No obstante, y aunque la maldad de nuestros objetivos así parezca demostrarlo, no todo vale para lograr la infelicidad de los hombres. Rechazamos de plano, con el mismo horror que si fuéramos los buenos, las matanzas indiscriminadas, los genocidios, la violencia sin mesura.
Dicho lo cual, acogemos con alborozo a todos los candidatos aceptados y rechazamos con horror, calificándolos de más malos que la quina, de malos inaceptables, a Putin por su sistemática y abusiva agresión a los civiles en Ucrania, a Netanyahu por su violencia desmesurada e incontenida en Gaza, y a todos los miembros de las organizaciones islámicas que viven de la provocación de la violencia, de su ejercicio, del uso de civiles como escudos humanos, del uso de la muerte de civiles como arma propagandista, en guerras cruentas en las que siempre los muertos son acogidos con satisfacción inaceptable, no confesada.
Que la Navidad, sus dulces y viandas, se os atraganten a todos, que el carbón abunde entre los regalos y los villancicos os provoquen sordera permanente.
Firmado: La Junta Directiva (P.P. El Grinch)”
Yo, por el contario de esta innoble asociación, quiero desearos unas Felices Fiestas, abundancia y alegría en todo lo que os concierna, a casi todos. Elimino de mis deseos a los anónimos miembros de la nefanda hermandad que abundan en juntas de comunidad, organizaciones varias, multinacionales, partidos políticos y gobiernos.
Magnífico. Eres un fenomenal escritor, aunque me sobra uno (Netanyahu), y me falta otro (“Antonio” Sánchez el frutero)
Feliz Navidad y un abrazo
Gracias por incluir a Maduro y, por ende, a la narcodictadura venezolana. Me imagino que la lista seguiría sumando malhechores por lo que mejor brindar en sana paz por estas fiestas. Salud y felices fiestas Rafael.
¡Enhorabuena, Rafael!
Esto merece, como mínimo, un “Vermut”.
Un abrazo.
Carmen García-Serrano.