El pasado cuatro de diciembre se celebró una de las fechas más emblemáticas de Andalucía, ese día de Diciembre de 1977 los andaluces salimos a la calle de forma masiva para reivindicar pacíficamente el derecho a decidir el futuro de Andalucía como comunidad histórica. Día grande, día de emociones y recuerdos imborrables. Sí en algún lugar, en aquellas fechas, se resistió a claudicar el franquismo fue en Malaga.
El tardo franquismo todavía tenía engrasada su maquinaria y sus acólitos disponible. Personajes como el entonces presidente de la Diputación Provincial de Malaga, el ultraderechista “Pancho” Cabeza, quien con su actuación, al prohibir que ondeara la enseña andaluza en el balcón de la Diputación provocó los acontecimientos que originaron la muerte de García Caparros. El Teniente Coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero Molina, quien años más tardes protagonizaría el golpe de Estado del 23F de 1981, que como Jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Malaga, en Octubre de 1977 ordenó disolver por su cuenta y riesgo una manifestación que pedía el adelanto de la edad electoral a los 18 años y no a los 21. José Gonzalez de la Puerta quien hasta Junio de 1976 fue Gobernador civil de Malaga hasta que fue cesado y que meses antes ordenó la toma por la Guardia Civil del pueblo de Casares, para evitar un homenaje a Blas Infante, a posteriori nombrado padre de la patria andaluza.
Un caldo de cultivo que ante la fuerza reivindicativa de una comunidad que intentaba recuperar el lugar en la historia que durante toda la dictadura se le hurtó y con un movimiento de universitarios y obreros militante de una izquierda que iba mas allá del partido comunista no podía más que contribuir de una forma definitiva al logro de ver reconocida su identidad histórica. El 4 de diciembre de 1977 fue la antesala del referéndum que se celebró el 28 de febrero de 1980 y que derivó en el Estatuto alcanzado en 1981.
Una comunidad que sobrevivió al analfabetismo impuesto por la dictadura, porque pretendieron robarle su identidad y sabían que la manera más eficaz de conseguirlo era mantenerlos en el analfabetismo, porque sabían que un pueblo sin cultura al final pierde su identidad, pero no lo consiguieron.
No obstante Andalucía, fiel al legado de tantas culturas supo conservar el espíritu de supervivencia colectiva y una veces dejándose llevar por el pensamiento senequista “Para ser feliz hay que vivir en guerra con las propias pasiones y en paz con las de los demás” y otras por el liberalismo democratico de la que se impregno la Constitución de Cadiz, continuó cincelando su carácter entre la austeridad de Juan Ramon o Antonio Machado y la expresividad de Picasso o García Lorca, desde Falla a Camarón y en esa simbiosis, fruto de la unión de la mar atlántica y mediterránea y del Guadalquivir como vertebrador de la Andalucia interior, ha ido conformando una cultura de convivencia democrática que ha marcado su identidad.
Malaga la primera en el peligro de la libertad, asi reza uno de los lemas de su escudo. Malaga la roja, por su resistencia al avance franquista. Marinaleda enclave dónde aun reside la utopía comunista. Casas Viejas, dónde se produjo la segunda insurrección anarquista en enero de 1933. Casares patria del padre de la nacion andaluza Blas Infante. Cadiz como punto de encuentro de la ya mencionada constitución de 1812…
¿Qué cantan los poetas andaluces de ahora? ¿Qué sienten los poetas andaluces de ahora? Que cuando sienten parecen que están solos.
¿Qué estamos haciendo mal para que Andalucía haya olvidado su historia?