La agitación y violencia que hemos experimentado recientemente en Reino Unido en varias ciudades se debe principalmente al movimiento anti emigración promovido por Nigel Farage, el arquitecto del Brexit y de otros agitadores de la extrema derecha. La realidad es que los disturbios que comenzaron en la población costera de Southport este Agosto pasado fueron causados por la desinformación. Un joven de 17 años nacido en Gales de ascendencia Africana y más que probablemente cristiano y de familia cristiana atacó una guardería hiriendo a ocho personas y asesinando a tres niñas de primaria. Uno de los crímenes más atroces, trágicos y enormemente tristes de los últimos años. De este joven no se supo nada en el momento de su detención y nada se sabe de él en este momento pero creo que es lógico asumir que padece de serios trastornos psicológicos y mentales.
La entera comunidad de Southport, afectada por estos trágicos acontecimientos se unió a una vigilia para honrar la memoria de las niñas fallecidas y de las personas que pusieron su vida en peligro para tratar de detener al asesino.
Todo esto es, ya de por si, una tragedia colectiva. Pero la vigilia iba a verse interrumpida por grupos de agitadores de extrema derecha que, cargando cajas de botellines de sidra y cerveza, venían a “pagar sus respetos” a Southport. Intentaron quemar la mezquita local y atacaron negocios y residencias. Incendiaron un coche de policía además de agredir y herir a varios agentes de policía. Los agitadores, blancos, ingleses y cubiertos con banderas de San Jorge se dedicaron a causar un desorden público de serias consecuencias. Estos disturbios fueron repetidos en varias ciudades y poblaciones inglesas durante esa semana en la que el país se hallaba en estado de alerta.
¿Porque? Muy sencillo, Nigel Farage líder del partido de extrema derecha Reform y – tristemente- miembro del parlamento, público un video insinuando que el asesino de las niñas era un emigrante. A su vez, otros personajes funestos con una fuerte presencia en las redes, continuaron diseminando esta desinformación y promoviendo el bulo de que el asesino era un terrorista Islámico. En algunas instancias, estos cobardes fascistoides intentaron atacar y quemar centros de refugiados en las que están albergadas familias enteras de refugiados. Llamo a esta ralea de indeseables “fascistoides” porque son tan brutos, tan poco educados que seguramente la mayoría desconozca el significado de la palabra fascismo.
La semana de los disturbios causo que muchos Británicos no blancos tuvieran miedo de ser agredidos por esta ralea hooligan. Una situación realmente deplorable.
El nuevo gobierno Laborista actuó rápido y en cuestión de una semana varios de estos criminales y extremistas de derechas fueron encausados y encerrados en la cárcel. Lamentablemente, la supuesta derecha moderada convencional ha usado esta situación para criticar al gobierno promoviendo más bulos ( por ejemplo que la policía trata de manera peor a agitadores blancos que a los de otras razas).
Afortunadamente las aguas han vuelto a su cauce pero el gobierno Laborista ha acabado por ceder ante la presión impuesta por la derecha y los sectores del público Británico más vulnerables a la manipulación y que ven en los emigrantes la causa de todos sus problemas. Estamos de nuevo en la Alemania de los años treinta, me temo.
Dada la crisis de natalidad que existe en el Reino Unido, necesitamos emigrantes para ocupar todos esos puestos de trabajo que los hooligans agitadores no pueden o no quieren hacer. Pero la extrema derecha ya escribió este guión hace mucho tiempo y sabe como manipular el odio y así propulsarse al poder.
Muchos de los botarates quemando coches de la policía, robando tiendas y lanzando ladrillos a la policía no son más que una pandilla de semi analfabetos. Pero habían muchos miembros de organizaciones etno racistas y supremacistas en estos disturbios. Y detrás, sentado en su despacho como quien no quiere la cosa, Farage y la supuesta derecha moderada otorgan cierta validez a estos sucesos. Pero hubieron muchísimas manifestaciones anti fascistas pacíficas y los agitadores fueron incapaces de coordinar disturbios en Londres.
De hecho, estos disturbios se conocen ya como los “Farage Riots” es decir los Disturbios de Farage, hecho que no agradece el susodicho que ahora quiere lavarse las manos de este asunto.
El fascismo es un tumor que debe ser extirpado en cuanto es detectado. Pero nosotros somos más.
NO PASARAN.