Está viva te juro está viva
la vi correr por la rambla encenderle un cigarrillo a un vagabundo destripar una hoja de
Parra con su mirada morder una manzana con las encías
y bendecir a un maldito.
La vi besar a un niño en la frente
y en la boca a su madre soplar dientes de león levantarle las vestiduras a una monja
saltar sobre un charco
acariciar una rata herida.
Allí va,
huesuda y agónica
pero corre y sonríe como quien no ha experimentado el miedo o el dolor de estar vivo.
Algunos la siguen llamando puta para mí siempre será
La poesía.
Escritos que te salvan de la vida