La precipitación no es aconsejable para casi nada, salvo que se trate de llegar antes a algún sitio al que, posiblemente, ni siquiera queríamos llegar.
Es por ello que en el tema que pretendo abordar, tal vez el haber dejado pasar prácticamente una semana me ayude a contener mis emociones e inevitable partidismo, por mucho que uno pretenda ser lo más objetivo posible.
Como algunos ya habréis adivinado, dicho tema no es otro que el cansino análisis de los resultados electorales, con el dilema de no saber si afrontar tan dura labor desde una perspectiva sociológica o política; habiéndome decidido finalmente, no con la intención de quien elige el camino del medio buscando el no compromiso, sino todo lo contrario, intentando encontrar en dicho camino un equilibrio de posturas, por lo que he decido aplicar algo tan sencillo como el sentido común.
Por otra parte, como creo que estarán todos de acuerdo, no se puede entender los resultados del 26J si no nos retrotraemos a la semana anterior a los comicios, en la que se dieron a conocer a la opinión publica, aunque si por “pública” hemos de entender la de los ciudadanos en general, sobre todo la de los votantes; permítanme dudar que se trate realmente de una opinión para convertirse en un totum revolutum de ideas o pareceres cambiantes según de donde venga el viento en cada momento. Me estoy refiriendo a los datos de las encuestas de intención de voto en las que, si bien se daba por vencedor al que resultó serlo finalmente, sin embargo, no con la ganancia de casi 600.000 votos con respecto al 20D; y con un “sorpasso” fantasma de UNIDOS PODEMOS, que al final, por mucha coalición con IU, ha dado como resultado sólo dos escaños más, que antes ya los tenía el partido de Alberto Garzón; pero sin superar al PSOE, al haber obtenido éste 85 escaños frente a los 71 de la formación morada, si bien con perdida de 5 escaños con respecto a los comicios de diciembre, posiblemente, por no haber entendido algunos de sus votantes el pacto contra-natura, aparentemente, con el Partido de la derecha de Albert Rivera, también penalizado con 8 escaños menos.
Hecha esta exposición, al objeto de centrar el tema, dado que algunos todavía dan como perdedor a UNIDOS PODEMOS, no se porqué motivo, a no ser por la versión frustrada del referido “sorpasso”; al margen de esto, creo que no es baladí resaltar la gran cantidad de escaños obtenidos por esta formación llevando tan sólo dos años en la arena política. Aunque el verdadero ganador ha sido el Partido Popular, ese mismo partido que a la “inopinión pública” preocupaba sobremanera su corrupción, según las últimas encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas, al haber aumentado más de ocho puntos en las publicadas el pasado 8 de marzo con respecto a las anteriores, convirtiéndose en el segundo problema de más preocupación con un 47,5%, frente al paro con un 78%, quedando en tercer lugar los problemas económicos con un 25,1%.
¿A qué se debe este cambio repentino?, ¿era éste el resultado buscado por las encuestas?. Dicho de otra manera, ¿existe manipulación de las encuestas en intención de voto publicadas una semana antes a la de los comicios, para que la gente cambiase el voto, frente al miedo de “vienen los radicales” infundido por el PP , PSOE y C´s ?.
Todos sabemos que las encuestas se manipulan, sólo hay que ver lo escandaloso que algunas veces arrojan sus resultados cuando han sido cocinadas por un medio afín a un determinado partido político. También, todos sabemos, que los resultados que dan las encuestas depende de los ingredientes que se pongan en el puchero donde se vayan a cocinar. Para que todos me entiendan, no es lo mismo preguntar sobre la intención de voto en un barrio obrero que un barrio de vecinos acomodados. Por este motivo, tampoco voy a interpretar algo que en su origen nace viciado y, por tanto, maleable, según el sentido que le quiera dar el tertuliano de turno.
Miren ustedes, antes los resultados del pasado 26J sólo me cabe la opinión del “sentido común”, el que se debe presumir que tiene cualquier persona con un mínimo de racionalidad y objetividad. Por lo tanto voy a pedir al lector que haga el mismo esfuerzo que yo desnudando su opinión de cualquier afinidad política. Así, el hecho de que Rajoy vuelva a ganar las elecciones, encima superando el número de votos obtenidos la vez anterior, sólo puede admitir la lectura de que la ciudadanía es idiota, y con esto no quiero decir que no respete un resultado electoral, pues no me queda otra. La palabra “idiota” etimológicamente hace referencia a que el individuo sólo piensa en si mismo, preocupándole, tanto sólo, lo privado y no lo que afecta a los ciudadanos en general. Adjetivo que adquiere un grado superlativo, si además, la situación económica y laboral de quien tan egoístamente actúa, no es muy halagüeña, haciendo que adquiera valor esa frase que dice “no hay nada más tonto que un obrero de derechas”.
“el hecho de que Rajoy vuelva a ganar las elecciones, encima superando el número de votos obtenidos la vez anterior, sólo puede admitir la lectura de que la ciudadanía es idiota, y con esto no quiero decir que no respete un resultado electoral, pues no me queda otra.”
Sí, con todos mis respetos hacia quienes han dado el voto al Partido Popular, aún siendo el partido más salpicado por la corrupción, el que esta dejando esquilmada la caja de las pensiones, el que ha llevado a este país a una deuda pública de casi el 100% de PIB debido al despilfarro de sus dirigentes, quien ha rescatado a las entidades financieras hundiendo a las personas, hasta llevar a algunas de ellas a la desesperación absoluta de quitarse del medio. Si, con todo mi respeto, aunque ellos no me lo hayan tenido a mi, Sí, porque en democracia hay que aceptar el resultado de las urnas, aunque en ese resultado este presente el juego sucio, la mentira, el catastrofismo hacia la izquierda, metiendo incluso a “Dios” en el debate y, lo que es peor, la apariencia, como si el vestir con traje y corbata hiciese a las personas mejores frentes a los que van con mono a trabajar o tienen rastas en la cabeza.
Sí, este es mi análisis, hecho con todo el respeto. Posiblemente, con muchísimo más respeto que el que tuvieron los simpatizantes y votantes del PP frente a su sede en el número 13 de la calle Génova en Madrid la noche de las elecciones, jaleando a un Mariano Rajoy cual Caudillo en la Plaza de Oriente hace más de cuarenta años; utilizando eslóganes, vítores, e insignias que han hecho suyas como buenos patriotas que son, y no los rojos, que lo único que saben es hacer manifestaciones y desenterrar a sus abuelos republicanos para recibir subvenciones del Gobierno; pero sobre todo, porque luchar por los más débiles es propio de países como Venezuela, aunque el desabastecimiento de sus supermercados se deba al bloqueo de la propia derecha para reventar el sistema y hacerse con la riqueza de los pozos de petróleo. Aquí en España no ha débiles, ni parados, ni desahuciados, ni gente que pase hambre… y todo ello gracias al PP. ¿Entonces para que queremos votar a la izquierda, si vivimos de lujo?; además del riesgo que ello entrañaría si ganaran con la quema de iglesias, la retirada de la asignatura de religión de los colegios, la expropiación de la segunda vivienda a los que como animales han trabajado toda su vida para tener un retiro lo más cómodo posible; pero lo peor de todo, ¿cómo vamos a dejar que nos gobiernen esos “perroflautas”, “piojosos”, “descamisados”, “parásitos”?… seguro que nos llevarían al caos, a la división de la indisoluble unidad de España.
En cuanto a las apuestas de los pactos post electorales, me dijo mi abuela que porfiara pero que no apostara, quizá desde la experiencia de los años, aunque en este caso, ni eso. No porfiaré, porque tratándose de políticos cualquier cosa sería posible, hasta que Ciudadanos y PSOE pacten con el PP, por mucho que lo hayan negado, atacado su corrupción, su inutilidad en combatir los problema que afectan a los ciudadanos… Pero ya se sabe, el poder es muy goloso, y el dinero más, y eso de quitárselo a los ricos para dárselo a los pobres sólo esta bien cuando quien lo hace es Robin Hood y no Pablo Iglesias. Y es que, en definitiva, hay gente que no le importa vivir arrastrados. Esto es España… mejor dicho, las dos Españas, con “muchos españoles y muy españoles”.. y “a mucha honra”…
Muy mordaz tu comentario Feliciano… pero en el fondo atisbo el mismo dolor e impotencia que tanto a mí, como como a todo hombre de bien, ha ocasionado semejante “PUCHERAZO”…
El que haya que asumirlo y respetarlo, conociendo como se conoce el talante y actitud de los actuales gobernantes en funciones, ya no lo tengo tan claro… porque “CORRUPCIÓN” no es sólo saquear las arcas del Estado y con ello el bolsillo y derechos de los españoles y evadir capitales a paraísos fiscales para encima de saquearlo, ocultarlo para no pagar impuestos… recortando luego salvajemente los derechos de los españoles para tratar de compensar con recortes y subidas de impuestos los capitales salvajemente atracados…
También supone “CORRUPCIÓN” la manipulación por parte de la empresa a la que precisamente “a dedo” y sin ningún tipo de “concurso” público, se adjudica el recuento del voto en una jornada tan históricamente importante como la del pasado “26-J”…
No tengo tan claro lo de que tengamos que conformarnos sin más, con los resultados que a su conveniencia han estimado oportuno publicar…
El sistema de “recuento y comprobación del voto” tal cual está diseñado, se presta al fraude… en cuyo caso habría que abogar por cambiar éste de forma inmediata e inminente para los próximos comicios… es más, incluso si pudiera demostrarse, habría que exigir como en Austria, la repetición de elecciones…
Tampoco los representantes del pueblo tienen porqué aceptar y acatar sin más el resultado y facilitar con la abstención, o con su voto favorable en el Congreso la investidura de nuevo de los mismos corruptos del PP, para evitar que puedan abrirse puertas y ventanas, y levantarse alfombras para que pueda salir a la luz toda la corrupción que todavía yace oculta y latente entre juzgados, legajos y discos duros, y de la cual me atrevo a decir que hasta ahora sólo hemos visto asomar la punta del iceberg…
Los representantes del pueblo, no pueden defraudarnos de forma tan desvergonzada y poco ética, cuando en campaña juraron una y otra vez no pactar con el PP mientras Rajoy y otras pestilentes hierbas permanecieran al frente…
Me refiero concretamente a C’s, cuyo líder podía haber dicho más alto, pero nunca más claro que de pactos con el PP, ni por asomo mientras Rajoy no dimitiera…
Ahora parece ser ya que otros integrantes de su cúpula están soslayando en sus discursos esta clarísima aseveración y se están dejando asomar con otro tipo de intenciones más aviesas… y con tal de pillar cacho, ya lo que dijo en su momento “el líder Rivera” parece ser que no significaba lo que parecía entonces significar…
Tampoco sería admisible un mal llamado “gran pacto” “PPSOE”… con C’s. pegado cual grano en el trasero…
Como podrían mezclarse azules, rojos y naranjas…???
Eso sería otro inadmisible e imperdonable fraude al país…!!!
Gran pacto para qué…???
Para poder seguir perpetrando fechorías con mayor descaro si cabe, y de manera todavía más impune que antes unos y otros…???
Sería la única explicación que cabría interpretar y extraer a nivel histórico e internacional, de semejante inadmisible pacto…!!!
Con mucho tacto tendrían que hilar en el ese caso, porque la mezcla de azul, rojo y naranja se transformaría inexorablemente en “MORADO” para próximos comicios…
La oposición al PP, que son todos los demás, si no quiere que el pueblo ponga el grito en el cielo y se eche a las calles clamando justicia, no tiene más remedio que votar “NO” a la investidura de Rajoy… Y si tenemos que ir irremisiblemente a una tercera vuelta… “VAMOS”…!!! pero con otra empresa que no sea INDRA y con máximo rigor en el control de la emisión del voto…
Es mi humilde, sincera y razonada opinión…!!!
Efectivamente Juan Antonio esto ha sido un “PUCHERAZO” en toda regla, espero qué, como tú dices, volvamos de nuevo a las urnas, pero esta vez que hagan el recuento como mínimo dos empresas distintas y con controladores de los partidos. O nos espabilamos, o nos la juegan otra vez.
El PSOE para volver a ser opción de gobierno tendrá que demostrar que es capaz de hacer una política diferente a la del PP y sus dirigentes no están por la labor. Están más cómodos siendo los lacayos del poder, aunque ello conlleve su desaparición y el sufrimiento de la mayoría del país.