Dignidad: Dícese de la cualidad del que se hace valer como persona, se comporta con responsabilidad, seriedad y con respeto hacia sí mismo y hacia los demás y no deja que lo humillen ni degraden.
En este cortijo llamado España cuyo señoritos siguen siendo el Partido Popular y el Partido Socialista, en esa alternancia pactada entre ambos mediante la reforma de la Ley Electoral, seguidos de un nuevo candidato de color naranja que se sitúa en ese denominado centro, que no deja de ser un eufemismo de la derecha más rancia, no sólo porque ha dado cobijo a muchos electores cabreados del PP, sino porque su panfletario programa electoral demuestra que son conservadores en lo institucional, reaccionarios en lo territorial, y retrógrados e involucionistas en lo que se refiere a derechos humanos. No en vano, su programa económico, liderado por Luis Garicano, disfruta de la simpatía de los grandes agentes económicos, de las grandes empresas del IBEX-35, y hasta del mismísimo Joan Rosell. En definitiva un programa populista disfrazado de progresismos, cuando en realidad presenta medidas al más puro estilo neoliberal, tal y como es su presidente, quien estuvo afiliado a Nuevas Generaciones del Partido Popular desde el 10 de septiembre de 2002 hasta el 7 de abril de 2006, según información facilitada por El Confidencial el 11 de abril de 2014, lo que implica que militó en este partido hasta tres meses antes de ser nombrado presidente de C’s en el congreso fundacional de dicha formación. Un personaje cuya continua demagogia es abrumadora y cuyos hechos han mostrado su rechazo a quienes tienen un look obrero o defienden a los menos favorecidos económicamente, procurando una mayor igualdad social y económica.
Ahora bien, lo más preocupante en relación con la repesca electoral del próximo 26J, es ver como se nos presenta a España por la mayoría de los partidos políticos, excepto por el que todavía ejerce el gobierno en funciones, como un país hundido; no en vano el Nobel de Economía estadounidense, Joseph Stiglitz, en los debates de Davos a principio de año señaló en relación con la política salvadora del Partido Popular: “Están cantando victoria por bajar la tasa de paro del 25% al 22%. Yo digo que una economía que tiene un paro así y con una tasa de desempleo juvenil del 50% está en depresión”. Depresión de la que no sólo son responsables los políticos de la gaviota sino también sus predecesores, coautores de aquella reforma constituicional del artículo 35 por la que dinamitó definitivamente el Estado Social, constitucionalizando una ideología neoliberal, claramente en contraposición con la que se le presupone a un partido que entre sus siglas se incluye al obrero.
Sin embargo, como paradoja, los propios partidos responsables de esta situación de depresión económica, ahora se nos presentan como los salvadores de la patria, gozando de la confianza de un electorado que en las fracasadas elecciones del 20D volvió a situarlos a la cabeza de forma inexplicable sino es porque la mayoría de los votantes, además de carecer de la más mínima dignidad, son portadores de la más baja talla intelectual si tenemos en cuenta que se hacen participes de la estrategia electoral de la derecha española (PP y Ciudadanos) y de una falsa izquierda (PSOE), centrada en la situación Venezolana, en un claro intento de identificar a la coalición Unidos Podemos con la situación de desgobierno en ese país, así como haber sido depositarios de sus ayudas por parte del gobierno del Chávez.
“porque la mayoría de los votantes, además de carecer de la más mínima dignidad, son sonportadores de la más baja talla intelectual si tenemos en cuenta que se hacen participes de la estrategia electoral de la derecha española (PP y Ciudadanos) y de una falsa izquierda (PSOE)”
Como si no hubiésemos recibido bastante castigo con el conocimiento de sus mil y una corrupciones, pactos y políticas que han beneficiado a los de siempre, a la mayoría de los españoles parece no importarles la mofa de la que han sido objeto por parte del PP, si tenemos en cuenta que volverá a ser el más votado en las próximas elecciones según el barómetro del CIS. Triunfo, en el que sin duda, desempeñan un papel muy importante los grandes medios informativos con su incesante bombardeo de persuasión canalizada hacia los señoritos del cortijo referido al inicio, promoviendo una percepción casi absoluta en contra de esa izquierda que más se sitúa al lado de los ciudadanos menos favorecido por las políticas neoliberales que aquellos han impulsado.
El hecho de que la encuesta preelectoral del CIS haya confirmado lo que venían apuntando todos los sondeos, convirtiendo al famoso sorpasso en la principal amenaza para el PSOE, el cual quedaría relegado a un tercer puesto, esta levantando demasiadas ampollas en quienes tienen miedo a que el pueblo hable dentro de las instituciones y, lo que es mejor, abran sus puertas y ventanas, no sólo para lograr una mayor transparencia, sino, sobre todo para que salga toda la ponzoña que se esconde entre sus paredes.
Así nos ven fuera de España
Algunos diran,sobre este articulo ,que cada cual es soberano de votar a quien le venga en gana…..cierto es….pero tambien no es menos cierto,que mal que le pese a esos “Algunos”,la logica aplastante de los argumentos, de este articulo,sobre el nivel intelectual de un porcentaje elevado de la poblacion Española,es Irrevatible e Irrefutable……se mire por donde se mire.
Una verdadera vergüenza que tengamos una “intelectualidad” tan ruin, mezquina e indigna como este Aristóteles que escribe el panfleto sobre la indignidad de los españoles. Y nunca mejor aplicado aquello que dice que “lo que natura no da Salamanca no lo otorga”. Esta gente ha pasado por la Universidad para conseguir un título que, según ellos creen, los coloca, automáticamente, por encima del resto de los mortales; pero no han conseguido sacar de las aulas ni un ápice de sabiduría, de empatía, de comprensión de los procesos…todos somos imbéciles menos ellos…o piensas como yo o eres, nada menos, un INDIGNO. Amigo mío ten por lo menos la decencia de leerte la definición que tu mismo añades en tu escrito…”…se comporta con responsabilidad, seriedad y con respeto hacia sí mismo y hacia los demás” y es una grave falta de respeto llamar indigno a un pueblo como el nuestro que soporta lo insoportable, incluso A INDIGNOS COMO TU con una paciencia y respeto que a mi empieza a faltarme…por lo que pido perdón.
Querida amiga, Maria José, con apellido de general franquista, dignidad la tiene quien se respeta a si mismo y a los demás, cosa que no ha hecho el Partido Popular ni con sus propios votantes. Quizá tu no tengas ningún familiar que por culpa de las política neoliberal aplicada por el Partido Popular de salvar entidades bancarias en vez de a personas se haya quitado la vida por haber quedado en la más absoluta miseria después de haber sido desahuciado por aquellas. Quizá a ti no te importe la corrupción dentro del Partido Popular, que tanto nos cuesta a todos los españoles, y tal vez por eso estés entre esos indignos que les votan. Yo no te pido perdón porque te estoy definiendo, no tienes respeto ni a ti mismo ni a los demás si eres capaz de votar a un partido que debería ser ilegalizado por tan ignominiosa actuación. Ni siquiera mereces que te dedique más de mi tiempo porque, por supuesto, mi intelectualidad esta muy por encima de tu necedad. Que vuestro dios os perdona a ti y tu partido de delincuentes que se han llevado crudo el dinero de los ciudadanos ocultándolo en paraísos fiscales, para después sacarlo a la luz por una amnistía fiscal pensada sólo para los suyos. Pero que panda de sinvergüenzas sois.
Muchas gracias María José Moscardó por unas palabras tan inteligentes y cargadas de dignidad, me imagino que porque habrás pasado por una universidad de pago mejor que la pública en la que estudiado yo, aunque sea la de Salamanca, y sobre todo por leer mis artículos que, posiblemente, no estén a la altura de una mente tan privilegiada como la tuya, por el motivo antes expresado. Por lo demás sólo decirte que por ser tan exclusiva y maravillosa, como eres, te dedico mi próximo artículo bajo el título “el gran cinismo del Partido Popular”. Un cordial saludo