EN LUGAR SEGURO

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Leer es un acto de hedonismo. Leer con otros, siempre cercanos, es un acto creativo por el cual el libro que nos convoca se convertirá en parte del ambiente amado.

Así hicimos Nacho y yo la pasada Navidad, cuando compartimos la lectura de “En lugar seguro”.

Narra la historia de dos parejas americanas vinculadas al mundo universitario entre los años 30 y los 70. Sally y Harry vuelven a la casa de campo de los Lang, donde Larry, álter ego de Wallace Stegner, recupera la historia de una amistad que había comenzado 34 años antes, cuando trabajaba con Sid Lang en el Departamento de Literatura de la Universidad de Wisconsin:

Ahí estaba, aquí está, el lugar donde, durante los mejores tiempos de nuestras vidas, se cobijó la amistad y la felicidad estableció su cuartel general.

Wallace Stegner, el ecologista que también escribe, refleja su propia vida dedicada a la naturaleza y la literatura y construye una novela luminosa, ambientada tanto en el mundo académico como en los bosques y lagos del medio oeste americano. Paseos, excursiones, acampadas, conversaciones bajo la bóveda celeste. Leyéndola a veces uno se siente como si hiciera el muerto en la superficie de un lago, mirando el cielo y suspirando de pura beatitud. A veces.

De este modo despertamos en el paraíso. El paraíso. Con su serpiente, por supuesto. La amistad es una relación ambigua y conflictiva. Es difícil aceptar que cada uno tiene su papel, sus orígenes y su mapa de ruta, su carácter, sus inclinaciones, su suerte y su devenir. Los protagonistas de En lugar seguro se verán confrontados con su propio destino y con el de los demás. Aquello que Epicteto sugiere estoicamente en su Arte de vivir:

Somos como los actores de una obra. Algunos actuaremos en un drama breve; otros, en uno largo. Puede que nos asignen el papel de pobre, de tullido, de distinguida celebridad, de dirigente o el de ciudadano normal y corriente. Aunque no podemos controlar el papel que se nos asigna, nuestro afán debe ser interpretarlo tan bien como sea posible y no quejarnos de él. Sea donde fuere y en cualquier circunstancia, ofrece una actuación impecable. Si tienes que leer, lee; si tienes que escribir, escribe.

Nacho me escribió el 27 de enero, víspera de mi cumpleaños. Ha leído “En lugar seguro” después que yo:

He terminado la novela y se me han saltado las lágrimas. No recuerdo cuándo me había pasado eso… Mi visión ha cambiado. Me parece que Wallace Stagner ha dejado para el final el barro que arrastra el río de la existencia y lo ha contado enormemente, con oficio, amor y coraje.

En lugar seguro es una historia sobre la amistad. La amicitiae es una corriente cristalina. Aunque las personas dejen cosas sin terminar, aunque dejen preguntas sin responder.

Si tienes que leer, lee.

Herbert List. Magnum Photos. At the Baltic Sea. 1933. Wrestling boys.

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