EL UNIVERSO: ¿DE LA NADA AL TODO O VICEVERSA? (I)

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Desde que recibí mis primeras clases, mis profesores me dijeron que el Universo era único e infinito. Yo no podía entender estos dos conceptos y simplemente los asimilé como una verdad básica y un poco dogmática.

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Años después, leyendo diversas publicaciones y atendiendo a los distintos medios de comunicación, me di cuenta de que esa verdad, que había admitido como verdad absoluta, no era del todo cierta y que el universo se expande.  Como no era ningún entendido en astrofísica, empezó a interesarme más como un tema filosófico que como una vertiente puramente física. El Universo se EXPANDE… Se supone que, si el universo es infinito fuera de él no hay NADA… Entonces… ¿Hacia dónde se expande? Tal vez, hacia la NADA.

La expansión. Imagen de LA NASA

La teoría de la expansión del Universo es antigua. Wilem de Sitter la formuló en las primeras décadas del siglo pasado, basándose en la teoría de la relatividad de Einstein. Muchos astrofísicos han confirmado esta teoría con diferentes matices. Lemaitre hablaba del universo inflacionario como aquella expansión rápida que se produjo inmediatamente a la aparición del “Big Bang”. Este autor es reconocido como el padre del Big Bang.

IAN WORPOLE

Otros científicos, como A.H. Guth, sugieren que en ese momento de enorme crecimiento, podría haberse creado toda la materia y energía del universo prácticamente a partir de la nada. Tanto para el modelo de Universo estándar como para el modelo inflacionario, el universo se creó hace entre 10.000 y 15.000 millones de años. Actualmente es sabido que si bien, el universo se expande y puede que en estos momentos sea más acelerada dicha expansión, existen regiones de contracción que suponen los agujeros negros, la gravedad sin freno. Por tanto, estamos ante un proceso de expansión/contracción. Esto nos hace volver a la pregunta inicial, “si el universo se expande, ¿hacia dónde lo hace?, si partes del universo se contraen ¿Qué queda después de esa contracción?

Algunos postulados de la ciencia moderna afirman que de la NADA se creó el propio universo, a partir de una partícula descubierta por Peter Higg en 1964, denominada “Boson” o “partícula de Dios”. Al parecer, esta partícula acumuló una gran masa de energía-materia que luego explosionó dando lugar al ya mencionado “Big Bang”.

DE LA NADA AL ALGO: LA GENERACIÓN ESPONTANEA.

Aunque la teoría de la Generación Espontánea hoy en día está completamente obsoleta, tuvo gran predicamento en el pasado. Aristóteles fue quien la promulgó, siendo después ampliamente sustentada por numerosos científicos. Básicamente esta teoría postula, que se puede crear vida a partir de materia orgánica e inorgánica. Fue Pasteur en el siglo XIX quien demostró científicamente que la teoría de la Generación Espontánea era una falacia, postulando la ley de la biogénesis en la cual se establece que “todo ser viviente procede de otro ser vivo existente”.

En 1908 Arrhenius propuso de teoría de la Panspermia: la luz de las estrellas podrían atraer a determinadas esporas y ser transportadas por el espacio. De esta manera y a través de la evolución de las esporas habría llegado la vida a la tierra. Esta teoría fue completamente desechada por Becquerel, quien adujo que las esporas no podrían sobrevivir a las radiaciones de alta energía del espacio ni a la temperatura de este. En 1924, Oparin postuló la teoría fisicoquímica, que explica el origen de la vida en la tierra a partir de elementos preexistentes en la atmosfera. Miller, en 1953, dio apoyo experimental a la teoría fisicoquímica, pero la conclusión actual es que una simple fuente de energía es capaz de transformar las moléculas más sencillas en moléculas complejas (Sydney Fox-1943). Aún así, nadie ha podido demostrar la generación de organismos celulares a partir de moléculas complejas. Por tanto, y siguiendo a Pasteur, “La vida proviene de la propia vida”.

Pensemos en… LA NADA.

Resulta extremadamente complicado para nuestro intelecto entender el concepto de la NADA, ya que, desde el momento en que estás pensando en la nada, ya la has transformado en ALGO. Algunos filósofos argumentan este hecho: “algo que no existe no puede ser pensado”.

Nada surge de la nada, o de la nada, nada proviene, son expresiones con las que se indica un principio metafísico según el cual, ningún ente puede empezar a existir a partir de la nada. La idea también se expresa mediante la locución latina ex nihilo nihil fit. Se suele atribuir al filósofo griego Parménides.

Epicuro y Lucrecio entienden que la materia no se puede crear de la nada.

Imagen de https://www.surysur.net/nada-de-nada/ – Gisela Ortega

La dualidad entre el algo y la nada ya fue evidenciada por Heidegger en su obra “¿Qué es metafísica?” (1930). Él no pregunta porqué hay una nada, si no, porqué no la hay. Es decir, para Heidegger, la negación del ente es, precisamente, lo que nos reafirma como ente o como ser. La nada sería el elemento sobre el cual se sostiene la existencia.

¿La existencia del ALGO determina la existencia de la NADA? Si esto fuera así, entenderíamos el ALGO como el TODO y la NADA como la ausencia del TODO, o, tal vez, la negación de la existencia del SER.  Así, llegamos en bucle a la idea de los filósofos griegos de que la nada es la negación del ser. La nada es la anti esencia, algo que nunca ha sido.

Al final, podemos resumir que el concepto de la nada, como concepto absoluto es impensable, filosóficamente imposible. Siguiendo a los existencialistas, la nada solo aparece cuando se la enuncia y entonces, ya se ha transformado en ALGO.

Pero, volvamos a la pregunta clave: si el universo se creo a partir del “Big Bang”, entonces, ¿Qué había antes de su creación? Y la segunda pregunta clave: si el universo se expande ¿Hacia dónde se expande? ¿Qué hay afuera del propio universo?

A mi modo de entender tenemos dos caminos fundamentales.

Imagen de Andrey Kryuchkov

Vayamos por el camino de la derecha.

El universo parte de un principio (Big Bang). Tiene un comienzo y se supone que tendrá un fin. Si tuvo un comienzo y antes de él no había nada, tenemos que admitir que el universo surgió de la nada. La argumentación anterior sugiere que de la nada, nada surge, por tanto, tendría que admitirse un ente creador, voluntario (vertiente religiosa) o involuntario (vertiente científico-filosófica). En este sentido, la ciencia moderna nos presenta una partícula que puede haber surgido de la nada. Se trata de la ya mencionada partícula de Higg, descubierta por este autor en 1964, a la que se denominó “Bosón” o “partícula de Dios”. Según estos científicos, la partícula generó una gran acumulación nuclear que derivó en una gran masa de energía-materia, que luego explosionó dando lugar al conocido y mencionado “Big Bang”. Si queremos rizar más el rizo, podemos preguntarnos si antes de la partícula “Bosón” no había nada, entonces ¿Quién creo la nada?

Según Hawking, el universo está gobernado por las leyes de la física y si se saliera de estas leyes, el universo se habría destruido hace mucho tiempo. Para Hawking, el ente creador no existe o de haber existido tendría que haber seguido las leyes de la física; las leyes de la física aparecieron en el momento mismo del Big Bang.

Ahora vayamos por el camino de la izquierda.

El universo ha existido siempre (es eterno) y se expande sobre sí mismo (no existe la nada). Por este camino, lleno de curvas y muy pedregoso pasaremos otro día…

 

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