


“Los testamentos se abren de piernas con una pasmosa facilidad, sólo motivada por el movimiento uniformemente desquiciado de una manada de hambrientos herederos; naturaleza muerta con olor a cobre que, por lo general, sobrevuela cláusulas y párrafos buscando entre ellos la excusa perfecta para incrementar con una falsa piedad, el peculio propio de las traiciones.”
Tal cual… Se pierde todo principio, honor o cualquier vestigio de sentimiento