“La memoria falla cuando el hastío rebosa por las fosas nasales; un síntoma que a pesar de su evidencia, se muestra invisible a los perlados ojos de las sirenas. El uso comunitario de algunas partes del cerebro, produce un momentáneo efecto placebo que consigue que el propietario del mismo adquiera ínfulas de profeta en su propia tierra; místicas alucinaciones que sólo consiguen certificar la justificación del uso de discursos vacíos en las manifestaciones multitudinarias de índole conciliador. Pero a veces todo se trastoca, y surgiendo de entre los elevados fondos de las justificaciones, el signo metálico del desprecio; el momento adecuado para que el Registro de firmas, sea eliminado para siempre.”
