El humorista gráfico Antonio Fraguas de Pablo (17.01.1942–22.02.2018), conocido como «FORGES» (la traducción al catalán de su primer apellido), nos dejó hace ahora dos años.
► «El mundo de Forges era el de la clase media española,… Era su humor el de la vida cotidiana, siempre amable, incapaz de hacer daño, el humor de la añoranza y la decepción, pero nunca de la tristeza». JUAN LUIS CEBRIÁN
► « (El humor de Forges) es la demostración de que se puede criticar la realidad sin dañar a sus protagonistas». JULIO LLAMAZARES
► «Forges deja un mundo en el que todos y cada uno de nosotros (los españoles) ha quedado dibujado». JUAN JOSÉ MILLÁS
Forges fue un diseñador de humor gráfico, un original ilustrador, que se autodefinía como un «dibujante de chistes en serio». Autor de dibujos reconocibles de forma absoluta como propios, tal y como le exigió su padre para poder dedicarse a tan virtuosa ocupación. De una singularidad sin par a la que contribuía sus famosos “forgendros”, que define como «objetos imprescindiblemente inútiles», y que suelen llegar plenos de palabras imposibles e inventadas como “tontolcool”, “insoportéibol”, “gensanta” , “muslamen”, …
Forges exhibe un humor incisivo e inteligente que acopia lo absurdo y paradójico de la sociedad española.Sus curiosos personajes derrochan la misma humanidad y talento que el propio autor, siempre comprometido en la defensa de la dignidad del ser humano. Esto puede explicar la supervivencia, así como el respeto y cariño del que Forges siempre ha gozado entre los españoles, ninguno de los cuales puede sentirse resentido por su talante, su buen humor blanco y nada ofensivo. Médicos, profesores, funcionarios, políticos, jueces, banqueros y todo tipo de personal (como llamaba él a la gente) es retratado en sus viñetas de tal forma que en lugar de sentirse agredidos por ellas las celebraban con una sonrisa.
La viñeta de Forges de cada mañana podía ser un editorial o un chascarrillo, una salutación de buenos días o una crítica de alguna noticia de última hora, pero siempre traía una sonrisa incrustada. De esta forma, aun en los días malos, Forges lograba que sus devotos, que éramos muchos, nos alegráramos por momentos, mientras nos hacía reflexionar.
Forges debía haber bebido en las fuentes del mejor humor español, el próximo en el tiempo de “La Codorniz” y el “Hermano Lobo” y el más lejano de las revistas satíricas de la República, de Valle Inclán, y mucho más atrás del Lazarillo, Cervantes y Quevedo. Así Forges creó un mundo muy particular compuesto por personajillos muy populares que fueron sus famosos “blasillos”, “marianos” y “conchas”, paradigmas de los españoles medios; y sus náufragos perdidos, beatas meapilas, probos funcionarios, y otros, que serán recordados por mucha gente, con los que compendió al personal, y a través del cual contaba el acontecer diario de nuestro país, mediante la publicación de sus viñetas diarias, de forma ininterrumpida, durante medio siglo.
Forges colaboró en las más importantes revistas de humor: “Hermano Lobo”, “La Codorniz”, “Por Favor”, “El jueves”, en semanarios como “Interviú” o “Sábado Gráfico”, así como en diarios de información general como “Pueblo”, “Diario 16”, “El Mundo” o “El País”, con caricaturas y viñetas sobre la vida cotidiana, en clave de crítica social, lo que le proporcionó numerosos galardones, premios, honores y medallas de las relevantes instituciones españolas.
En la radio Forges se hizo muy popular con su participación en programas como: “Protagonistas” de Luís del Olmo, “La ventana” con Javier Sardá y Gemma Nierga y “No es un día cualquiera”, de RNE, con Pepa Fernández.
Forges, una gran persona, un genio que ha marcado impronta a varias generaciones. Ejercía como artista de singular originalidad mientras endulzaba la realidad de cada día alimentando conciencias de inspiración social. En sus ilustraciones están presentes todos los componentes sociológicos con que los historiadores podrán describir mejor a nuestra España.
Rafael Fraguas, hermano del artista, ha escrito:
► «Forges hizo reír a España durante más de medio siglo y sus personajes forman parte de la historia sentimental de todo un país».