Dementia .
Bajo tu cuerpo se pierde,
ese acto desarmado
de palabras hundidas
en corcho y piedra.
Tu corazón, silenciado por un voraz mordisco,
tus manos de gesto vandálico,
arrojan sueños al vacío.
Tu mirada ciega, impertinente de lo invisible.
La imagen ya no existe,
otro tiempo no hubo,
ni olvido
ni existencia,
como única esperanza
sólo el tacto de lo efímero..
Por las ventanas abiertas de tu pecho
se pierden
los colores de tus heridas,
remiendos de la edad, a medio vestir,
después de tantos combates
ganados a la vida.
Es hora de que hablemos
ese lenguaje que sólo, a veces,
a nosotros nos pertenece…
Porque rendido en la ultima derrota,
el olvido sí es para siempre.