La mañana apacible del litoral mediterráneo se percibe desde el calendario como un remanso de sosiego, es domingo y la bonanza de la suave brisa del viento de levante invita a las familias, sin distinción de clases o rangos, a disfrutar, sombrillas y esterillas en ristre, del recién estrenado verano. En el hemisferio norte apenas hace unos días que el sol pasó por el trópico de Cáncer, el solsticio de verano, el dia mas largo.
El 26J, precedido del solsticio y de noches de aquelarres, hogueras y baños en el mar a las doce de la noche. Noche de San Juan, tradiciones de lunas menguantes, ritos y conjuros. Noche de moragas y “juas”. El fuego como elemento purificador y el agua del mar como pócima para conseguir la belleza eterna.
Desde la atalaya del 26J Europa contempla el Brexit; el Reino Unido desde su Midsummer particular ha decidido abandonar las estructuras de la UE, y lo han decidido, mayoritariamente, aquellos que mas se beneficiaban de estas estructuras, y los integrantes mas mayores de la pirámide poblacional, el 61% de los mayores de 65 años votó a favor de que el Reino Unido saliese de la UE, al contrario que el 75% de los jóvenes de entre 18 y 24 años que apostó por la permanencia. “La generación más joven ha perdido el derecho a vivir y a trabajar en 27 países. Nunca sabremos el alcance de las oportunidades, las amistades, los matrimonios y las experiencias que les han sido negadas. La libertad de movimientos nos ha sido arrebatada por nuestros padres, tíos y abuelos”, acusa Nicholas Barrett.
Como casi siempre y en Reino Unido también, el futuro se va por el desagüe. Uno de los argumentos sobre el que ha girado la campaña del no a Europa ha sido básicamente el miedo a los inmigrantes, “esa gente que ya han agotado el estado del bienestar del continente y que ahora pretenden lo mismo con Britania” Sin darse cuenta que la población mayoritariamente de inmigrados con los que coexisten son extra comunitarios.
Tal ha sido la confusión generada en el Reino Unido por el triunfo del Brexit, que decenas de votantes llamaron a la Comisión Electoral el mismo viernes para preguntar si podían cambiar su voto y reconocer que habían optado por la opción “leave” en señal de “protesta”, pero con la certidumbre de que el Reino Unido se iba a quedar dentro de la UE, según informe ‘The Independent’.
El control de las fronteras, ese miedo cosido al alma que los xenófobos tejen contra los diferentes, y la arrogancia de las elites y las grandes ciudades hacia el resto del país, esas zonas donde la economía nunca acabo de recuperarse de la gran recesión, y donde se ha votado “leave”, según nos explica en su magnifico articulo Roger Senserrich: Brexit: campo, ciudad y los perdedores de la globalización. Esa globalización que no ha sabido ser solidaria para asegurar que ninguna región se quede atrás y que esta permitiendo que los populismos desde Le Pen o su homologo británico Nigel Farage, hasta Beppe Grillo ocupen casi una cuarta parte de los escaños de la Eurocamara.
“¡Parad a Boris Johnson!”. Esa es la consigna interna que resuena también en las últimas horas dentro del Partido Conservador ingles. ¡Parad a Donald Trump¡ ¡Parad a Marina Le Pen¡ ¡Parad a Grillo¡ ¡Parad a Christian Strache. Parad el populismo para que Jo Cox se la ultima victima de la radicalización de la vida cotidiana.
Hoy y a estas horas, falta apenas una hora para que se cierren los colegios electorales, con una caída significativa de la participación, la incertidumbre, no tanto en el resultado como en la cuadratura de esos resultados, para conformar gobierno atenazan a la sociedad de este país, un país recién salido del letargo institucional mas prolongado de la democracia y al que ninguno de los líderes ha aportado soluciones ante la previsibilidad que las urnas arrojen resultados similares a los del 20D. Un solsticio político que esta noche podría llegar a su cenit y que se ha caracterizado por la excesiva carga ideológica que han impregnado las decisiones a la hora de posibles pactos de gobiernos.
La extrema derecha aun no es visible en España y la amenaza de los populismos parece, que de momento, ha sufrido una implosión que permitiría un arco parlamentario en el que apenas se exteriorizasen posturas radicales, tan solo la cuestión catalana y en menor medida la vasca y gallega parece ser que podrían poner en riesgo la falta de consenso a la hora de un gobierno de izquierdas.
“La extrema derecha aun no es visible en España y la amenaza de los populismos parece, que de momento, ha sufrido una implosión que permitiría un arco parlamentario en el que apenas se exteriorizasen posturas radicales, tan solo la cuestión catalana y en menor medida la vasca y gallega parece ser que podrían poner en riesgo la falta de consenso a la hora de un gobierno de izquierdas.”
Los independentistas y sus aliados tienen materia de reflexión con lo ocurrido en Reino Unido y una lectura exigida, nadie duda de la legitimidad del proceso que ha conducido al Brexit, pero cada vez son mas los que dudan de la legitimidad y la honestidad de los dirigentes pro Brexit en cuanto a las tergiversaciones que han hecho de la realidad europea para conseguir sus objetivos.
Desde la atalaya del 26J y ya casi en el ocaso, en esa parte del hemisferio no visible en que se aloja el sol, con los colegios electorales cerrados, solo queda esperar y pensar que será posible la gobernabilidad de un país que exige posicionamientos políticos solidarios en las negociaciones y en la posterior gestión de esa globalización, para evitar que haya vencedores y vencidos y de esta manera evitar que el miedo alimente el populismo y de cabida a la extrema derecha en nuestro país. Está en sus manos señorías.