DE UNA METÁFORA SUGERIDA, SURGE UNA ELUCUBRACIÓN MENTAL

¿Qué tiene que ver el “Puente de Einstein-Rosen” (o agujero de gusano en física teórica) con un reloj de arena o con el símbolo del Yin y el Yang…?

A  simple vista y sin ahondar en el asunto parece absurdo tratar de ver una semejanza y ni siquiera una simple cualidad de uno de ellos con respecto a los otros dos, para poder compararlos  y,  mucho menos, hacerlos coincidir. Pero a mi imaginación le vino una imagen tan clara, tan nítida; de esa, admito que simbólica, coincidencia, que espero poder expresarla; aunque sólo sea por darme y dar una explicación del asunto.

Un “Puente de Einstein-Rosen” o “Agujero de Gusano” es, según la física descrita en la teoría de la Relatividad General, un atajo a través del espacio y el tiempo o “garganta”,  que conecta los dos extremos de ese gusano, por donde se desplazaría teóricamente la materia cuando una estrella “gigante roja” explosiona y se convierte en una estrella de neutrones.  Esto nos llevaría a conectar con la teoría de Stephen Hawking, sobre el big bang;  una explosión seguida de una implosión y viceversa;  al ser absorbida toda esa energía de la “Estrella de Neutrones” por la formación en su centro de un agujero Negro. Los agujeros negros, vienen a ser una especie de conos, aparentemente sin fondo,  succionadores de la materia a su alrededor (como si de un sumidero se tratase). Pero  la Física Teórica también especula con que podría existir un agujero blanco conectado inversamente a ese agujero negro, ambos en forma de conos. Mi conjetura es  que podrían estar unidos  por ese agujero de gusano  (al igual que lo anterior, una conjetura físico-teórica). Resumiendo: el agujero negro engulle la energía que después  es expulsada por el agujero blanco en forma de nueva estrella. La conexión, por esa  garganta o gusano, sería como un portal donde el tiempo se comportara de forma distinta a como lo percibimos.

Bueno, pues  veo una gran semejanza entre esa energía toroidal que más arriba describo y el reloj de arena  ¿Acaso ese reloj no tiene forma de conos invertidos conectados por una garganta?; que curiosamente mide el tiempo, y que, también curiosamente, ese tiempo no cuenta cuando los granos de arena pasan por esa garganta;  contando sólo cuando  caen al cono inferior o invertido. Otra coincidencia: el reloj de arena necesita de la gravedad para que funcione;  lo mismo que sucede con los “Agujeros Negros” cuando absorben la materia (ya sabemos que la gravedad deja de ser una fuerza desde Einstein  para convertirse en una distorsión del espacio/tiempo).

Mi imaginación a veces es muy loca. Quizás, semejante elucubración, sea todo un sinsentido para la física experimental (ya que la teórica siempre puede ser desbancada); lo admito, pero también creo que existe la posibilidad de que no sea tanta la locura. En esas  me he puesto a pensar y, siempre que pienso; claro, salen mil y una preguntas de mi mente;  aunque no quiero aburrir al personal, ni aburrirme yo.  Así que voy a quedarme sólo con aquellos interrogantes que me parecen más significativos:

• 1º).- ¿Quién inventó el reloj de arena y por qué le dio esa forma?

A esta cuestión hay varias respuestas:

a).- La que afirma que el reloj de arena es un invento de la baja  Edad Media y que su autoría podría atribuírsele a un monje-alquimista, que servía en la catedral de Chartres en Francia.

b).- Los relojes de arena son una adaptación de  los relojes de agua que usaban los navegantes en la antigüedad.

c).- Los antiguos Egipcios ya tenían relojes de agua similares a los relojes de arena.

Sea como sea o venga de donde venga el invento del reloj de arena, no deja de ser curiosa su forma y también que se le atribuya tanta antigüedad (…). Lo que me  lleva a la siguiente pregunta:

• 2º).- ¿Por qué el reloj de arena tiene forma de conos invertidos?; podría tener forma de cubos, de cilindros, de pirámides, de esferas… conectados, asimismo, por una garganta (curiosamente esa forma es similar al símbolo del infinito si lo ponemos en vertical). Mis hipótesis son las siguientes:

a).- La forma de nuestro cuestionado reloj le es dada como representación de una sabiduría muy antigua; tanto, como el conocimiento recopilado por Egipto de otras civilizaciones anteriores muy avanzadas, que poseían saberes en astronomía y cosmología superiores a los que hoy en día teórica o experimentalmente poseemos.

b).- También los alquimistas de la Edad Media eran recopiladores del antiguo saber;  por lo que pudieron (o pudo, en el caso de que  la autoría del invento por parte del monje, más arriba mencionado,  sea cierta) haber heredado  el invento y además dar una  pista a alquimistas posteriores  de la verdad que en su diseño se esconde. De sobra es sabido que los conocimientos  alquímicos  eran  transmitidos de forma oculta y simbólica.

1. c) Por supuesto también cabe la posibilidad, aunque a mí me parezca menos probable, de que todo lo anterior no tenga nada que ver con nuestro reloj  y de que, él solito, como objeto, se haya ido situando a lo largo de la historia, de una u otra manera, en las mentes de aquellos que usan de su imaginación y conectan con el “conocimiento compartido” (Registros Akáshicos,  Eter Aristotélico, Subconsciente Colectivo de Jung y hoy en día, simbólicamente,  la Nube de Internet) de  toda la especie humana y de todos los tiempos vividos por ésta, para idear sus inventos.

De otro lado el símbolo del Yin y el Yang…,de lo femenino y lo masculino, está representado en dos dimensiones, es decir, en plano. Imaginémoslo  ahora representado en tres dimensiones,  como si se tratase de dos muelles cónicos e invertidos el uno con respecto al otro (uno de los conos/muelles en la luz y el otro en la oscuridad),  conectados por otro muellecito más pequeño y de mucho menos diámetro,  en perspectiva de plano. Sí, ciertamente nos quedaría la misma imagen que observamos en el “Agujero Negro conectado al Agujero Blanco” y el Reloj  de Arena. Por eso en la parte oscura del Yin se observa un agujero blanco, desde donde se divisa la parte clara conectada y en viceversa, en su parte clara se observa un agujero negro…Ahora,  lo más interesante  es percibir el movimiento envolvente, circular y contrario, simulado en la sinuosa forma que hace coincidir la parte negra o Yin con la parte blanca o Yang. Como si ambos bailasen una especie de tango de pasos cruzados…(los movimientos envolventes contrarios, propician la absorción y la expulsión).

También creo que: si una estrella explosiona y después implosiona  succionándose a sí misma, para volver a nacer, a autogenerarse; y tuviéramos que representar ese hecho simbólicamente, no habría mejor símbolo para mostrarlo que el del Yin y el Yang ¿Qué es este símbolo si no una alegoría de lo masculino y lo femenino,  como simétricos polos opuestos;  sin embargo conectados, que generan  o engendrar vida?…

Lo curioso de todo lo anterior es que nació de la metáfora que una persona, a quien admiro, usó para definir la coincidencia ideológica que nos une; y lo hizo con la siguiente frase: “Tú y yo, tenemos un curioso “Puente de Einstein-Rosen” .

Pues sí, a veces la imaginación se enciende con las ideas que nos proporcionan los demás. Por eso es tan importante el intercambio de esas ideas entre seres humanos.

Cuidemos de que así siga siendo.