De tanto idealizar un querer falso
se deslució mi esperanza
y aprendí a ponerle nombre al desengaño
dejando de sentir para salir de tu trampa.
Se me murió tu amor y renací en poeta
y de todo mi dolor germinaron palabras.
No puedo escribir si tengo el corazón saciado
y para amarte no me sirve la cabeza,
por eso la musa estafa con guante blanco
cuando roba el sentimiento cambiándolo por letras.
O pierdo la razón porque te quiero
o te dibujo en verso si te alejas,
¡qué pena no poder conciliar ser tu pareja
con el antojo del trovador soltero!