La Casa de Campo es una gran desconocida para muchos madrileños y no madrileños.
Durante el reinado de Alfonso XIII, la Asociación General de Ganaderos del Reino solicitó poder celebrar sus exposiciones, exhibiciones y concursos de ganado en los terrenos cercanos al arroyo Meaques en la Casa de Campo. Entonces era propiedad de la corona, en el 1931 la II República la transformó en un parque público.
En la década de los 50, comenzó la construcción de diferentes pabellones que servirían de sede a la Feria del Campo. Patrimonio Nacional cedió los terrenos colindantes a la avenida de Extremadura, pero fueron las cámaras agrarias de las diferentes provincias españolas, acorde con el estilo arquitectónico de cada una de ellas, quienes costearon la construcción de cada pabellón. Algunos de los pabellones más pintorescos y representativos fueron el de Toledo con la Puerta de Bisagra, el de Zaragoza con la Puerta del Carmen o el de Asturias con un típico hórreo.
Panorámica de la Feria en 1956. En la parte inferior derecha estaría la entrada principal, actual acceso al recinto ferial desde Alto de Extremadura.
Los antiguos pabellones del recinto ferial de la Casa de Campo de Madrid se transformaron en elegantes restaurantes en la década de los 70.
La Pesquera (pabellón de Toledo), llama la atención: su fachada reproduce la Puerta de Bisagra de esa ciudad.
Tiene una anécdota cinematográfica: en su interior se rodó una de las escenas de Clint Eastwood en “Por un puñado de dólares”.
Recientemente he visitado La Pesquera. Desconocía su historia, pero gracias a su actual propietario, Ramón Mesas, que me puso en antecedentes sobre la historia de su restaurante y del edifico que lo alberga, he comenzado a investigar para conocer mejor la Casa de Campo de Madrid.
Es impresionante este pabellón de Toledo y es extraordinaria la gastronomía de La Pesquera. No puedo más que recomendar su visita. ¡Impredible!