Hace ahora un siglo que murió el artista italiano Amedeo Modigliani, escultor y pintor italiano de caras y figuras alargadas. Murió con 35 años de edad, tuberculoso y pobre, hundido en el alcoholismo y la drogadicción. Una vida trágica, dura, penosa.
Su mujer, la pintora y modelo Jeanne Hébuterne, se suicidó a los dos días de su muerte, con sólo 21 años de edad y a punto de dar a luz un segundo hijo en común. Dejaron huérfana a una niña de un año que fue recogida por la hermana de Modigliani y que con los años escribiría un amoroso libro sobre sus padres. ‘Modi’, como era conocido entre sus allegados (‘Dedo’, en familia), tenía otros dos hermanos: uno era ingeniero y otro fue diputado por el Partido Socialista Italiano. Su madre era francesa, de origen sefardita y su padre, romano, se arruinó poco antes de su nacimiento. Una vida incierta y convulsa.
En 1906, el año en que hacía 22 años, se trasladó a París, donde conoció a Picasso, entre otros artistas célebres. La editorial Elba acaba de publicar un breve libro ‘Cartas’, donde se recogen algunas cartas que se cruzó con amigos y familiares desde 1901. Hay un prólogo de Jean Cocteau, escrito en 1950, donde se refiere a ‘Modi’ como nuestro aristócrata y dice que era “apuesto, taciturno y romántico”.
Se ofrecen cuatro cartas que dirigió a su amigo Oscar Ghiglia. Tenía dieciséis años cuando dice que le escribe para desahogarse con él. Expresa abiertamente la necesidad de método y esmero. Y declara: “Busco formular con la mayor lucidez las verdades sobre el arte y la vida que he podido captar diseminadas en las bellezas de Roma”.
A otros corresponsales les confesará el deber que siente de salvar su sueño. También se formulará esta pregunta: ¿Por qué escribir mientras se siente?
Causa desazón su desgracia personal, su honda infelicidad. De nuevo las ironías de la vida muestran un éxito artístico póstumo. Su ‘Desnudo acostado’ (Nu couché) fue vendido hace cinco años por más de 158 millones de euros a un millonario chino.
En 1958, Jacques Becker dirigió la película ‘Los amantes de Montparnasse’, a partir de una novela sobre su vida, y que se sitúa al poco de que Amedeo y Jeanne se conocieran en 1917. La película está dedicada a Max Ophüls, quien falleció un año antes mientras la estaba preparando. Entre los actores destaca Lilli Palmer, en el papel de la escritora inglesa Beatrice Hastings, íntima de Modigliani. O Gérard Séty, en el papel del marchante polaco Léopold Zborowoski, extraordinario benefactor del pintor. Y, muy en especial, Anouk Aimée, como Jeanne Hébuterne; seis años antes de ganar el Óscar por su actuación en Un hombre y una mujer.
Gérard Philipe interpretó el papel de Modigliani. Cabe señalar que moriría al año siguiente de rodar esta película, a causa de un cáncer hepático. Tenía 36 años de edad. Fue un militante del PCF, cuyo padre había colaborado con los nazis y que, al acabar la guerra, fue sentenciado a muerte, pena de la que se libró fugándose a España. Vidas agitadísimas.