► Las ciencias son como un hermoso río, cuyo curso es fácil de seguir, cuando ha adquirido cierta regularidad; pero si uno quiere volver a la fuente, no la encontrará en ninguna parte, porque está en todo lugar; se extiende tanto que alcanza toda la superficie de la tierra; es lo mismo si uno quiere regresar al origen de las ciencias, se encontrará solo oscuridad, ideas vagas, círculos viciosos; y uno se pierde a sí mismo en las ideas primitivas».
▬ Lazare CARNOT. Essai sur les machines en général (1783).
Lazare CARNOT (1753−1823) tuvo una apasionante vida. Fue un ferviente republicano que tuvo a su cargo la administración militar con una posición política fundamental a lo largo de las vicisitudes de la Revolución Francesa. Al ver amenazado el éxito de la revolución, tanto por la confusión interna como por las amenazas exteriores, organizó los ejércitos y los condujo a la victoria. A pesar de su republicanismo, evitó siempre pertenecer a las camarillas políticas de la Revolución y con un alto sentido de la honradez intelectual y política, trató de ser imparcial en la toma de decisiones.
Tras una meticulosa investigación absolvió a los monárquicos que habían sido acusados de mezclar vidrio en polvo con harina destinada a los ejércitos revolucionarios, pero se sintió obligado en conciencia a votar a favor de la ejecución del rey. Enfrentado con Robespierre, este había formulado la amenaza de que al primer desastre militar, CARNOT perdería la cabeza en la guillotina. Pero CARNOT se había ganado la admiración de sus compatriotas debido a sus éxitos militares. Cuando se propuso en la Convención su arresto, los diputados se alzaron espontáneamente en su defensa, aclamándolo como «El organizador de la Victoria» y fue la cabeza de Robespierre la que cayó en lugar de la suya.
A lo largo de su fascinante vida política, pasó de la Asamblea Nacional a la Asamblea Legislativa, formó parte de la Convención Nacional y del poderoso Comité de Salud Pública, del Consejo de los Quinientos y del Directorio, sin embargo al rehusar apoyar en 1797 el golpe de estado civil, se ordenó inmediatamente su deportación. Su nombre fue suprimido de los cargos del Instituto de Francia y su “Silla de Geometría” se adjudicó por unanimidad al General Bonaparte, a quien había encumbrado, al nombrarle para dirigir la campaña de Italia.
El ostracismo político al que fue sometido CARNOT resultó ser muy beneficioso para la Matemática, ya que le permitió terminar su famosa y original obra “Réflexions sur la métaphysique du Calcul Infinitésimal” de 1797, donde realiza un análisis histórico sobre los problemas infinitesimales, en relación con lo heurístico y lo apodíctico, es decir, el descubrimiento y la demostración, donde inicia la preocupación por el rigor y los verdaderos fundamentos del Análisis matemático.
CARNOT realizó avances inusitados en la llamada Geometría Sintética (o Geometría Pura), donde además de de generalizar resultados de los “Los Elementos” de Euclides (en su obra “De la corrélation des figures de la Géométrie” de 1801), consiguió resultados de geometría espacial análogos a teoremas bien conocidos de la geometría plana (en sus obras “Géométrie de position” de 1803 y “Essai sur le théorie des transversales” de 1806)
En 1800 CARNOT fue elegido Ministro de la Guerra por Napoleón (que había sido su protegido), pero sus abiertas convicciones republicanas no eran coherentes con el cargo, y definitivamente se retiró de la vida pública.
Durante los Cien Días, CARNOT sirvió a Napoleón como Ministro del Interior, y se exilió tras la Segunda Restauración Borbónica. Murió en Magdeburgo (Prusia).
Su hijo mayor Sadi Carnot fue el creador de la Segunda Ley de la Termodinámica y da nombre al famoso ciclo de Carnot. Su segundo hijo, Lazare Hippolyte Carnot, fue un estadista francés. Su nieto Marie F. Sadi Carnot fue ingeniero y Presidente de la III República Francesa, desde 1887 hasta su asesinato en 1894, a manos de un anarquista italiano que sería guillotinado al poco.