CARL SAGAN

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A DIOS LO QUE ES DE DIOS Y A LA CIENCIA LO QUE ES DE LA CIENCIA

►«El estudio del universo es un viaje para autodescubrirnos».

►«En algún sitio algo increíble espera ser descubierto».

►«Somos el medio para que el Cosmos se conozca a sí mismo».

►«El universo no fue hecho a medida del hombre; tampoco le es hostil: Es indiferente».

►«La ciencia es más que un simple conjunto de conocimientos: es una manera de pensar».

►«En la Ciencia la única verdad sagrada, es que no hay verdades sagradas».

►«Si estamos solos, seguro sería una terrible pérdida de espacio».

►«La ocultación de ideas molestas puede que sea corriente en la religión o en la política, pero no es el camino a la sabiduría y no tiene sentido dentro de la tarea científica en el Universo».

►«Las viejas apelaciones al chovinismo racial, sexual y religioso y el rabioso fervor nacionalista empiezan a no funcionar. Se está desarrollando una nueva conciencia que ve la Tierra como un simple organismo y reconoce que un organismo en guerra consigo mismo está condenado. Somos un planeta».

►«Sabemos quienes hablan en nombre de las naciones, pero ¿quién habla en nombre de la especie humana?, ¿quién defiende a la Tierra

––  CARL SAGAN. El mundo y sus demonios. La Ciencia como una luz en la oscuridad (1995).

 

Carl SAGAN (9.11.1934 – 20.12.1996) ha sido uno de los más importantes, carismáticos e influyentes divulgadores y comunicadores científicos del siglo XX, gracias a su capacidad para transmitir las ideas científicas y los aspectos culturales asociados al público no especializado, con sencillez no exenta de rigor; y también por su talento para despertar una inmensa curiosidad e interés por la Astrofísica. Como divulgador Carl SAGAN era un eximio educador, un maestro apasionado, que supo levantar pasiones, al acercar la comprensión de la Ciencia al gran público y despertar auténticas vocaciones y carreras científicas.

Desde muy niño, Carl SAGAN manifestaba una intensa curiosidad por la contemplación de la naturaleza y de los cielos, cuya grandiosidad y magnificencia era para él una especie de “experiencia mística o religiosa”, como manifestaría en algún escrito autobiográfico. Poco después, pero todavía en la infancia, Carl SAGAN frecuentaba Bibliotecas, Museos y Planetarios donde disfrutaba, con verdadera fruición, al documentarse con lecturas que estimulaban su imaginación, sobre todo historias de ciencia-ficción, que se convertían en fuerza motora y chispa continua para su intelecto.

Carl SAGAN estudió en la Universidad de Chicago donde se graduó, con honores especiales, en Artes (de ahí su pasión por la estética), en 1954; en Ciencias, en 1955, y obtuvo un master en Física, en 1956; y se doctoró en Astronomía y Astrofísica, en 1960.

Carl SAGAN impartió clases y trabajó como investigador en la Universidad de Harvard hasta 1968, fecha en que se incorporó a la Universidad Cornell, en Ithaca, Nueva York. En 1971, fue nombrado profesor titular y director del Laboratorio de Estudios Planetarios. De 1972 a 1981 fue Director Asociado del Centro de Radiofísica e Investigación Espacial de Cornell. Desde 1976 hasta su muerte, fue el primer titular de la Cátedra David Duncan de Astronomía y Ciencias del Espacio.

Como defensor del pensamiento científico escéptico y rotundo defensor del método científico como único medio para el avance del conocimiento, Carl SAGAN destacó siempre por su gran labor en la lucha contra las pseudociencias. En este orden de ideas, impartió un curso de pensamiento crítico en la Universidad Cornell, hasta su muerte en 1996.

Como promotor de la búsqueda de inteligencia exterior a la tierra, SAGAN impulsó el envío de mensajes a bordo de sondas espaciales, destinados a informar a posibles civilizaciones extraterrestres acerca de la cultura humana. Contribuyó de forma notable en el diseño anodizado en oro, donde había inscrito un mensaje simbólico que informa a toda posible civilización extraterrestre que pudiese interceptar la sonda acerca del ser humano y de la existencia y ubicación de la Tierra. La placa fue enviada junto con la sonda espacial americana Pioneer 10, lanzada en 1972. La Pioneer 11, con otra copia de la placa, fue lanzada al año siguiente.

A través de sus observaciones de la atmósfera de Venus, SAGAN fue uno de los primeros científicos en estudiar el efecto invernadero a escala planetaria.

Carl SAGAN publicó numerosos artículos científicos y fue autor, coautor o editor de más de 20 libros. De hecho su nombre ha sido muy popular por sus libros de divulgación científica —en 1978, ganó el Premio Pulitzer de Literatura General de No Ficción por su libro “Los Dragones del Edén: Especulaciones sobre la evolución de la inteligencia humana”—, por la galardonada serie documental de TV “COSMOS: Un viaje personal”, producida en 1980 en 13 episodios de una hora de duración, de la que fue presentador, coautor y coproductor, y por el libro “Cosmos” que fue publicado como complemento de la serie, además de por la novela “Contacto”, en la que se basa la película homónima de 1997.

La Obra “COSMOS: un viaje personal” (dedicada por Carl SAGAN a su mujer y colaboradora en la edición, Ann Druyan) trata de la ciencia en su contexto humano más amplio y explica cómo la ciencia y la civilización se desarrollan conjuntamente. La obra aborda también el tema de las misiones espaciales destinadas a explorar los planetas más próximos a la Tierra, del origen de la vida, de nuestro lugar en el universo, de las modernas visiones de la Cosmología y las últimas noticias de la exploración espacial; en particular, las misiones Voyager, de la muerte del Sol, de la evolución de las galaxias y de los orígenes de la materia, los soles y los mundos, así como también de los más recientes descubrimientos sobre la vida fuera de la Tierra. Con 366 páginas y más de 250 ilustraciones a todo color, verdaderamente asombrosas, “Cosmos” está narrado con la proverbial habilidad de su autor, para conseguir que las ideas científicas sean comprensibles y apasionantes. La obra fue editada, como se ha dicho, en 1980, junto con un programa de televisión en trece episodios, con la bellísima música incidental de Vangelis. Se ha emitido en 60 países y ha sido vista por más de 500 millones de personas.

Dos años después de diagnosticársele una mielodisplasia, y después de someterse a tres trasplantes de médula ósea procedente de su hermana, Carl SAGAN falleció de neumonía a los 62 años de edad en el Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson de Seattle, Washington, el 20 de diciembre de 1996. Fue enterrado en el Cementerio Lakeview, Ithaca, Nueva York.

El mundo perdió ese día una de las mentes más preclaras e influyentes del siglo XX, uno de los más egregios maestros comunicadores de ciencia y cultura de todos los tiempos.

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