BUSCAREMOS UN LUGAR Y, SI NO, UN BAR ESTE FIN DE SEMANA

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Es natural querer un descanso de la rutina, trabajo, responsabilidades y de las personas que nos vuelven locos a diario.

Podemos imaginarnos que estamos en cualquier lugar sin salir de casa pero, ¿relamente nos da un respiro? Imagen: Tõnu Runnel

Escapar a un lugar que no sea cercano a nuestro entorno es un privilegio emocionante que, parece ser, cada vez desean con la mayor frecuencia posible la mayoría de las personas.

Nos merecemos la oportunidad de sentirnos frescos y renovados, pero sentarse en una playa con nada más que cócteles interminables y libros para distraernos de los correos electrónicos del trabajo, no está al alcance de todos, tampoco acercarse al monte o irse al pueblo. Así las cosas, los bares se han convertido en la ruta favorita de muchos “escapistas”.

“Me quiero largar de aquí” es una idea cada día mas extendida que se activa ante emociones, situaciones y experiencias intensas, cuando no es el estrés. Poner distancia física entre nuestros conflictos o día a día es una cuestión de supervivencia.

Otra forma “de viajar” si vives frente al mar… Imagen: Carlo Sandblow. Rainbow-Beach.

Es interesante entender por qué los mismos bares atraen regularmente a las mismas personas o por qué celebrar y salir de fiesta con amigos es una causa muy poderosa de disfrute: la experiencia de disfrutar de bares y terrazas es un método para divertirse de una forma que está separada del resto de nuestras vidas.

Parece ser que se debe a la liberación de oxitocina cuando participamos en actividades realizadas con un grupo de amigos, con habituales incluso con desconocidos. Esta oxitocina reduce el miedo y la ansiedad, generando sentimientos de satisfacción y paz. Por lo tanto, no es de extrañar que las personas disfruten de ir a bares simplemente debido a la producción de esta hormona, resultado del vínculo social que se produce de forma tan natural en dichos entornos.

Libera un poco de vapor o finaliza  un día ajetreado fuera del auto aislamiento. Imagen: Tõnu Runnel

Muchas personas piensan que ir a los bares de su barrio es una forma de escapar del estrés de vivir. Incluso podrían argumentar que es un componente vital de la cultura contemporánea, una parte indispensable de la industria del entretenimiento. Sin embargo, otras personas atribuyen ir a un bar a estilos de vida destructivos, como beber y fumar en exceso. Curiosamente, varios hallazgos de investigaciones recientes han llegado a un resultado diferente, afirmando que ir a un bar tiene numerosos beneficios. Demuestran que los pubs contribuyen a crear una atmósfera social productiva donde los amigos pueden compartir una bebida en un ambiente seguro.

Las formas más antiguas de bares eran lugares de reunión donde la gente conversaba y probaba cervezas, y eventualmente se convirtieron en pubs y tabernas. Es un poco más complicado hoy en día, particularmente con el creciente número de bares y sus configuraciones y ofertas únicas.

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