BIENVENIDOS AL NUEVO MUNDO

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Decía Platón por boca de su maestro Sócrates que cada vez piensa más en la muerte. Ello posiblemente se debiera a que cada año que pasaba estaba más cerca de rendir cuentas a sus dioses. Algo parecido nos debe estar pasando cuando cada vez se habla más del fin de nuestro tiempo, la extinción de la humanidad a través del cambio climático o mejor expresado, por la aceleración del mismo. No es por ser alarmista, pero extinciones masivas, como se les denomina, ya han existido previas a la historia de la humanidad. Por tanto, no es nada nuevo como veremos en el presente artículo, el cual más que una alarma, debe considerarse como una advertencia.

Por tanto avanzamos hacia un nuevo mundo y no precisamente el mondus novus de Américo Vespucio, sino otro más acorde con ser ser humano del siglo XXI.

Nuestra percepción tan particular del tiempo nos hace sumamente egoístas y hasta narcisistas. ¿Para qué me preocupo por este tema si hablamos de cientos de años, tal vez miles, incluso millones de años? Excusas para llevar una vida cómoda, pero lo malo es que vivimos en un oasis que nos impide ver el desierto en el que estamos y el que se avecina. No es tanto que los árboles te impiden ver el bosque, es que dentro de poco no habrá árboles ni bosques que mirar. Esa percepción del tiempo es lo que hace que no hagamos nada para alargar el período en que llegue, la que se denomina la sexta extinción de la vida en el planeta. Mas, vayamos por partes.

Las extinciones previas

Según Our World in Data, ha habido cinco extinciones masivas en la historia de la Tierra. Estas son conocidas como las “Cinco Grandes”. La tabla a continuación muestra las mismas, el porcentaje de especies perdidas así como la duración del evento:

Evento Porcentaje de especies perdidas Duración del evento
Ordovícico tardío 85% 20 millones de años
Devónico tardío 75% 20 millones de años
Pérmico tardío 96% 200,000 años
Triásico tardío 80% 5 millones de años
Cretácico tardío  

76%

300.000 años

 

La tasa actual de extinción es alarmante. Según un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), las especies de vertebrados están desapareciendo a una tasa 114 veces mayor que el ritmo natural. El mismo estudio sugiere que si no se toman medidas para proteger a las especies en peligro de extinción, podríamos perder hasta el 50% de todas las especies animales y vegetales para fines del siglo XXI.

Es importante destacar que cada especie perdida tiene un impacto significativo en el ecosistema. La pérdida de una especie puede tener efectos en cascada en todo el ecosistema, lo que puede afectar la calidad del aire y del agua, la polinización y la fertilidad del suelo. 

Los biólogos predicen que a menos que cambiemos de rumbo y comencemos a preservar más especies, en los próximos cientos de años nos convertiremos en la causa de la sexta extinción masiva de la Tierra.

Aquí hay algunas señales que indican que estamos en medio de una sexta extinción masiva:

  1. Pérdida de hábitat: La pérdida de hábitat es una de las principales causas de la extinción. La actividad humana ha alterado los ecosistemas naturales, lo que ha llevado a la pérdida de hábitats naturales para muchas especies
  2. Disminución de poblaciones: Muchas especies están experimentando una disminución en sus poblaciones debido a la actividad humana. La sobreexplotación, la caza y la pesca excesivas, así como la introducción de especies exóticas son algunos factores que contribuyen a esta disminución.
  3. Cambios en los patrones climáticos: El cambio climático está alterando los patrones climáticos en todo el mundo, lo que afecta a las especies animales y vegetales. Las temperaturas más cálidas están afectando a los ciclos reproductivos y migratorios, lo que puede tener efectos en cascada en todo el ecosistema.
  4. Aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero: Las emisiones de gases de efecto invernadero están aumentando debido a la actividad humana, lo que está provocando un aumento de la temperatura global. Esto puede tener efectos negativos en los ecosistemas naturales y las especies animales y vegetales.
  5. Disminución de la biodiversidad: La biodiversidad se está reduciendo a un ritmo alarmante. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), el 27% de las especies evaluadas están en peligro de extinción.
  6. Pérdida de especies clave: La pérdida de especies clave puede tener efectos en cascada en todo el ecosistema. Por ejemplo, la disminución de las poblaciones de abejas puede afectar la polinización y la producción de alimentos.
  7. Cambios en los patrones climáticos: El cambio climático está alterando los patrones climáticos en todo el mundo, lo que afecta a las especies animales y vegetales. Las temperaturas más cálidas están afectando a los ciclos reproductivos y migratorios, lo que puede tener efectos en cascada en todo el ecosistema.
  8. Disminución de la población de abejas: Las abejas son responsables de la polinización de muchas plantas y cultivos, lo que las convierte en una especie clave para la supervivencia de muchos ecosistemas. Sin embargo, la población de abejas ha disminuido drásticamente en los últimos años debido a la actividad humana, como el uso excesivo de pesticidas y la pérdida de hábitat.
  9. Disminución de la población de anfibios: Los anfibios son una especie importante para el ecosistema, ya que ayudan a controlar las poblaciones de insectos y otros animales pequeños. Sin embargo, la población de anfibios ha disminuido drásticamente en los últimos años debido a la actividad humana, como la pérdida de hábitat y la contaminación del agua.
  10. Aumento del nivel del mar: El aumento del nivel del mar es un resultado directo del cambio climático y puede tener efectos negativos en los ecosistemas costeros y las especies animales y vegetales que dependen de ellos.
  11. Pérdida de bosques: La deforestación es un problema grave que afecta a muchos ecosistemas en todo el mundo. La pérdida de bosques puede tener efectos negativos en la calidad del aire, el suministro de agua y el clima local, así como en las especies animales y vegetales que dependen del bosque para sobrevivir.

 

El aumento de la temperatura terrestre es un tema complejo y en constante evolución. Según Our World in Data, la temperatura media global de la Tierra ha aumentado aproximadamente 1,2 grados centígrados desde finales del siglo XIX. En los últimos siete años, la temperatura media global ha sido la más alta registrada desde que se tienen registros. Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), existe un 20% de probabilidades de que en 2024 lleguemos a superar los 1,5 °C. Esto supondría una catástrofe para el ecosistema global, con la desaparición de muchas especies de plantas y animales y la desaparición total de los arrecifes de coral.

Según un artículo de Our World in Data, los efectos del aumento de la temperatura en la Tierra son alarmantes. El aumento de la temperatura provoca sequías, incendios, deforestación y desertización del planeta. Además, muchos ecosistemas están en riesgo de transformaciones radicales que acabarían con su bioma natural. Con un aumento de la temperatura del planeta de 2 °C, el 13 % de la superficie terrestre sufriría estos cambios, lo que supondría desajustes irreversibles en su flora y su fauna. El aumento de las temperaturas también significa más hielo que se derrite, niveles del mar más altos, más olas de calor y otros eventos meteorológicos extremos y mayores impactos en la seguridad alimentaria, la salud, el medio ambiente y el desarrollo sostenible.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha advertido que las temperaturas mundiales podrían alcanzar niveles sin precedentes en los próximos cinco años, impulsadas por los gases de efecto invernadero que retienen el calor y el fenómeno natural de El Niño. Según este organismo, es probable que las temperaturas mundiales alcancen niveles sin precedentes en los próximos cinco años, impulsadas por los gases de efecto invernadero que retienen el calor y el fenómeno natural de El Niño. Otra estimación ofrecida es que hay un 98% de probabilidades de que al menos uno de los próximos cinco años, así como el lustro en su conjunto, sean los más cálidos jamás registrados.

Se nos presenta un mundo en donde se va a hacer muy difícil vivir, pero es hacia dónde vamos y no es por ser pesimista, pero considero que para cambiar el mundo hay que cambiar de actitud y aún estamos muy lejos que eso se produzca. Así pues, bienvenidos al nuevo Mundo

 

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