País a punto de colapsar,
aguantado por los huesos
de los desaparecidos
que sujetan la tierra y la decencia.
País a punto de hundirse en los abismos.
Los únicos que lo sujetan
son los fusilados en las fosas de la vergüenza,
que nutren las raíces de la libertad.
País sin cimientos vivos,
le retienen huesos de miles de héroes,
olvidados por los poderes
que corroen las amarras
que les sujetan a duras penas.
País sin razón de existencia.
Los borregos se comen las pocas raíces
que sujetan la tierra.
Las que están en la memoria,
las que viven en los huesos con sonajero.
Algún día los andamios de sus huesos
se cansarán de sujetar un país que no existe.
Dejaran de sostener la tierra,
que se hundirá en las profundidades del mar,
en las zonas abisales,
donde duermen los refugiados muertos.
Desaparecerá y nadie se dará cuenta.
Los ingleses irán a la isla de Portugal,
a emborracharse, a la playa, de putas.
Y ocurrirá abriéndose el suelo,
uniéndose todas las fosas
con cientos de grietas insondables.
Y colapsarán los andamios, cansados de esperar,
y seremos fondo marino,
de borregos buceadores.
El agua marina lavará los huesos
que no quisieron sacar
y se confundirán con los nuestros,
comidos por los peces llenos de anisakis.
Algunos borregos buceadores
romperán los pocos andamios que queden,
discutiendo de fútbol o del reality del momento,
sin darse cuenta de que ya no existen,
y la tierra se hundirá donde la luz no llega.
Se ahogará la mala madrastra,
el país de conejos y borregos;
será un recuerdo de vergüenza y de incultura.
Algunos jóvenes combatientes nadaran
hasta playas nuevas, donde empezar
una historia nueva, con algún hueso viejo,
para hacer fuertes andamios de huesos y libros.
Suerte, jóvenes camaradas,
nosotros ya no estaremos, por cobardes,
por no matar a las cucarachas,
por ser tolerantes con quienes nos matan.
La paz sin justicia en guerra.
© De la obra del autor IMÁGENES Y VERSOS PARA UNA REVOLUCIÓN