El pasado miércoles nuestro Defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán, admitía y denunciaba que en Cataluña ha existido adoctrinamiento aunque, matizaba, que el número de casos denunciado es bajo.
Es terrible que las instituciones españolas que han de garantizar la igualdad de los ciudadanos pasen continuamente de puntillas sobre la barbaridad social que se practica en Cataluña: La asimilación identitaria.
No es menos cierto que la pretensión de hacer que, por fin, el Defensor del Pueblo se haya hecho eco del problema, siquiera sobre los actos de adoctrinamiento sucedidos durante los terribles días de septiembre y octubre del pasado año, es un relativo éxito dada la consuetudinaria sordera del Estado.
Sin embargo, que, a estas alturas, el Defensor del Pueblo, el Gobierno actual y los gobiernos anteriores soslayen la realidad de la función asimilacionista de la escola catalana es un acto de hipocresía que raya en la prevaricación política.
Tal vez es preciso aclarar los conceptos. La socializaciónes un proceso de adaptación e incorporación de los niños a la sociedad en la que están insertos. La familia, la escuela y los medios de comunicación son los principales agentes de socialización. La lengua o lenguas es un elemento clave en la socialización.
En Cataluña, la lengua familiar entra en confrontación con la lengua de la escuela en más de la mitad de los alumnos. Esto es así ya que el español o castellano es lengua familiar de más de la mitad de las familias catalanas.Y ello es así porque, contrariamente a lo que cabría esperar, en Cataluña se practica una, mal llamada, inmersión lingüística que deja al castellano con la categoría de lengua extranjera, reduciendo su enseñanza a dos horas semanales.
“En Cataluña, la lengua familiar entra en confrontación con la lengua de la escuela en más de la mitad de los alumnos. Esto es así ya que el español o castellano es lengua familiar de más de la mitad de las familias catalanas.”
No pretendo entrar a debatir sobre si es necesaria una discriminación positiva del catalán respecto al castellano. Primero, porque las discriminaciones positivas tienen un límite en el tiempo y porque se aplican a personas que sufren discriminación, no a lenguas. En todo caso, quien sufre discriminación por razón de lengua son los niños con lengua materna castellana. Y, segundo, porque no es el tema de derechos lingüísticos el tema principal de este artículo, independientemente de que es la lengua catalana la herramienta y justificación principal del proceso de asimilación identitaria. La sociedad en la que están insertos los niños catalanes es bilingüe; un proceso de socialización correcto debería tener en cuenta esa realidad.
El asimilacionismo identitario es un proceso de integración forzosa de un grupo etno-cultural, minoritario o no, a la cultura de la oligarquía dominante en un territorio concreto. Este proceso, en Cataluña, pretende, no solo el abandono de la lengua castellana y de tradiciones particulares, sino la asunción de valores identitarios propios del nacionalismo-secesionista. Detrás, hay un proyecto de secesión, de construcción nacional.
El grupo etno-cultural que el nacional-catalanismo pretende asimilar tiene dos características principales: Es mayoritario en la sociedad catalana y mayoritariamente lo forman las clases menos pudientes, las clases trabajadoras.
Ciertamente, el asimilacionismo ha conseguido que haya una juventud que ha roto con sus orígenes y asume discursos supremacistas, pero no es mayoría. No lo es, ni entre los jóvenes ni entre los adultos.
No son de fiar las encuestas realizadas por el CEO (Centre d’Estudis d’Opinió) dependiente de la Generalitat. Aún así, sus propias encuestas no se desmarcan demasiado de lo que ya he dicho en alguna ocasión: que el independentismo roza el 37% del censo (ver pregunta 30 en su resumen del barómetro). Cocinadas están, solo hay que ver la pregunta 31. Queda la duda de si las muestras son debidamente representativas de una sociedad tan plural como la catalana (porcentajes de lengua, de voto previo, etc.), aparte de la tendenciosidad de alguna de las preguntas; ya saben, aquello de la influencia del diseño en el resultado.
Digamos que el adoctrinamientoes la punta de iceberg del asimilacionismo, es la expresión del descontrol que algunos maestros sufrieron los pasados meses de septiembre y octubre de 2017. La rabia e impotencia les llevó a ejercer su labor sin bridas.
“Digamos que el adoctrinamiento es la punta de iceberg del asimilacionismo, es la expresión del descontrol que algunos maestros sufrieron los pasados meses de septiembre y octubre de 2017.”
Es grave que el Defensor del Pueblo se haga el inocente con un pequeño rapapolvo, que lo haga el Gobierno (este y el anterior), escondiendo el informe sobre libros escolares, ignorándolo. Es grave porque el nacionalismo no tiene más límite que la independencia y podrá durante un tiempo aparentar moderación, siempre y cuando se le deje seguir haciendo su labor asimilacionista. Llegará Junqueras y el tripartito y cuando vuelvan a sentirse fuertes, cuando su labor asimilacionista haya conseguido que en Cataluña nadie se sienta parte de España, cuando la sustitución lingüística e identitaria sea una realidad, tendremos otro órdago a la democracia, a la igualad, a la libertad y a la fraternidad. El bien común estará en peligro.
Sigan alimentando a la bestia.
Adendas.
- No le falta razón a José Manuel de Prada cuando afirma que “tras la aparente democracia las oligarquías se reconocen y se apoyan”. El nombramiento de Soraya Sáenz de Santamaría confirma esto y lo que afirmaba en mi artículo de la semana pasada, Pedro Sánchez se lleva al Consejo de Estado a la gran experta en el “diálogo” con el secesionismo al que él está dando continuidad.
- Iglesias visita hoy, viernes, a Junqueras. Pues lo dicho… Preparando el tripartito.