Salmantino de nacimiento hace 39 años y madrileño de adopción, Abraham Domínguez Belloso es Dr. en Cinematografía, profesor universitario convencido y decidido en varias universidades de España en materia educativa y audiovisual, ensayista, artista plástico, piloto de avión, montañero y un gran amante del paisaje en cualquiera de sus ámbitos tanto natural como cinematográfico, acerca del cual lleva años investigando. Colaborador de diversos medios escritos, director de congresos y de colecciones literarias, pertenece a ese pequeño grupo de personas que hace lo que le gusta y además disfruta con ello.
Investiga y publica actualmente sobre la importancia del paisaje en el cine y lo sublime y simbólico que encierra, siendo algo más que un escenario donde se desarrolla una acción. Ha sido columnista del Diario de Ávila con una sección semanal dedicada a los paisajes, es corrector y supervisor de varias revistas científicas nacionales e internacionales. Es autor de los libros “Excalibur y la pintura Prerrafaelista. La esencia del paisaje simbólico”, “Paisajes simbólicos en cine y pintura. De Caspar David Friedrich a Francis Ford Coppola”, “Paisajes del western. Símbolo, belleza y psicología en el viejo oeste cinematográfico” y “Masonería en siete planos de cine”.
¿Qué es para ti el cine?
El cine es la irrealidad de la realidad. Las dos horas que me hacen soñar y sacarme de lo cotidiano mediante un lenguaje fílmico que consigue engañarme durante un tiempo con la historia que cuenta. Además es un modo de vida, una pasión y la manera de sentirme realizado con lo que escribo y con mis clases que acercan el séptimo arte a alumnos que lo utilizarán en sus aulas como recurso didáctico el día de mañana.
¿Qué es para ti el paisaje?
El paisaje es el espacio físico con el que nos enfrentamos desde el momento en el que abrimos los ojos y venimos al mundo. Es lo que nos rodea y nos hace sentir vivos. Existen muchos tipos de paisaje, cultural, geográfico, psicológico… y todos son válidos. El que más me interesa a mí es el paisaje fílmico.
¿Qué hace un salmantino en Madrid? ¿Por qué te fuiste?
Vivir y trabajar como la gran mayoría de personas que emigramos de Salamanca a la capital de España. En Salamanca como en casi todas las provincias todo es más limitado y el ámbito laboral mucho más aún. Aunque vuelvo siempre que puedo y sigo disfrutando de los paseos por la Plaza Mayor o por el casco histórico.
¿Qué significa volver a Salamanca?
La nostalgia de un tiempo pasado. El reencuentro con la familia y viejos amigos. Pero lo que más me gusta es volver a Béjar y disfrutar de su sierra, subir al Calvitero o pasear por sus bosques de castañares. Hay algo sublime allí. Supone el reencuentro con uno mismo y con la Naturaleza. Soy de espacios abiertos y prefiero en entorno natural que el escenario urbano.
¿Cómo está la educación en España?
No goza de la buena salud que debería. Muchos sistemas educativos en los últimos cuarenta años, mucha teoría y poca práctica. Hemos caído en un buenísimo insoportable que hace que la educación esté estancada hace mucho tiempo.
¿Y la educación universitaria?
La educación es la base sobre la que se sustenta un país, si esa base no está bien cimentada se cae y con ella todo lo demás. Estamos en un país donde no se lee y esto ocurre por la propia comodidad en la que estamos sumidos, es más fácil encender la televisión y adormecerse con cualquier programa de analfabetos cuyos tertulianos son los referentes de la sociedad. En la universidad ocurre lo mismo, permanece adormecida en gran medida y eso es por la falta de ilusión y por el desinterés de casi todos sus protagonistas, unos porque se sienten infravalorados y otros porque están sólo pendientes de sus propios intereses. Cuando los gobiernos comprendan y entiendan la importancia de la educación, el país comenzará a funcionar y a caminar en el rumbo correcto.
Volviendo al cine ¿Cuál es tu película favorita?
Son muchas, no sólo una: “Lawrence de Arabia”, “Rebeca”, ”Salvar al soldado Ryan”, “Pulp Fiction”, “Sin Perdón”, “El contrato del dibujante”, “El Padrino I Y II” y “El hombre tranquilo” por citar algunas.
Y ¿La primera película que recuerdas?
“Tiburón” de Steven Spielberg y “El Álamo” de John Wayne; ambas me marcaron bastante. A día de hoy cuando me adentro en el mar, todavía resuenan en mi mente los acordes de “Tiburón”. En cuanto a “El Álamo”, el ideal de valor de David Crokett y su lucha hasta el final por aquello en lo que creía me impactó profundamente, eso y ver por primera vez a John Wayne morir en una película.
¿Qué ha supuesto para ti el cine como persona?
Me ha convertido en gran medida en lo que soy. Tener la suerte de que alguien te acerce al cine desde pequeño hace que crezcas como persona y te crea sin duda un carácter. Ver cine requiere estar dispuesto a recibir una serie de experiencias que nos servirán de aprendizaje en nuestra propia vida si sabemos encuadrarlas bien. En mi caso ha despertado mi capacidad de soñar y sobre todo ha abierto mi mente. Al cine le debo algunos de los mejores momentos de mi vida y espero que siga descubriéndome nuevos horizontes que explorar y sobre los que poder escribir e investigar.
Fantástica entrevista, gracias Abraham por tus comentarios que nos hacen siempre reflexionar y acercarnos un poco más a la realidad que nos rodea