GRACIAS DESDE LA BIBLIOTECA DEL SOL

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Ayer se celebró el Día de la Biblioteca, mi día, y el todas las bibliotecas, ¡Felicidades compañeras! Han preparado un cartel precioso, y muchas actividades ¡qué emoción! pero llevo días preguntándome por qué soy tan feliz siendo una Biblioteca Pública.

Yo, antes de ser biblioteca, fui otras cosas. Me construyeron en 1921 como depósito de agua potable de Albacete, mi arquitecto fue Julio Carrilero, causé admiración en el barrio y en la ciudad, cuando mi capacidad fue insuficiente me destinaron a otros usos, fui almacén del Ayuntamiento y algunos dicen que también fui cárcel.

Y luego nada, desolación y ruina, estuve en desuso hasta que decidieron instalar aquí una biblioteca y la sede administrativa de las Red de Bibliotecas Municipales de Albacete. Fue un trabajo duro, pero el 23 de abril de 2001 nací como biblioteca, este año he cumplido 16 años.
Y soy feliz.

A menudo reflexiono sobre el motivo de mi felicidad. ¿Puede ser por la admiración que causo? ¿Por la cantidad de libros y otros materiales que guardo en mi interior? ¿Por el cariño y el respeto con que me tratan las personas que trabajan aquí? ¿Por lo orgullosos que se sienten los políticos de Albacete cuando vienen, de vez en cuando, a visitarme?

Pues sí, son motivos más que suficientes, pero tras dieciséis años de ser Biblioteca creo que lo que me hace más feliz son las personas que cada día y cada año vienen a utilizar mis instalaciones. Algunos llaman a estas personas lectores, otros usuarios, cada cual es libre de denominarlas como quiera.
Y quiero darle las gracias a cada una de las personas que han venido durante estos años a utilizar los servicios que prestamos, sin ellas mi existencia no tendría sentido.

Seguro que olvidaré a muchas personas, pero que sepan que para ellas también es mi agradecimiento. Gracias a los lectores de prensa que no desfallecen, y vienen día tras día, aunque, en el verano me abandonen por lo Kioscos, lo entiendo.

Gracias al señor que viene todos los días a leer en la biblioteca y es un enamorado de la historia.
Gracias al médico que todos los años relee “Sin noticias de Gurb” y “Tres hombres en una barca.”
Gracias al periodista enamorado de la historia y erudito de la música.

Gracias a la abuelita que es una lectora voraz y desde hace varios años lee incesantemente.
Gracias a la profesora jubilada que es una devoradora de libros, nos recomienda lecturas y eleva la elegancia de la sala de lectura.

Gracias a las dos mujeres que trabajan en el Centro de adultos y que una ha conseguido que su compañera se convierta en una enamorada de los libros.

Gracias a los opositores y opositoras que acuden cada día, sin desfallecer, con sus mochilas llenas de ilusión: bomberos, policías, médicos, funcionarias de prisiones, secretarias de ayuntamiento, enfermeras, maestros, profesores, ordenanzas etc.

Gracias a la señora que lee tanto como cose y comparte con nosotros parte de su vida.

Gracias al “abuelete” que cada día viene a hacer su crucigrama y a contarnos los diferentes problemas que tiene, entre ellos que no encuentra novia.

Gracias a todos los colegios e institutos que han traído a sus alumnos y alumnas para que conozcan todo lo que ofrezco y conozcan mi historia.

Gracias a la Universidad Popular por venir con su público y sus profesores y monitores.
Gracias a los componentes del Centro de Inserción Social “Marcos Ana” que me han emocionado cuando ellos participan y se emocionan.

Gracias a los emigrantes y transeúntes, saben que también estoy para ellos.

Gracias a los turistas por su asombro cuando me visitan.

Gracias a los escritores y escritoras que vienen a buscar su inspiración aquí, y a los que han venido a compartir sus obras.

Gracias a los y las poetas por venir a buscar la inspiración y a hilvanar sus versos.

 

@Amparo Cuenca

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